Una amiga para URSS

D O C E

— Pequeña, vuelve a casa... Conmigo — Suplico  URSS desde la linea telefonica— Por favor... No te dejes usar por mi hija, te lo suplico...

Ella escuchaba mordiendose los labios, mientras el nazi se mantenia frente al telefono evitando que ella contestara.

— No te dejare contestar Nueva Granada — Dijo el Aleman indiferente.

— Pe-Pero yo...

— Comprendo si no contestas... — Se escucho un susiro — Te quiero... — Y la llamada se corto.

Detras de la latina se escucho un bufido.

— Que descarado es al mentirte de esa forma... — Hablo con amargura Bielorrusia y la pequeña latina la miro confundida — A mi tambien me dijo que me queria, que era su "pequeña bebe" — Hablo la mujer de verde y rojo, para luego inyectar aquel espeso verdosa en el cuello de la latina, la de estrellas dejo escapar un gruñido, mientras sus ojos se volvian de un color verde oscuro y casi al instante volvian a la normalidad — URSS te engaña Nueva Granada, es un mentiroso... — Susurro al oido de la sureña.

***

El hombre de cuerpo rojo suspiro de manera pesada, Polonia lo veia tomando la mano del Ucraniano quien estaba delirando por los medicamentos.

— Sabias que te amo alfombra magica con alas — Dijo sonriente al polaco quien contuvo una pequeña carcajada al escuchar lo que dijo su novio.

Mientras que Rusia y Kasajistan grababan todo riendose por las cosas que decia el ucraniano.

El sovietico los veia con una pequeña sonrisa, pero se sentia vasio por dentro, extrañaba mucho a la latina.

— Oso paladin ¿por que tan triste amigo? — Dijo Ucrania a su padre, quien solo suspiro con pesades.

— ¿Es por la latina? ¿Verdad señor? — Pregunto Polinia curioso. URSS no respondio, no queria hablar de ello.

La puerta se abrio dejando ver a un Estado Unidence molesto, o mejor dicho, furioso.

— ¿Donde mierda esta China? — Le pregunto al ruso, este solo se encogio de hombros y lo miro de reojo — Voy a matar a ese jodido chino... — Por alguna razon desconocida para el sovietico y sus hijos, el odio en la voz del americano no se dio a esperar.

— ¿Ocurrio algo con China? — Pregunto Kasajistan sin mucho interes mientras seguia grabando a su hermano, quien ahora se encontraba sobre los hombros de su novio y cubria sus ojos, mientras gritaba un: "¡Al prado de flores!¡Vamos a salbar al guachinango!"

— Quemo una de mis reservas naturales... — Respondio con amarguara USA y todos lo miraron un poco sorprendidos.

Y de la nada algo callo desde la ventana de la habitación callendo y rompiendo el gran cristal, que no era nada más y nada menos que Cuba.