Darren
— ¿Es en serio, Peter?—solté al verlo entrar al BookCafe acompañado de Elio.
— ¡Besaste a mi novia! ¡Está es mi venganza!—explotó, rodee los ojos. Ni siquiera recuerdo ese beso de lo borracho que estaba y aun así estoy siendo castigado de esta forma tan cruel.
— ¿Por qué tuvieron que meterme a mí en sus asuntos? Es mi día libre después de no sé cuántas horas y horas y horas de guardia, ¡Quiero dormir!—se quejó Elio.
Debo confesar que siento un poco de lastima por él, lo odio, pero en estos momentos se lo ve totalmente consumido por el cansancio. Tenía una ojera de panda, un rostro pálido y el cabello grasiento de no sé cuántos días sin lavar, deje salir un leve suspiro meneando la cabeza.
La vida de un doctor no es fácil, así que sentí una profunda admiración por él...hasta que recordé que era Elio y se me pasó tal admiración para ser reemplazado por un severo aborrecimiento.
—No hay tiempo para dormir—le comentó Peter, con una palmada en el hombro con la intención de animarlo un poco—Tenemos que ayudar a Darren a recuperar a Sam, así no volverá a besar a la novia de nadie.
—Fue un accidente, ¿Por qué querría besar a Megan? Luego de tantos años finalmente se olvidó de mí, por supuesto no hubiera hecho eso sí estuviera en mi sano juicio. No quiero confundirla y, además, quiero recuperar a Sam. Es todo lo que quiero —explique, colocando otra tanda de ramos de rosas rojas dentro del BookCafe.
—Y yo solo quiero dormir, es todo lo que quiero —se quejó Elio.
—Pues vete—dije yo.
Muy adentro de mí ser quería que se fuera a descansar porque se veía más que lamentable, pero como era Elio poco duraba mi compasión y en cuestión de segundo el desinterés ocupaba su lugar.
— ¿Qué hay que hacer? —manifestó Peter frotándose las manos y recorriendo el BookCafe con ojos de águila, su gran espíritu por ayudar a su prójimo me conmovió, aunque solo lo hacía para no quitarle Megan, aun así, es apreciable.
—Quiero llenar el BookCafe de rosas rojas, quitar todos los libros de los estantes y llenarlas con libros de poesía de amor. El BookCafe permanecerá cerrada por un mes y cada día esos libros de poesía serán reemplazados por otros libros de poesía, también encargue todo tipo de pastel y el tipo de café que le gusta, quiero que llegue todos los días y vea todo eso— dije, orgulloso por mi gran idea romántica.
—Vaya—comento Peter, sorprendido por mi gran ingenio.
—La cagada es enorme cuando uno tiene ese tipo de ingenio—opinó Elio antes de derrumbarse boca abajo en el sofá—Solo olvídala y sigue con tu vida. Es lo único bueno que pudieras hacer por ella— dijo antes de caer en un profundo sueño y quedar temporalmente deshabilitado.
—Tengo un gran impulso de clavar un cuchillo en su yugular, ¿Crees que eso sea normal? —pregunte, sin poder apartar los ojos sobre el cuerpo tendido de Elio en el sofá.
Peter, también se puso a mi lado para observarlo.
—Es Elio, todos tuvimos alguna vez ese impulso—comprendió él, para luego compartir conmigo un suspiro de resignación.
Mientras que Elio descansaba y se paseaba por su quinto sueño, Peter y yo nos pusimos manos a la obra para vaciar los entandes de libros y colocar poesías de amor, pasaron muchas horas y junto con ello cayo el anochecer, sin duda era un gran trabajo que nos llevaría horas, pero si el resultado era recuperar a mi nuez tostada de 1,50 metros, por supuesto valía la pena.
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El verdadero Darren #2
Teen FictionSAGA DARREN (LIBRO 2) "TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS BAJO REGISTRO DE DERECHOS DE AUTOR" Segunda parte de una historia de amor con muchas dificultades por delante, ¿Sobrevivirá el amor a pesar de las adversidades?