Capítulo 57

7.2K 894 375
                                    

REBECCA 

En mi mente siempre hubo la esperanza de reencontrarme con mi familia, también desee en algún momento ser adoptada y tener una madre que me arropé antes de dormir, un padre que trate de ser estricto conmigo pero que termine obedeciendo mis caprichos, hermanos con quienes pelear, reuniones familiares que me dejen recuerdos hermosos que me duren para toda la vida. Ese tipo de sueño me hizo sobrevivir en el orfanato.

Me digo a mí misma que no todos los orfanatos son así, no en todos se pasa hambre, no en todos los orfanatos te obligan a bañar con agua fría en invierno, no todos los orfanatos tienen a niños resentidos que te hacen la vida imposible como si tuvieras la culpa de que estuvieran en ese lugar en la misma situación en la que tu estas.

Creo que algunos de los niños en los orfanatos que nunca fueron adoptados como yo empezaron a odiar aún más el mundo, no había pizca de emoción en sus rostros, niños perdidos en busca de un hogar. Eso éramos.

Pero yo nunca perdí mis esperanzas, algunos abandonaron sus emociones para poder sobrevivir, sin embargo, yo me aferré a mis emociones porque era la única forma de sentir que estaba viva.

Cuando cumplí los dieciséis años me escapé del orfanato y eso fue el comienzo de otra supervivencia en el mundo exterior. Tampoco me fue bien, de hecho, me fue peor. Conseguí un trabajo de medio tiempo como mesera, y pagué un piso donde escaseaba cualquier tipo de comodidad básica.

Estaba viviendo como podía cuando conocí a una chica, su situación era diferente a la mía, ella se había escapado de sus padres, venía de una buena familia en donde según ella la sobre protegían -Tal vez eso sea mejor que no ser protegida por nadie, pero ella no sabía hasta ese entonces lo que era estar vulnerable en este mundo sin nadie a tu alrededor a quien le importes- En fin, conseguí también un trabajo para ella en el restaurante, y nos mudamos juntas, ya que, compartir los gasto resultaría conveniente para ambas.

Fui feliz por primera vez, me enamoré, y me sentí amada, y pensé que todo el infierno que había vivido en el orfanato era solo un mal sueño, pero nada de eso duro mucho tiempo. Ella conoció a un tipo, y se fue con él. En ese entonces pensé que la vida estaba encaprichada conmigo y que jamás sería realmente feliz. Hasta que conocí a Lily, y nuevamente sentí que la vida me sonreía, con ella todo es diferente...ella es la mujer de mi vida.

Mi sueño finalmente se hizo realidad, porque además tenía a mis hermanos y ellos también me querían, solo existe un problema. Bueno, creo que hay varias.

Para empezar, nuestro padre no es un buen hombre y luego mi hermano mayor, o sea, Logan, está profundamente resentido con él y a pesar de nuestros miles de intentos de hacerle cambiar de opinión para olvidarse del pasado y vivir y disfrutar del presente es simplemente irrelevantes para Logan.

Por más que tratemos de hacerle entrar en razón, no podíamos, Logan estaba en una profunda sed de venganza hacía Adam, y era imposible hacer algo al respecto.

— Tu eres una maldita mentirosa, eres igual que tu madre. Una perra molesta, ¡¿Que pretendías entrando a trabajar en el club?!— escupió entre dientes, Adam, y luego me ofreció una bofetada. No es la primera vez que alguien me golpea, así que lo soporte de la mejor manera, ni siquiera pestañee.

Logan jadeo, y dio pasos hacía Adam, él estaba transformado en odio y lo único que sus ojos azules transmitían era repugnancia hacia su propio padre biológico. Y de vez en cuando me miraba enfurecido, ya que eche a perder todo su plan al confesarle a Adam de que éramos sus hijo.

Honestamente, no sé si hice bien en revelarle toda la verdad, pero era la única forma que encontré para acabar con la locura de Logan, pero aun así temía de lo que pudiera pasar está noche, el ambiente era muy tenso y había mucho odio en los ojos de Logan.

—El único hijo que reconoceré es a Darren —manifestó Adam — Ustedes no son más que basura que nadie quiso recoger, y mucho menos lo haré yo.

— ¿Cómo puedes decir eso?¡Eres nuestro padre!— dije enfurecida y con ganas de estallar en llanto.

Una risa burlona se dibujó en los labios de Adam y dijo.

— ¿Una puta como tu creé que será reconocido por mi como hija? Tu y este loco no son más que escorias.

— ¿Piensas que Darren por ser un Li te servirá para tus negocios? — escupió Logan, y rompió a carcajadas — No sabes quién es realmente tu hijo favorito. Él es diferente. Él es tu fin.

— No lo es. Es igual que yo. Sabe de negocios, tiene visión y no es una basura como ustedes dos. Él y Klaus son mis únicos hijos, ¡Yo a ustedes jamás reconoceré como hijos míos!¡Son escoria como sus madres y no los quiero en mi vida! ¡Lárguense!

— La única basura acá eres tú, ¡Maldito imbécil!¡Nunca pude olvidar tu rostro! Por tu culpa mamá hizo lo que hizo y nos destruyó a todos, ¡Tú tienes la culpa de todo!¡Y voy a matarte!— le gritó Logan, propinándole un puñetazo en la mandíbula.

Al ver que la situación no hacía más que empeorar me escondí detrás del mostrador y llame a Darren, él tardo en coger mi llamada y en tanto esos segundos que tardaba en responder mi corazón golpeaba mi pecho por los nervios palpitantes. Faltan unas cuantas horas para abrir el club y en esas horas que faltaban temía de lo que fuera a pasar entre Logan y Adam.

Las discusiones, las peleas y los golpes entre ellos eran cada vez más constantes y por supuesto no había forma de detenerlos, espere ansiosa a Darren con la esperanza de que él pueda detener toda esta locura, frenar a estos dos que parecía que en cualquier momento terminaría con la vida del otro.

Pero nunca pensé que la llegada de Darren empeoraría todo y que esto tendría un final inesperado. Nunca pensé que en el intento de hacer las cosas bien terminaría arruinando todo...

El verdadero Darren #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora