Cicatriz

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Dos años después.

El tiempo había pasado con rapidez para el trío de amigos. Tadashi se miraba más alto que antes al ya tener trece años, aún le era difícil no agachar la cabeza, pero sentía que había ganado confianza al estar junto a Jack y Elsa, mirándose un poco más seguro de sí mismo y demostrando con el paso del tiempo que él iba a seguir siendo cada vez más confiado en sus decisiones.

Elsa también había crecido más al ya tener también trece años, podía sentir cómo su cuerpo comenzaba a desarrollarse con el paso del tiempo y la mayor prueba para ella era que su pecho ya no era plano como el de un niño, estaba sintiendo que su busto crecía y que, por ende, debía ir a comprar sostenes con su madre cuando fueran de compras y ropa con una talla más grande.

Ambos niños regresan de la escuela estando ahora los dos en secundaria, hablan entre ellos diciendo lo mucho que odian a los maestros que les habían dejado demasiada tarea; conduciendo Tadashi su bicicleta por el bosque mientras Elsa está sentada en el trasportín detrás de él, tomándolo de su playera para evitar el caer, dirigiéndose hacia ese arroyo en donde Jack los esperaba con los brazos cruzados mientras miraba el agua correr frente a él, mirando el sol reflejarse en la traslúcida agua y notando algunos pequeños peces nadar.

—¡Señor Jack!

Jack volteó hacia donde la voz de Elsa lo llamaba, mirando como la rubia bajaba de la bicicleta de su amigo para poder ir corriendo hacia él a toda velocidad, dejando atrás a Tadashi. Mira como ese rubio cabello ya es más largo, llegando hasta debajo de sus pechos, es más alta que antes, sus facciones las ve alargarse más, pero sin embargo seguía siendo la misma de siempre, podía ser más alta y más grande, pero su personalidad seguía siendo la misma.

Ya no se sorprendió cuando ella envolvió su cintura con sus brazos, notando que su cabeza llegaba debajo de su pecho, efectivamente, Elsa había crecido durante esos dos años.

—¡Feliz cumpleaños, señor Jack!

—Sí, como sea.

Miró como la niña quitó la mochila de su espalda, sacando de esta una bolsa de regalo negra, extendiéndosela con una sonrisa. Sin agradecerle por el regalo la abrió, mirando un largo cárdigan negro con capucha, justamente igual al que él usaba todos los días y haciendo que se percate que sus regalos iban mejorando con el paso del tiempo.

Recordando que su primer cumpleaños a lado de Elsa, le regaló una caja de galletas hechas por ella misma, el otro cumpleaños le había regalado un pastel en forma de corazón, pero ese pastel no tenía esa forma romántica que todos conocían, ese era un pastel que tenía la forma exacta de ese órgano, haciendo extrañar a los pasteleros cuando les pidió un pastel con esa forma. Y ahora le regalaba un cárdigan. Todos los regalos habían sido comprados con esos ahorros que ahora los reservaba para poder comprarle algo a Jack.

—Feliz cumpleaños, señor Jack. —lo felicitó Tadashi, bajando de su bicicleta e ir hasta donde estaban. Le extendió una caja de galletas con chispas de chocolate, teniendo en una de las orillas un moño rojo.

Sin agradecerle por el regalo, solo se limitó a tomarlo y abrirlo para poder comer la primera galleta que había. Elsa lo mira con una sonrisa al verlo comer, llevando en una de sus manos la bolsa con su regalo.

—Será mejor que me vaya —aclaró Tadashi—. Hoy será mi primera clase de Karate, así que, por favor deséenme suerte.

—Mucha suerte, Tadashi. —le dijo Elsa.

Tadashi se fue cuando vio un asentimiento de cabeza por parte de su señor, yéndose del bosque al subir de nuevo a su bicicleta y dirigirse hacia esa escuela de Karate, sintiéndose contento al haberle dejado su regalo de cumpleaños a Jack, quien no dejaba de comer de las galletas como si hace mucho no hubiera comido una.

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