Albafica se encontraba frente al patriarca por fin había terminado su entrenamiento para caballero y lo único que el faltaba era ir a buscar la armadura de piscis para hacerlo oficial.
- Albafica tú sabes perfectamente que muchas familias importantes han sido aliadas del santuario desde hace mucho tiempo.
- sí señor.
- Albafica ya has terminado tu entrenamiento como caballero y ahora tienes que ir por tu armadura, hace 23 años que la armadura de piscis quedó en la custodia de la familia Tanmoku esperando a su futuro portador, tienes clara cuál es tu misión Albafica.
- sí señor.
- Degel y Kardia te acompañarán, la guerra santa comenzará pronto y algunos espectros ya han despertado por favor ten cuidado aunque Kardia y Degel vayan contigo no asegura tu seguridad, no queremos perder a un caballero dorado antes de tiempo de acuerdo.
- sí señor.
Albafica salió del templo del patriarca y bajó hasta la entrada del santuario en donde ya lo esperaban Kardia y Degel, los tres partieron del santuario llegaron al aeropuerto y abordaron el avión que el patriarca ya les tenía preparado.
- jamás había salido de Grecia- dijo Kardia recostándose en su silla- esto me encanta.
- y esa vez que fuiste a México- dijo Degel sin quitar la vista de su libro.
- ¿ese lugar era México?
- como siempre tu mal sentido de la orientación es como tu memoria, realmente son malos.
- oye que cruel eres Degel- Dijo Kardia poniéndolo Degel en sus piernas- ¿qué estás leyendo?
- estoy leyendo un poco sobre el lugar al que vamos.
- ya veo, como siempre buscando cualquier excusa para leer.
- no es una excusa.
- como sea.
El avión aterrizó y los tres chicos salieron del aeropuerto ahí vieron a un hombre junto a una limusina vestido de traje con cartel que tenía escrito sus tres nombres.
- creen que ese tipo nos esté esperando- dijo Kardia.
Los tres chicos se acercaron a l hombre y este les dijo que él se encargaría de llevarlos a su destino, los tres chicos optaron por seguirlo de todas maneras los tres tenían un cosmos fuerte en caso de que el sujeto está mintiendo, el trayecto fue muy callado Kardia estaba mirando por la ventana jugando con el vidrio cuando Degel le pegó en la mano.
- deja eso me estas volviendo loco.
- cuanto falta para llegar- dijo Kardia pasando sus brazos atrás de su cabeza- me estoy aburriendo.
- ya casi llegamos, más vale que te comportes Kardia.
La limusina llegó a su destino el chofer abrió la puerta dejando salir a los tres jóvenes, el chofer entró de nuevo a la limusina yéndose de ahí dejando a los tres jóvenes frente a la casa, las puertas de la casa se abrieron dejando ver a la señora Tanmoku junto con varios sirvientes y sus nietos.
ESTÁS LEYENDO
Cuidando de Albafica
FanfictionLos caballeros cuidan de Albafica desde que era un bebe hasta lo que ahora .