Reencuentro › jjk ✓

〖Capítulo 11〗

Min SooMin

—¿Así que te lo contará todo? —miré q YoonGi a mi lado mientras cogía un poco de arroz con los palillos.

—Sí, le iba a contar todo a Jungkook cuando ella me envió el mensaje —me sentía un poco nerviosa, juro que si veía algo que no me espero en esos mensajes, no se si pueda soportarlo.

—¿Estás asustada? —volví a mirarlo volviendo en sí.

—Mucho, tengo miedo de ver algo que no quiero —por alguna razón, tenía un mal presentimiento y cuando esta sensación se apodera de mi, nada bueno puede pasar.

—¿Confías en él?

—¿Qué?

—Que si confías en Jungkook, de que esos mensajes son solo eso... Mensajes, que estas segura que no hay nada que te pueda afectar —tragué, confiaba en Jungkook, pero tal vez eso puede cambiar, no sabía que era lo que podía ver en esos mensajes.

Por alguna razón JungHee los ocultaba, y ese era mi temor.

—No lo sé —respondí. YoonGi pudo una de sus manos en mi hombro haciéndome la señal de que pasara lo que pasara, él iba a estar conmigo.

—Y... ¿Porqué llegaste tan tarde anoche? —mis mejillas enseguida se sonrojaron al recordar lo que había pasado anoche con Jungkook.

Mi hermana tenía una sonrisa coqueta de que ya se imaginaba el motivo de mi llegada tarde.

—¿Ya hicieron el segundo hijo? —lo golpeé.

—¡Min YoonGi! —le reproché el doble de sonrojada, es tan vergonzoso hablar estas cosas con un hermano hombre.

—Oye, que te conozco y ví tu cara anoche cuando llegaste. Y aunque no lo creas, fue la misma que tenías cuando tú y Jungkook estuvieron por primera vez —me sorprendió el modo de conocerme mi hermano, Min YoonGi era rudo, serio y a veces un poco, bastante borde, pero como lo conozco yo, es un chico detallista y cariñoso, simplemente hay que conocerlo para creerlo.

—Pues no, no hicimos nada, al menos no llegamos a eso —contesté aún sonrojada.

—Okey, lo que tu digas —estaba claro que no quería creerme, pero yo no lo estaba mintiendo.

Justo en ese momento mi celular vibró llamando mi atención y verificando de que JungHee. Cogí el aparato en mis manos y arrastré la llamada para atenderla.

—Dime —contesté.

—Ya estoy enfrente de tu edificio —nuevamente me ví envuelta en los nervios, sea lo que fuera a ver, ya no había vuelta atrás.

—Ya voy —corté la llamada.

—¿Era ella? —preguntó mi hermano mientras que yo me ponía de pié.

—Sí, ya me tengo que ir, no dejes que JungMin se levante muy tarde ¿Okey? —llevé lo que había utilizado a la cocina casi corriendo.

—SooMin —me llamó y yo lo encaré antes de salir por la puerta —Tranquila, tienes dos apoyos aquí, no estas sola, así que no hagas una locura —asentí, cogí mi bolso y salí del apartamento.