Puertas Adentro

Los Guerreros del Dragón

Al día siguiente, los rumores sobre que un grupo de ocho estudiantes se había enfrentado a un dragón corría por todos los pasillos, los alumnos de los años medios como Yoan y Nico se preguntaban porque no se habían sumado al grupo, mientras que los más pequeños estaban impresionados de las hazañas de sus ahora “héroes”, Valeria, Bianca, Alen y Juan José, un pequeño grupo de águilas de primer año,  recorrían el castillo en busca de este grupo o específicamente de dos personas, sabían perfectamente que Amara y Malía, dos alumnas de su misma casa eran parte de esos guerreros, según lo que habían escuchado de los rumores de sus compañeros de Hufflepuff.
Mientras tanto los chicos del grupo del ataque del dragón estaban sentados en el patio, Amara aplicaba una dosis más a los chicos que habían sufrido quemaduras un poco más graves.
-¿Ven por qué las reglas están por algo? – Negaba la prefecta mientras envolvía el brazo de Marcos.
-Ya te pedimos disculpas, pero sabes perfectamente que mi sueño es ser dragonologista. – Constestó Malía en un murmuro.
-Pero eso no significa que tienen que arriesgar su vida. – Reprocha la prefecta de Ravenclaw.
-¡Era nuestra oportunidad de ver un dragón! – Insistió Fernando.
-¡No podíamos desperdiciarla! – Agregó Rosie. La pelinegra revoleó los ojos y miró a Andrea, Sebs, Marcos y Joaquín. El Slytherin y el Hufflepuff se encogieron de hombros.
-Yo solo quería ayudar al dragón, ¿No lo viste?, parecía asustado y perdido.
-Yo simplemente fui porque no quería que nada le pasara a... todos. – Se excusó Andrea.
Amara iba a seguir con su discurso de porqué los dragones son peligrosos y sobre que deberían valorar más la vida sin dejarse llevar por su impulsividad cuando el pequeño grupo de primer año llegan hasta ellos.
-¡Miren allá!, ¡son ellos! – Chilló Juanjo mientras señalaba con su pequeño dedo señaló Juanjo al grupo de 8. – Son los guerreros dragón.
Los mayores quedaron estupefactos, no sabían que tan rápido habían corrido los rumores, ni siquiera sabían que ahora su grupo se llamaba “guerreros dragón”, a Sebs no le parecía un buen nombre, así que puso su sonrisa más arrogante.
-No sabía que tenemos un club de fans, pero no nos llamamos “guerreros dragón”, somos... – Marcos lo miro y ambos chocaron los puños como forma de aprobación.
Los niños de primer año se acercaron y miraron con admiración al grupo, Bianca se sentó al lado de Amara y Marcos, Alen al lado de Fernando y Rosie, Valeria entre Sebs y Andrea y el pequeño Juan José entre Malía y Joaquín. El joven niño de once años no paraba de hacer preguntas sobre lo que vivieron, que había pasado con el dragón, que se sintió estar en frente de uno, que pasaría si el hechizo de ellos no hubiese sido suficiente, mientras que las chicas se mostraban más tranquilas.
Una vez satisfechos, el pequeño grupo de águilas se acercaron a los mayores con una propuesta.
-Antes de irnos, queríamos preguntarles algo… - Empezó hablando Alen.
-Si, por supue… - Amara fue interrumpida por un ansioso Juan Jose.
-¿Podrían darnos clases de duelo? ¡Queremos saber defendernos para tener aventuras como ustedes! – Habló rápidamente, la prefecta iba a protestar una vez más por la travesura que no deberían haber hecho pero esta vez Marcos la interrumpió.
-Nos encantaría enseñarles como pelear. – Dijo con una sonrisa que la contagió a los demás. – Pero estamos muy ocupados con los TIMO que tenemos este año. – La sonrisa que tenían se les fue borrando poco a poco.
-Pero tal vez los demás puedan ayudarlos, ellos también estuvieron presentes. – Agregó Malía.
-Pero no se lucieron tanto como nosotros. -  Terminó Sebs haciendo que las chicas rueden los ojos. Amara rió, Sebs jamás cambiaría...
Los pequeños giraron sus cabezas al grupo de tercer y cuarto año que debatían con la mirada si aceptar la propuesta o no, esperanzados y ansiosos de una respuesta positiva por parte de los estudiantes mayores los pequeños siguieron hablando para convencerlos.
-Prometemos hacer nuestro mejor esfuerzo y no meternos en problemas. – Rogó Bianca. Rosie sonrió.
-Claro, lo haremos, nosotros fundaremos el club de duelos. – Aceptó Andrea con una sonrisa mientras abrazaba a sus amigos.
–Corran la voz, díganle que los interesados en aprender como defenderse pueden asistir los viernes en el salón de transformaciones abandonado del cuarto piso.
–Alto ahí. – Interrumpió Rosie. – Los viernes por la tarde hay entrenamiento de quidditch y no pienso posponerlo. – Dijo con una sonrisa y su mirada se dirigió a Malía quien le guiño un ojo en respuesta.
–Bueno, entonces los domingos por la tarde, no se olviden de llevar sus varitas, voy a ver si puedo conseguir un par de pociones por si las moscas.- Rosie miró con ojos de perrito mojado a Amara.
-No.
-AMI POR FAVOR.
-No.
*Nota al pie: Amara terminó haciendo las pociones de todas formas.*

Los novatos asintieron y salieron corriendo en busca de sus compañeros de Hufflepuff para que divulgaran el anunció de la fundación del club y que la primera clase sería el domingo por la tarde.
-Suerte con los mocosos el domingo, nosotras tenemos que ir a estudiar. – Hablo Amara mientras se levantaba de su lugar y notaba la cara de su amiga. – No me hagas usar un levicorpus. – Ante la amenaza se levanto inmediatamente.
-Ustedes deberían hacer lo mismo, ¿Piensan venir o qué? – Los chicos se miraron.
-Pero todavía tenemos tiempo para estudiar, podríamos relajarnos e ir por unas cervezas de mantequilla. – Sebs le guiño un ojo a su amiga.
-n0. Nos vemos más tarde. Y por cierto, deben pedir permiso para fundar un club de duelo, no olviden que las reglas del colegio dicen que...
-No debemos usar hechizos de cualquier tipo sin la autorización y supervisión de un docente encargado...- La imitaron al unísono.
-OIGAN!- La prefecta frunció el seño.- Como sea, se los encargo. Besos!- Hizo una seña con la mano y se fue.
-Y ahora qué hacemos?- Dijo Rosie.
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-¿CÓMO SE SUPONE QUE OCHO ALUMNOS DE NUESTRO COLEGIO FUERON TAN IRRESPONSABLES DE IR AL BOSQUE PROHIBIDO Y ENFRENTAR A UN DRAGÓN?- McGonagall no podía estar más furiosa.
-Ya le dijimos, profesora. Sólo fuimos nosotros.- Dijo Andrea, consciente de que si decían una sola palabra de los alumnos de quinto año, serían expulsados antes de decir Nox.
-Los rumores dicen que fueron ocho alumnos.- Dijo la profesora mientras intentaba guardar la compostura.- Y si el río suena es porque piedras trae.
-Bueno... Las noticias falsas vuelan mejor que una Nimbus, profesora...- Joaquín habló por primera vez.- Pero sólo fuimos nosotros cuatro... Andrea, Fernando, Rosie y yo...
De pronto los ojos de Fernando se iluminaron como ampolletas.
-Fue idea de Kandy, profesora, ella sugirió la idea de que había un dragón.- Aseguró.
Todos rieron internamente mientras Minerva abría los ojos como platos.
Iba a ser una tarde divertida.
Aunque perdieron 50 puntos cada uno, sus amigos de quinto año estaban a salvo.