13- El gran Viaje.

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                                Después de mucho correr y arrancar de las viejas que nos maldecían y condenaban al infierno, llegamos a la estación del metro, ahí Luna y yo no podíamos dejar de reír. Estábamos con la adrenalina al máximo y cada instante era mejor que el anterior. Pero lamentable mente ya teníamos que volver y despedirnos.

Luna me pregunto si me gustaría acompañarla al sur, hasta el día de hoy no recuerdo cual fue mi expresión, pero creo que fue asombro y emoción. Obviamente yo me moría de ganas por ir y estar en ese lugar, Luna me había dicho que era un lugar muy lindo, que habían kilómetros y kilómetros de bosque inexplorado para recorrer, tenían caballos y mucho ganado, ella me conto que siempre iban con sus padre, pero que ya ha pasado tiempo que no va y quedo de seguro yo quedaría enamorada de ese sitio.

El problema estaba en que no tenía el permiso de mis padres aun, y si ellos me decían que sí, todavía queda el problema de que no tengo ropa linda para viajar. Pero lo primero era convencer a mis padres de que el viaje sería muy tranquilo y que nada me pasaría, en ese tiempo tenia diecisiete años y todavía tenía que pedir permiso a y mis padres, ellos  se preocupaban mucho por mí, pedir su permiso era a mí parecer  lo más complicado.

-papá... te juro que me portare bien, Luna no es una chica loca y sabré comportarme, te lo prometo... Yo nunca he visto el sur y por lo que me cuentan es maravilloso. Te juro que si me das permiso hare lo que sea después de volver, lo juro, lo juro- rogaba permiso y me valía de todas mis artimañas de niña consentida. Pataletas, pestañeos y hasta lavar la loza. Pero mi padre estaba empecinado en que era muy encima el viaje y él no tenía dinero para comprarme un vestido adecuado, no dejaría que su niñita salga a un ventó así, vestida como una pordiosera. Él siempre decía que yo me vestía pésimo.

-Eso no importa, luna me prestara un vestido lindo, yo solo tengo que ir, tampoco necesito plata- le decía yo.

-estás loca, iras y a costa de esa niña que apenas conozco. ¿No te da vergüenza?-

-no... no me da vergüenza. Ella me dijo que no había problema y yo le creo, además en que gastare si vamos en Camper-

-¿Y qué comerás?, ¿eso no es un gasto?-

-por favor... estas buscando solo excusas tontas- replicaba yo tratando de convencerlo, pero ya a esa altura me estaba enojando, conseguir el permiso se estaba volviendo muy difícil.

Después de mucho rogar y dar mis soluciones a cada problema que mi padre ponía. Su respuesta final fue ¡No!

Ya no tenía nada que hacer, él ya había dado su respuesta final y al igual que una niña me fui a dormir muy enojada. Entre en mi dormitorio y el portazo se escuchó en todo el barrio. Me tire a mi cama como un saco de papas y ahí enterré mi cara y grite mucho.

Al rato ya había descargado toda mi rabia contra mi cama y cojines. La golpiza que les di fue monumental. Lo que más me hacía enojar era que mi padre ni siquiera me dio la oportunidad de contarle como era allá, si me hubiera dejado decirle lo bello que es el sur y que jamás yo he visto algo así, hubiera entendí lo emocionada que me tenía ese viaje, pero no, no hubo caso... yo me quedaría en Santiago mientras que Luna viajaba a ver esos hermosos paisajes del sur de chile. Imaginarla ahí sin mí me llenaba de angustia el corazón. Me preguntaba qué haría ese fin de semana sin ella, sin verla el viernes, sábado, domingo y lunes. Cuatro días en los que ni teléfono tendríamos, ya que me conto que allá no hay líneas.

Me senté en mi cama con los ojos hinchados de tanto llorar, empecé a desnudarme porque tenía que bañarme para dormir y al otro día ir a la escuela. Entes de irme al baño tome varios vestidos que tenía y me los probé uno por uno, la verdad eran solo estropajos frente  ese vestido que Luna había comprado. Ninguno era de seda o alguna de esas telas caras. La mayoría eran de mezclilla y Razo, pareos y faldas de playa con muchas flores y colores. Nada me perecía adecuado para ese matrimonio en el sur.

La Pasión de FlorenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora