Capítulo 15

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NUEVA VERSIÓN
SAMANTHA

Ensanche un poco más los ojos para poder visualizar mejor lo que tenía delante de mí, en este un año y seis meses que llevo trabajando en el BookCafe nunca había visto el lugar tan lleno, ni siquiera venían más de cinco personas al día.

No es un lugar popular y daba más pérdida que ganancia, fue por eso por lo que el dueño se deshizo de este negocio tan pronto como Darren se ofreció a comprarle, para el anterior dueño ese fue una oportunidad imperdible.

Y cuando empezó a correr la voz de que Darren Li, heredero del Grupo Li, compro el BookCafe, el negocio se hizo popular de noche a la mañana y el lugar se empezó a llenar día tras día.

— ¿Puedes ver lo que hace un buen café? Aunque te suene loco para que una cafetería tenga éxito necesita indudablemente un buen café—dijo Logan en su habitual tono burlón, levantando una de sus pobladas y perfiladas cejas.

Miré sus ojos azules como manantiales cristalinas y suspiré levemente.

Debería acostumbrarme a verlo, ya que lo he visto diariamente estos últimos días, sin embargo, existe una punzada en mi corazón que me deja intranquila con su presencia.

Cada vez que lo veo, siento una daga atravesar mi pecho, no duele, pero molesta, incomoda y la sensación es desagradable.

—Un buen café y una barista que sabe lo que hace es infalible para el éxito de una cafetería, sin mi ayuda esto no triunfaría jamás—observó orgulloso, echándose flores así mismo.

Quise terminar con su arrogancia y fui franca.

—No es por eso, es por Darren. Estas personas solo vienen porque esta cafetería pasó de ser un insignificante BookCafe a una "La cafetería que Darren Li, compró"

—Para su novia—añadió él y sonrió burlón— Y como dueña, no deberías de regocijarte y mejor ayúdame, lleva este café a la mesa tres—me ordenó, como si fuera mi jefe.

Asentí obediente con la cabeza y me puse el delantal para empezar a trabajar. Todavía me costaba entender porque Logan venía  al BookCafe para "ayudarme" tengo muchos pensamientos sobre ello, sin embargo, por alguna razón evito pensar en las posibles discernimiento de su acción, como si temiera llegar a una conclusión difícil de digerir.

Como Logan y yo éramos los únicos que estaba trabajando en el BookCafe tuvimos mucho trabajo, el lugar se llenó y casi fue imposible manejar las cosas solo nosotros dos.

Aun así, lo hicimos y el largo día terminó con finalmente, con las piernas adoloridas y un intenso dolor de espalda llegó la hora de cerrar y nunca me sentí más feliz y aliviada.

—Realmente necesitamos más ayuda, no podemos manejar el lugar nosotros dos—manifesté sentándome en una de las mesas luego de limpiar todo y dejar (según yo) todo en orden, porque mi compañero seguía obsesivamente ordenando y limpiando—Es imposible atender a tantas personas, definitivamente necesitaremos contratar más personal—pensé.

Logan, estuvo de acuerdo conmigo con un sonido y siguió con lo suyo, guardó esto y aquello, volvió a limpiar  las mesadas que yo ya había limpiado, también volvió a ordenar  los libros  que yo había dejado (Según yo) perfectamente y luego acomodo las almohadas del sofá, sacudiendo y pasando toallas húmedas desinfectantes por todo el sofá.

En estos días trabajando a su lado me di cuenta de que es demasiado perfeccionista y un poco maniático con el orden, puede mover cientos de veces algunas cosas de su lugar hasta que finalmente quedé como le gusta, es muy minucioso hasta con los pequeños detalles y a diferencia de su aparecía de chico malo e indiferente es muy responsable y bueno en su trabajo. Es disciplinado, pero también un obsesivo compulsivo con el orden.

El verdadero Darren #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora