〖Capítulo 2〗

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Min SooMin
Cinco años atrás.

Caminaba en rumbo hacia mi clase de biología, tenía un retraso de quince minutos y no creo que mi relación con el profesor de dicha asignatura fuera tan buena para me dejara pasar una mas. Por problemas de familia, siempre me tocaba llegar a la clase de biología tarde, era a la única y el profesor ya me había advertido, igual yo seguía insistiendo a pensar de llegar tarde.

Doblé la segunda esquina para llegar a mi salón cuando algo grande enfrente de mi me hizo caer al suelo automáticamente. El suelo me golpeó mi trasero haciendo que me lo sobara por instinto y todos mis libros quedaron dispersados por el suelo.

—Ash —me quejé.

—Lo siento —una voz gruesa me hizo mirar hacia arriba. Mis ojos toparon con dos estrellas oscuras tintineantes y de esas que son imposibles de dejar de ver. Él había sido la causa de mi caída.

Su cabello negro iba por debajo de su orejas en un pelado casi perfecto, también estaba peinado hacia los lado dividido por una raya. Su uniforme lo hacía ver muy masculino y a pesar de ser delgado tenía buen porte o al menos que le gustara hacer ejercicio.

—De verdad lo siento, no sé como...

—No pasa nada, soy yo la que venía como loca salvaje. Tranquilo —me dio su mano para ayudarme a levantarme y la acepté, haciendo que esta provocara una descarga en mi mano.

—¿En serio que no pasa nada? —realmente se veía preocupado. Yo solté una risita nasal negando.

—Tranquilo —repetí, inclinándome para recoger los libros, el imitó mi acción para ayudarme a recogerlos. Era sumamente guapo, sus labios delgados, si nariz no tan pequeña, rostro tierno, ojos grandes y a la vez perfilados.

Una vez terminamos de recoger todos mis materiales, el me los entregó.

—De verdad lo siento —hizo una reverencia.

—No tienes porque —sonreí un poco — Gracias por ayudarme a recoger mis libros, no tenías porque hacerlo —le dije. Hubo un silencio entre nosotros mientras nos mirábamos a los ojos, todo de él parecía hipnotizarte.

—Bueno, me tengo que ir —dijo, rompiendo el silencio.

—Oh...Claro, claro —dije y el hizo otra reverencia pasando mi lado y yéndose. Justo en ese momento, sonó el timbre del cambio de clase —Mierda —refunduñé, no tenía arreglo con biología.

Actualidad.

Era imposible olvidar esa voz, y mucho menos ese rostro, la verdad es que no había cambiado mucho, solo que ahora está mucho mas atlético que hasta en su rostro se le nota. En cambio su voz, no había cambiado desde la primera y última vez que la había escuchado. Verlo en estos momentos, después de tantos años, me revivió el momento de cuando nos conocimos, ese día en el pasillo, ambos despistados. ¿Se podía amar todavía a alguien después de tantos años? La verdad es no me he enamorado después de él, me prometí a mi misma, luego de tener a JungMin, nunca enamorarme de nadie mas.

—Em...Yo...Sí, vengo de parte de su padre, Jung... Señorito Jeon —apenas y podía hablar con fluidez. No sabía si el se acordaba de mí, tal vez el no tenga la misma memoria que yo, pero ahora me vengo a dar de cuenta que el apellido de mi jefe era el mismo que el de él. No le había prestado atención, porque Jeon es un apellido muy común, y yo no era adivina para saber que era el mismo —Su padre me mandó para que lo llevara a un hotel —le dije, la verdad es que el no parecía con intenciones de decir algo y eso me ponía un poco nerviosa ¿y si no me reconoce?

Reencuentro › jjk ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora