𝓟𝓻𝓸𝓵𝓸𝓰𝓸

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Nacer dentro del Muro Sina no siempre significa riquezas y poder

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Nacer dentro del Muro Sina no siempre significa riquezas y poder... bueno, en mi caso. Fui la hija primogénita de mi madre, quien era sirvienta de una familia de nobles.

A los ocho años yo ya ayudaba a mi mamá con el quehacer de aquella enorme casa. Mi hermana menor tenía seis en ese momento. A comparación de mi, ella tenia el pelo rubio de mi madre, yo, al parecer, heredé el pelo escarlata de mi padre, quien no conocía yo.

La hija de en medio de la familia de nobles tenía mi edad. Nos llevábamos bien y disfrutábamos de la compañía de la otra. Llegamos a hacer la promesa de nunca separarnos, y yo planeaba cumplirla, hasta que cumplí doce años.

—Mamá— llamé. Aquella mujer de cabellos rubios y ojos verdes me volteo a ver. Era una mujer joven, tan solo tenía 30 y ya tenía dos hijas. Era una mujer hermosa, su cabello rubio era largo hasta la mitad de su espalda aunque siempre lo tría amarrado en un chongo. Sus ojos eran verde esmeralda y su piel blanca como porcelana.

—Dime Rose— contestó ella volteándome a ver. —Me voy a unir a la tropa de reclutas el próximo año— le dije viendo hacia el suelo.

—¡De ninguna manera!— dijo ella alterada. Sus ojos esmeralda penetraban mis orbes azules con firmeza. —No, no lo voy a
permitir— dijo esta firmemente.

—Me quiero unir a la policía militar— le dije tranquilamente. —Podremos tener un nivel de vida más alto— le expliqué detalladamente todo lo que planeaba hacer una vez dentro.

—No todos sobreviven la Tropa de
Reclutas— Mi mamá dijo preocupada. La volteé a ver con una sonrisa. —No te preocupes, voy a estar bien— consolé.

Fue así como justo cuando cumplí los trece años, rompí mi promesa con Anna.

—¿En serio te vas a ir...?— pregunto la chica de pelo dorado. —Si... lo siento— me disculpé. Mi cabello rojo estaba amarrado en una pequeña trenza que caía hasta la pitas de mi pecho. —Te voy a escribir cartas, lo prometo— le ofrecí mi dedo meñique y ella lo tomó con el suyo.

La despedida fue algo dura. Sabía que no iba a poder ver a mi mamá ni a mi hermana en tan seguido, tal vez nunca. Pero mi decisión estaba hecha.

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𝓢𝓬𝓪𝓻𝓵𝓮𝓽// 𝓵𝓮𝓿𝓲 𝓪𝓬𝓴𝓮𝓻𝓶𝓪𝓷Donde viven las historias. Descúbrelo ahora