Temporada de Quiddich y Otras Aventuras 2/3

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Yoan se removió inquieto en la cama. Malía se reía de forma macabra mientras afilaba los cuchillos, la parrilla encendida los esperaba. Había piernas y brazos de sus difuntos compañeros regados, listos para que la capitana los devorara. La cabeza de Ariel rodó hasta sus pies.

Se incorporó sudoroso. Había sido una pesadilla.

-Yoan, ya es hora.- Aimar le habló desde la puerta con el uniforme puesto.- No querrás llegar tarde.- Le alentó a ponerse de pie.

-Ya voy.- Dijo el golpeador, secando el sudor de su frente.

Ambos equipos estaban desayunando en el gran comedor, Ariel, Issy y Miranda estaban tan nerviosas que no querían comer ni un bocado.

— ¡Tienen que tener energías para volar en la escoba! — Reprochó Laura por quinta vez. — No pueden desmayarse.- La golpeadora puso comida frente a ellas, animándolas.

Aimar, Yoan y Malía se encontraban puliendo las últimas estrategias que usarían durante el partido, las serpientes no sabían lo que les esperaba. Mientras tanto el equipo de Slytherin desayunaba relajado, ya habían planeado sus jugadas con anticipación y estaban bastantes confiados con el partido.

Cuando llegó la hora todos se sentaron en las tribunas, Rosie se había sentado en primera fila para analizar cada uno de los movimientos de sus rivales y a la vez alentar a sus amigos.

— ¡Bienvenidos, damas, cabelleros, profesores, alumnos sexys, el partido está a punto de empezar y la tensión está en el aire! — Comentó Milo. — ¡Y el momento que todos estamos esperando llegó, la quaffle en el aire pasa a ser posesión del equipo de las serpientes!—

Rosie siguió con la vista a Sara, ella era la más rápida de las tres cazadoras de Slytherin, pero Sebs era mucho mejor a la hora de esquivar a los demás cazadores, mientras que Diana parecía una experta robando la quaffle, el capitán se acercó a Malía con toda velocidad y lanza anotando los primeros diez puntos para su equipo. Rosie desvío la vista hacia Malía extrañada, podría haber atrapado esa quaffle con facilidad, los ojos de su amiga brillaban, lo que significaba que tenía un plan contra las serpientes.

Después de los primeros veinte minutos, la capitana del equipo de Ravenclaw pidió un tiempo para reorganizarse, el marcador iba 60 a 30 a favor del rival, Yoan remarcó a los golpeadores, los puntos débiles de Vic y Andrea, eran descuidadas cuando los nervios se apoderaban de ellas, Issy quien estuvo atenta a la cancha y a los jugadores le sugirió a Ariel, Aimar y Miranda que usen la estrategia que habían estado practicando por semanas.

Todos asintieron y volvieron a la cancha. Rosie estaba ansiosa de ver cómo las águilas saldrían de tal aprieto. Laura empezó a dirigir las bludgers a los jugadores que parecían estar desconcentrados mientras que Yoan las llevaba hacia las golpeadoras en el momento que se distraían, la pequeña leona considero que fue una buena observación y un gran cambio, ya que podía ver cómo las bludger que golpeaban sus amigas de Slytherin a penas alcanzaba a los otros jugadores; gracias a eso los tres cazadores habían anotado una vez, aunque las serpientes no se quedaban atrás por lo que el tanteador anunciaba 70 a 60 a favor de Slytherin y la snitch aún no daba señales de vida.

Sebs frunció el seño. El ritmo del partido estaba cambiando y eso no era para mada conveniente.

Ravenclaw tenía la quaffle. Los tres cazadores se juntaron y empezaron a mezclarse y pasarse la quaffle entre ellos, Rosie trato de seguir con la vista la pelota de cuero, era como ver uno de esos juegos de feria donde tenías que seguir al vaso que escondía la pelota para ganar, si sus ojos no le fallaban el último que tenía la quaffle fue Aimar, h al parecer Diana había pensado lo mismo que ella cuando se lanzó hacia él, seguida de Sara. Gran sorpresa se habían llevado los cuatro cuando descubrieron que Laura era la que se había adueñado de la pelota marcando así el empate del partido.

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