9- Solo Flo

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                                Sobre mi cabeza tenía una nube oscura, la que no me dejaba pensar bien, por un momento creí que ese hombre le diría a mi madre lo que habíamos hecho. Afortunadamente no lo hizo, pero igual me sentía mal por lo que yo estaba haciendo, ocultaba cosas, mentía y engañaba.

El camino de regreso a casa fue silencioso y pensativo. A cada rato miraba  a mi madre y pensaba en lo mala hija que había resultado ser. Ella que tanto había hecho por mí, no merecía que yo le hiciera eso. Mentir es algo que siempre me dijo que estaba mal. Pero por alguna razón no podía dejar de hacerlo, pero de cierta manera y para mi consuelo, yo más que mentir, omitía hechos.

La tarde de sábado se había arruinado, no quise quedarme en el centro e ir a comer algo por ahí, quería volver a mi casa y encerrarme en mi dormitorio. Quizás leer mi comics o tal vez pegar las hojas de la revista porno lésbica.

Cuando llegamos a la casa mis hermanos estaban sentados en el patio, ellos creyeron que nos demoraríamos más y estaban muy cómodos fumando en el ante jardín, cuando vieron a mi madre sus caras se transformaron, escondieron los cigarrillos pero ya era muy tarde, mi madre los vio y los castigo de inmediato, en mi familia fumar es un acto muy feo, acá no se puede fumar ya que hace mal para un joven en crecimiento, mi madre dice que cuando ya no vivamos con ella, podremos hacer todo lo que queramos, mientras tanto tendremos que seguir sus reglas.

Ellos entraron detrás de nosotras y se fueron directo a su cuarto, yo hice lo mismo. Mi madre se quedó en el living revisando algunas cosas, la verdad no puse atención a lo que ella hacía.

Ya estaba en mi dormitorio,  y comencé a sacar de mi ropa las hojas sueltas de la revista. La traía metida en mis calcetines, zapatillas, calzones y sostén. Las junte y pegué con scottch. Me acosté en mi cama y empecé a leer.

Las fotos eran muy buenas, salían chicas besándose y tocando sus pechos, yo las veía y mi corazón se aceleraba muy rápido. La lectura era ardiente y muy explícita, "lamer el clítoris entrega un placer único a su pareja" leía eso y mi sangre hervía. "el beso entre chicas es dulce y tierno" me imaginaba a Luna conmigo besándonos. "lamiendo sus nalgas prepararas el camino hasta llegar a su vagina" cada una de esas frases me ponía más caliente. Hubo una que me termino de encender y decía "el orgasmo femenino producido por el contacto de vagina con vagina es algo mágico, te lleva al cielo sin necesidad de una penetración" después de terminar de leer eso, mi vagina estaba totalmente húmeda, empapada y caliente.

Ya había desabrochado mi pantalón y lo estaba bajando hasta las rodillas junto con mis calzones, estaba acostada con las piernas bien abiertas y mis dedos ya rosaban mi clítoris cuando escucho golpear la puerta de la casa. No preste más atención que esa y seguí en lo mío, estaba masturbándome muy rico cuando siento que habrían mi puerta. Rápidamente tome las hojas de revista y rodé al lado contrario de la cama y me escondí en el rincón. Mi trasero desnudo estaba pegado en el piso y las hojas escondidas bajo mi cama. Quien abrió la puerta era mi madre, me dijo que tenía visitas, pero antes de decir cualquier cosa me miro con esa cara, ella sabía que yo estaba haciendo algo raro, pero no me quiso decir nada.

Yo le di las gracias y dije que iba enseguida, a penas ella salió me puede pie y me subí el pantalón, me fije que mi vagina estaba muy húmeda y el calzón se había mojado, no tuve tiempo de cambiarme así que salí así no más a ver quién era.

Para mi sorpresa quien había llegado era Luna, me sentía feliz de verla nuevamente, pero muy incómoda por la humedad de mis calzones.

-Luna, que bueno que viniste, pensé que no te vería hasta el lunes en la escuela-

-yo igual creí que no te vería, pero mis abuelos me invitaron a salir y les pregunte si podías venir y me contestaron que no había problema, ¿quieres venir?-

La Pasión de FlorenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora