Caperucita roja, la cazadora de lobos

1.2K 55 0
                                    

Caperucita roja quien se dirigía hacia casa de su abuelita, se enteró por el leñador, que está había sido devorada por un lobo.

Caperucita no se quedó de brazos cruzados y decidió salir a buscar venganza, sus padres se oponían, por eso se fue a vivir con su tío, el cazador. Pasó duros años aprendiendo todo lo posible de la caza de lobos y consiguió la piel de muchos de esos ejemplares, pero ninguno entraba en la descripción del asesino de su abuela. Su tío vio su potencia en la caza y la animo a que cazara otros animales, pero ella solo pensaba en aquel lobo.

Un día, la madre de caperucita llegó a casa del tío para decirles que el lobo se había cobrado otra vida. Una vecina que vivía cerca de la casa de la abuela de caperucita roja había sido atacada por un lobo. Eso le dio una idea a la chica, por eso empezó a vivir en casa de su fallecida abuela, y viviría ella sola, para que así hubiera más oportunidades de que el lobo apareciera.

Los días pasaban y seguía sin haber rastro del lobo asesino. Pero una noche un fuerte aullido retumbo por el bosque. Caperucita armada con su escopeta y su cuchillo salió rápidamente de casa y empezó a avanzar entre los arbustos. Noto una presencia a su espalda y se giró; y ahí estaba, a pocos metros de ella, un espléndido ejemplar de lobo, negro como la oscuridad y con unos fulminantes ojos azul pálido. Por unos segundos se quedaron inmóviles, pero enseguida la chica abrió fuego contra el animal, pero este escapo fácilmente.

Empezó la persecución, el lobo era rápido y conocía el terreno, pero caperucita también tenía su práctica a la hora de seguir a los lobos. Muchos fueron los disparos, pero el lobo seguía esquivándolos escondiéndose entre los árboles. Entonces en un descuido, la chica resbaló y quedo suspendida en el aire agarrada de una rama. Pronto cedería y se mataría contra el suelo, a unos cuantos quilómetros de sus pies. Maldiciéndose por no haber conseguido cazar al lobo, esté apareció y agarrando el brazo de caperucita, la consiguió subir. La muchacha tuvo que recuperar el aliento, pero el lobo le indico que le siguiera. Ella no entendía muy bien que es lo que acababa de pasar, así que con cierta distancia de seguridad siguió al animal. Llegaron a una casa, donde habitaba una amiga de la difunta abuela de la chica. Por la chimenea salía humo, pero todo estaba muy silencioso, entonces se abrió la puerta y de ella salió el leñador. Caperucita viendo al leñador, salió a saludarle, pero entonces vio que cargaba con él un hacha manchada de sangre. Entonces lo comprendió, el lobo no había matado a esas personas, le habían echado la culpa. El leñador era quien dijo que fue un lobo quien ataco e incluso lo describió.

El leñador que había sido pillado, ataco a caperucita, está no le dio tiempo a reaccionar. Cuando pensaba que le había llegado la hora, algo cayó al suelo. El lobo la había protegido por segunda vez. Aquel hombre saco el hacha del cuerpo inerte del animal y volvió a intentarlo. Ya no tuvo tanta suerte, la chica llena de cólera, cargo contra el leñador clavándole el cuchillo. El hombre se desplomo de espaldas. Caperucita se quedó inmóvil.

Cuando llegaron los del pueblo, la chica les explico lo sucedido. Enterraron al leñador en el cementerio y, cerca de la casa de la abuela de la chica, al lobo. Entonces caperucita se percató de que era una loba. Se pasó el día entero buscando por todo el bosque hasta que dio con el refugió de la loba. Allí encontró lo que temía, dos cachorros que aullaban por el hambre. Caperucita decidió quedarse en casa de su difunta abuela y criar aquellos dos indefensos lobos hasta que tuvieran la edad para vivir solos. Y colorín colorado esta historia se ha acabado.

Caperucita roja y otros cuentosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora