4 -Besos y lagrimas

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A la mañana siguiente estaba decidida a conocer a esa chica, hablarle y hacerme su amiga. La soñé toda la noche, en mi mente solo estaba ella, quería saber su nombre, sentir su aroma y averiguar por qué decían que era lesbiana. No quería ser descortés así que buscaría la forma de averiguas eso sin tener que preguntarlo directamente.

Quería entender por qué razón me había afectado tanto la idea de que ella fuera lesbiana. ¿Por qué no se iba de mi mente?.

Cuando llegue al colegio me fui directo al patio donde posible mente la vería. La busque entre los alumnos, mire por aquí y allá, no estaba en ninguna parte, fui a los comedores y tampoco estaba ahí, busque en los baños, estaba como loca buscándola, tenía miedo de que no fuera al colegio ese día y quedarme con las ganas de conocerla.

Después de mucho andar por los patios y salas, llegue a la biblioteca, Abrí la puerta como una lunática. Di un portazo muy fuerte y todos me quedaron viendo, pero no me importo nada de lo que dijeran. Ya que ahí estaba ella, la chica que me éxito a tal punto que tuve el mejor de lo orgasmos tan solo con pensarla.

Finalmente estaba frente a ella y Sentí que flotaba ante su belleza. Ella tenía un libro en sus manos, no recuerdo cual era pero eso da lo mismo, camine directamente hacia ella, quería enfrentarla, Quería abrazarla y decirle que algo me pasaba, que no podía controlarlo, quería preguntarle que me había hecho, qué tipo de encanto había puesto sobre mí, hasta ese día jamás cruzamos miradas, pero algo mágico causo en mi mente. Nunca había sentido algo así por un chico y sentirlo ahora por una mujer me llenaba de dudas sobre mi sexualidad, la cual hasta ayer siempre fue heterosexual Según yo...

Camine muy decidida, Directo a ella, sin pensar, ni saber que diría al saludar. Todo iba bien hasta que por alguna razón tropecé y me fui de cara contra el suelo, por el golpe que me di, la nariz me sangraba mucho, exploto como un tomate al ser pisado por un camión.

Me puse de pie casi de inmediato, di la media vuelta y me fui muy avergonzada. Ni siquiera la mire al levantarme, solo Corrí al baño para lavar mi cara y frenar el sangrado. Mientras me echaba agua en la cara, me repetía una y otra vez que fui una estúpida, la primera impresión es la que queda para siempre y la que yo había dado era patética.

Levante la cabeza para mirarme nuevamente en el espejo y al hacerlo pude ver el reflejo más bello que pudieras imaginar, era una aparición divina, ella estaba parada detrás de mí.

- ¿Estas bien? -Dijo con una voz muy suave y melodiosa.

-¡Sí, No es nada!- Le conteste, mientras me comenzaban a temblar las piernas por el solo hecho de estar frente a ella.

-Cuando caíste, esto salió de tu bolsillo- dijo.

Vi lo que era y quería morir de la vergüenza. En su mano tenía un condón, del golpe tiene que haber caído de mi mochila o bolsillo. Ella dijo que lo recogió inmediatamente, que nadie alcanzo a ver lo que era. Trate de decir que eso no era mío, pero no había excusa, ella lo vio salir de mis ropas.

También me dio un pañuelo desechable para que me secara la nariz, la cual por suerte no sufrió mucho, lo que si sufrió y mucho, fue mi orgullo.

Yo estaba impactada, casi en shock. Tanto Por la caída y por qué ella estaba ahí conmigo. La chica que tanto me había hecho alucinar la noche anterior estaba a mi lado.

Después que salimos del baño, ella no se fue, sino que se quedó conmigo, al caminar por el patio todo el mundo nos miraba, se preguntaba que hacíamos las dos juntas. Nos fuimos a sentar a una banca de madera bajo unos árboles que daban mucha sombra. Ella seguía Preguntando si me sentía bien, decía que a lo mejor era prudente ir al médico, ya que me vio caer de cara al suelo y eso podría ser peligroso.

La Pasión de FlorenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora