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〖Capítulo 4〗

Unos minutos después de que el señor Choi estuviera conmigo hablando de cualquier cosa que al señor mayor se le ocurría, Jungkook salió de la oficina, podía asegurar que molesto, mas atrás el señor Jeon mandó que el otro mayor entrara.

—SooMin, cancela todo, y puedes irte —me ordena antes cerrar la puerta de su oficina y antes de que yo pueda decir algo.

Me encojo de hombros porque simplemente no entiendo nada de lo que está pasando, recojo mi chaqueta junto con mi bolso, hago algunas llamadas por el teléfono de mi puesto para cancelar lo que antes el señor Jeon me había mandado, una ves termino lo que iba a hacer, voy al elevador, me dirijo al primer piso. Tod acá bajo está muy agitado, las personas van y vienen haciendo su trabajo, hoy era yo la que no tengo mucho trabajo como otros días. Saco de mi bolso mi móvil, me lo cuelgo en el hombro decidiendo llamar a mi hermano ya que hoy terminé termprano. Busco el número de YoonGi. En el segundo timbre el responde.

—¿Que pasa? —conesta de manera cansada, simplemente como es Min YoonGi.

—Voy a casa —le digo caminando hacia la salida.

—¿Por qué tan temprano? —pregunta.

—Increíblemente el jefe no tenía ganas de trabajar hoy —hago una mueca hacia el costado, suelto un suspiro —Prepara a JungMin, iremos a comer helado de vainilla —digo casi como una niña pequeña, ese era el jjj favorito de JungMin, tal y como el de su padre.

Hace cinco años.

La heladería quedaba cerca, mi hermano YoonGi me había dicho que tardaba en salir de la escuela porque tenía que recoger los apuntes de alguien para realizar algún trabajo, en si yo no entendía mucho de sus cosas, al ser mayor, casi me daba igual si tenía que hacer tarea o si necesitaba un apunte de alguien, total, si yo igual no entendía nada de lo suyo.

Mi mochila la llevo colgada en mi espalda y mientras camino da algunos brinquitos. Para esperar a mi hermano decido ir por un helado de chocolate con menta y así no me aburro esperándolo. Entro a la heladería de paredes de cristal pero que por algunos carteles no se logra ver ni de afuera ni de adentro. Me acerco a la barra que hay para hacer mi pedido pero alguien se me adelanta.

—Uno de cho...

—Uno de vainilla porfavor, y ponga otro de chocolate con menta para la señotita —me giro hacia detrás para mirarlo. Iba a reprocharle porque no tenía porque hacer eso y mucho menos hacerlo primero cuando yo estaba delante de él, pero al ver quien era simplemente me tragué mis palabras. ¿Se podía ser tan hermoso? El me miró haciéndome una sonrisa tierna. Unos minutos en los cuales yo me quedé como estatua mirándolo sin apenas articular palabras, los helados llegaron —Tu helado —me lo mostró.

—Oh...sí, claro, gracias —salimos juntos de la heladería, yo no iba a ningún lugar, y al parecer el tampoco, porque se quedó a mi lado, yo di varias probadas a mi helado de chocolate con menta, el también hacia lo mismo.

—¿Es tu favorito? —lo miro, mis ojos buscan detrás de mí y a mi lado.

—¿Es conmigo? —me apunto un tanto confundida.

—Bueno, no veo a nadie más por aquí —dice obvio.

—En unos días de calor es mejor tomar helado de sabores fresco —contesto lo que antes me había preguntado —No había visto a un hombre nunca comprar helado de vainilla.

—Pues tengo el honor de que sea el primero ante tus ojos —me río, porque simplemente ahora el parece querer sacarme conversación de una manera u otra.

Actualidad.

Es tan obvio que JungMin llevaba la sangre de Jungkook, incluso el nombre se lo puse parecido.

—¿Te casaste? —doy un brinco en mi lugar sin despegarme del suelo al escuchar una voz claramente familiar, me giro para encontrarlo, creo que es costumbre para el sorprenderme así o quitarme la palabra de la boca.

—¿Eh? —lo miro a los ojos sin saber a que se refiere o simplemente sigo en shock por volverlo a ver.

Sus palabras en la oficina vuelven.

—¿Pasa algo SooMin? Ah, claro, pensaste que no te recordaba —de un momento a otro sus ojos brillan, el mismo brillo con el que me miraba hace cinco años, su expresión ya no es tan seria —Me desilusionas.

—Y tú me recuerdas —intervine tratando de ocultar mis nervioso como ha pasado en los dos momentos que hasta ahora nos hemos visto. El hizo contacto visual directo conmigo, lo que hizo que mi corazón saltara de golpe.

—No creo que seas fácil de olvidar SooMin, y creo que yo tampoco lo soy —por un momento me hace revivir el pasado, como siempre Jungkook venía a mí a entrometerse en lo que hacía y me sacaba una sonrisa con cualquier cosa o tontería que hacía.

—Jungkook yo...

—Te sigo poniendo nerviosa —se acerca peligrosamente a mí, haciendo que retroceda, pero su mano se estampa en mi brazo impidiendo hacerlo, es mas alto que yo, por eso hace que al mirarlo su barbilla toque con la coronilla de mi cabeza —Dime que me has olvidado SooMin, volví por tí, y te logré encontrar mas rápido de lo que pensé hacerlo. Lo de hace cinco años no lo he olvidado ni lo lograré olvidar, fuiste y eres muy importante para mí —la cabeza me da vuelta, no sé si está jugando conmigo pero si lo conocía, puedo asegurar que está diciendo la verdad, y por eso tengo un revuelco de pensamientos y recuerdos que no logro controlar del todo.

JungMin viene a mi mente, y en lo que puede pasar si me acerco a Jungkook y al final logro decirle la verdad. Me suelto de su agarre cuando baja la guardia, corro a la carretera, detengo un taxi y entro antes de que a él le de tiempo de caerme atrás y detenerme. Tengo que pensar en proteger a mi hijo y mantenerlo a mi lado sea como sea incluso si tengo que ir en contra de mis sentimientos.

•••
Un capítulo porque empiezo la escuela nuevamente y me voy a tardar en actualizar.

Cuidense mucho.

L@s saranghae💜