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Miro por la ventana y la ciudad parece arder gracias al atardecer, supongo que Leo no pudo venir...

Camino de vuelta a mi sillón.
La pregunta que me hizo Leo revolotea en mi mente como polilla.

—¿Planeo seguir estudiando después de que Mikey termine??? —enciendo un cigarrillo.

La verdad es que yo cabalgo sobre sueños inecesarios y rotos, prisionero e iluso de está selva cotidiana, y cuál si fuera una nube esculpida sobre el cielo, dibujo insatisfecho mis huellas sobre el invierno, porque no tengo tiempo de cambiar mi vida: la máquina me ha vuelto una sombra borrosa, y aunque muchas personas consideran que aún puedo seguir, tal vez él cansancio de hacerlo me lo impide ¿Porqué alguien juntaría dinero sin propósito? ¿Porqué alguien alargaría su vida de más si no existe un futuro?

Toc toc

—Adelante.

—Hola, es muy tarde para haber venido? —pregunta el simpático chico que me llevo ayer a su casa.

—No, de echo planeaba seguir esperando, siéntate —lo invito.

Se sienta en el sillón frente a mí con la cabeza agachada, creí que habíamos mejorado respecto a la confianza entre nosotros.

—Fumas? —pregunta.

—No demaciado, y tú?

—Ja! No —levanta un poco la cabeza.

Apagó mi cigarrillo sobre el senicero en la mesa a lado mio.
Así que era eso lo que ocultaba— ¿Qué te ocurrió en la mejilla? —pregunto.

—A... Emm... Un chico se atrevió a golpearme —se toca la mejilla toscamente, pero su expresión demuestra que le duele.

—Y lo golpeaste —asumo viendo sus nudillos lastimados.

—Sip, no encontré otra salida.

—Dejame ver si tengo un botiquín por aquí.

—No, no te preocupes esto ni siquiera me duele, se está haciendo muy tarde ¿Porqué no mejor empezamos con la consulta? —dice antes de que me levante a buscar.

—Bien entonces Leo... hoy quiero que me hables de tu padre.

—Mi padre? Adoptivo?

—No, tu padre antes de él.

—A... —la sonrisa que traía se desvanece y se torna serio— Bueno, seguramente has escuchado sobre él, su nombre es Oroku Saki, mejor conocido como Destructor.

Qué?! Habla del loco que salió en las noticias hace tiempo!— Era el hombre que intentó crear un ejército de mutantes??

—Si, justo ese —contesta muy tranquilo.

—Escuché que está en la cárcel.

—Aja.

—Cuentame Leo ¿Cómo era tu vida cuando estabas con él?

—... Hay muchas cosas que no recuerdo, pero puedo decir que estoy mejor ahora.

—¿Cómo era él?

—Era un hombre exigente, si no hacías las cosas como quería te hacía sentir mal hasta que lo terminabas haciendo.

—¿De qué forma lograba hacerte sentir mal? —paso la hoja de mi libreta de apuntes.

—Mi padre era... Algo parecido a un experto manipulador...

—Oh manipulación oscura... —anoto en mi libreta— ¿Cómo supíste que era un manipulador?

Broken BrainDonde viven las historias. Descúbrelo ahora