Érase una vez, en un muy lejano reino, donde losanimales reinaban sobre la tierra, el Rey León se enfrentaba a una difícildecisión. La reina había alumbrado a la vez a tres príncipes, pero solo uno deellos podría reinar. El hermano del rey, y tío de los príncipes, era un leónmuy previsor y apuntaba a la corona, por ello le sugirió a su hermano que lospríncipes superaran algunas pruebas, pero como su majestad podría ser muyblando al tratarse de sus hijos, él mismo se encargaría de prepararlas. El rey queera sabio, pero con un gran apego y cariño por su familia que nublaba siempresu juicio, aceptó de buen grado la ayuda de su hermano. Cuando los príncipestuvieron la edad de valerse por ellos mismos, su tío los mandó a un viaje paracomprobar su valía y capacidad de ser rey. El primer príncipe era muy fuerte,el segundo príncipe era muy sabio, pero aborrecía la violencia y el tercer príncipe,aunque tenía una salud delicada era muy valiente. El viaje consistía encapturar a Renard, el animal más sabio y escurridizo del reino. Lo que nosabían es que su tío había contratado a unas hienas mercenarias para queacabaran con sus sobrinos por el camino para evitar que volvieran a palacio. Perosu plan ya estaba muy premeditado, el tío llevaba algunos años envenenando pocoa poco al Rey, pero su salud no se había resentido hasta el día de la partidade sus hijos, que cayó en cama sin que ningún médico supiera que le ocurría. Elestrés y el desasosiego susurraban algunos. Los tres príncipes que eran unoshermanos muy bien avenidos no tardaron en localizar el escondite del zorro. Renardque, aun con su apariencia vieja y harapienta, era más listo que el hambre, sehabía enterado de su cacería y los esperaba en un lugar donde si su negociaciónsalía mal, tendría muchos sitios por donde escapar. Se presentó frente a elloscon todo el respeto con el que se puede tratar a la realeza y se ofrecióvoluntariamente a su captura. Los príncipes no estaban de acuerdo con esarápida rendición puesto que era una prueba para determinar el próximo rey. Renardse excusó con problemas relacionadas a la edad. El primer príncipe sugirió quehuyera y que ellos le perseguirían en una carrera, el segundo optaba por algomás diplomático como una partida de ajedrez mientras el tercero prefería laopción del viejo zorro. Antes de llegar a una conclusión fueron atacados por lashienas, quienes habían estado ralentizando el viaje de los príncipes poniendotrabas, trampas y enviándolos por caminos peligrosos. Cansadas de eso,decidieron atacar directamente, emboscándolos en el punto de encuentro conRenard, pero los jóvenes leones pensaron que era parte de la prueba y que lohabía planeado el zorro. Aunque les superaban en número, al primer príncipe nole costó nada deshacerse de todas las hienas que llegaron. Mientras el segundoy tercer príncipe retenían a su presa. Al acabar, las hienas confesaron todo loque sabían, pues no eran muy inteligentes y pensaba que habían sidodescubierta. Al principio, los leones no se creyeron sus palabras, pero Renardtambién conocía la verdadera naturaleza de su tío, quien seria capaz de matar asus propios sobrinos e incluso a su hermano con tal de tener más poder. Lo juróbajo su nombre de noble, pues en el pasado regentaba el titulo de duque y erael profesor privado del hermano del rey. Renard fue acusado de actos que él norealizó por parte de su alumno, pues había descubierto que estaba intentandousurpar el trono. Por desgracia nadie le hizo caso, el Rey confió en su hermanoy el zorro fue despojado de todo y arrojado a las calles. Desde entonces suvida había estado en juego y se dedicó a huir para sobrevivir de los intentosde asesinato. Esta cacería, de los leones por el zorro, era otra más paraintentar eliminarle. Solucionado el malentendido, los cuatro partieron haciapalacio. El viaje fue más rápido, ya que no había hienas entorpeciendo lasrutas. No les dio tiempo a saludar, cuando la Reina llegó para avisarles de lamala condición del Rey. El tío se sorprendió al verlos llegar a los tres sanosy salvos junto con el zorro vivo. Mandó apresar a Renard, pero los príncipes loimpidieron. Entraron los hijos y se arrodillaron los tres junto a la cama de supadre. El rey León se llenó de jubilo al ver a sus hijos sanos y salvos,entonces estés le contaron lo ocurrido durante su viaje. El rey se disculpó porser un mal padre y no haberse percatado de esa hostilidad hacia ellos por partede un familiar tan cercano. De todas formas, el rey ya se había olido algo yhabía fingido enfermarse para ver qué ocurriría en palacio sin él. La Reina yale había informado de los extraños movimientos de su hermano con intención degobernar. Los soldados encontraron varios tipos de venenos en los aposentos desu hermano, por lo que no se tardó mucho en celebrar un juicio contra él. Eltraidor no entendía como el rey no estaba afectado por el veneno, y lo ciertoera que la Reina sabia del veneno y le suministraba los antídotos en secreto,pues no tenía pruebas contra el hermano hasta ahora. Aunque todos los cargosindicaban pena de muerte, el rey era incapaz de hacerle eso a su propio hermano,por lo que lo desterró de su reino, despojándolo de todo lo que tuviera yyéndose solo al exilio. Restauraron la posición de Renard en palacio y estesugirió una solución al problema de sucesión: Los tres se complementaban, silos tres trabajaban juntos, el reino se llenaría de dicha. Y así fue, duranteel reinado de los tres hermanos, el reino creció prospero y lleno deabundancia. Y colorín colorado este cuento se ha acabado.
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Caperucita roja y otros cuentos
Cerita PendekUna forma distinta de escribir el cuento de "La caperucita roja" con un final inesperado. ¡No os perdáis otros interesantes cuentos!