Sentado sobre la cama: las manos me sudan y me tiemblan.
¿Volverás? ¿Y que tal si no lo haces?— ¡Contéstame maldición!!!¿El doctor me curo?
¿Ya no hay nadie en mi cabeza? ¿Qué tal si nunca lo hubo?El pánico invade mi mente y mis ojos vigilan la puerta porque alguien cruzará por ahí en algún momento... ¿Lo hará?
¿Qué hago?!! Miro la mesita de noche y el cuchillo que está sobre ella parece gritarme que lo tome y termine pronto con mi sufrimiento antes de que alguien más lo haga más grande.
Cierro los ojos intentando ignorar sus palabras... ¿Debería hacerlo?No! Debo tener en mente la razón por la que aún debo existir: mi padre "La rata" como le llamas, debo existir por él: a él le importo, a él le preocupo, me acepta como su verdadero hijo y daría lo que fuera por mí. No puedo abandonarlo: siempre me cuenta lo especial que soy para él, dice que soy su único hijo y que desea siempre lo mejor para mí...
Aprieto mis manos contra mis ojos intentando detener mis lágrimas— L-leonard te necesito...
Abro los ojos nublados por el llanto pero debo llamar al doctor: si él me curo, si él me quitó a Leonard: tal vez él pueda hacerlo volver.
—Hola?... —contesta con voz adormilada.
—D-doctor... N-necesito que me ayudes... —vuelvo a romper en llanto sin querer, y al no poder explicar nada solo le suplico su ayuda.
—Leonardo? Es-estas en tu casa? Estás bien? No te muevas voy para allá.
Colgó... ¿Me abandonó? ¿Me ayudara? No creo que venga, ESTOY SOLO!
Pegó la libreta contra mi cabeza lo más fuerte que puedo intentado distraer mi dolor mental con el físico.
¿Qué voy a hacer?! No lograré pasar está noche sin ti!!Miro la cuidad detrás del ventanal intentando buscar alivio en la luz roja de la antena más alta.
—Lo recuerdas Leonard? Recuerdas cuando mirábamos la luz Roja desde nuestra cama cuando éramos niños? —bajo de la cama para acercarme— Era la única cosa que nos brindaba paz y tranquilidad, era la única cosa que lograba hacernos sentir protejidos de todo... hasta de nuestro propio "padre"
¿Estamos bien no Leonard? Mira la luz, dime qué estamos bien...Descalzo frente al ventanal tocó el cristal deseando estar más cerca de la antena contal de hacerte decir algo.
—La luz nos protege Leonard, regresa, no volveré a hacer algo que te perjudique...
Tu silencio me mata, y bajo la mirada logrando ver lo lejos del suelo que estoy, el cristal se siente cada vez más delgado: como si en algún momento fuera a desaparecer para dejarme caer sobre la nada. Y tal vez no es una mala idea...
—Leonardo!!!
Ver la puerta abrirse tan bruscamente me aterra tanto que al intentar huir: me apego más al cristal y cierro los ojos intentando no mirarlo, sabía que vendría ¿Qué hará? ¿Me lastimara?
—Leo!
Me sujeta del brazo y me jala hacía atrás.
Debí haberme lanzado por el ventanal antes de caer en sus manos— Noo!! —intento correr al cristal, pero su brazo es muy fuerte y me lo impide.—Leo!!! —grita alarmado.
Reconozco esa voz...
Giro la mirada para verlo, esos ojos amarillos los conozco...— D-doctor?—Si! Si Leonardo soy yo.
—E-estas aquí! Si viniste!! —no puedo evitar abrazarlo y le tomo poca importancia a lo mojada que estoy dejando su playera con mis lágrimas.
—Estoy aquí Leo...
Su voz tan tranquila me calma y su calor corporal es tan cómodo que no quiero separarme jamás.
Por suerte no intenta alejarme ni hace preguntas, solo acaricia con gentileza mi cabeza: parece entender que necesito su presencia lo más cerca posible sin necesidad de sus palabras.
.
.
.Mi pulso se calma al igual que mi respiracion, mis manos dejan de temblar y mi llanto se detiene.
El doctor camina hasta mi cama y sin dejar de abrazarme se sienta haciéndome sentarme en ella igualmente.
—Son las 3 de la madrugada... —pienso en voz alta. ¿Hice venir al doctor hasta aquí a esta hora? Su playera está empapada con mis lágrimas!
Intento alejarme pero él sigue abrazándome y cuando lo miró a la cara puedo notar sus ojerosos ojos cansados mirándome y mueve la cabeza de un lado a otro dándome a entender que no me soltará, así que no me queda más que seguirlo abrazándo.¿Qué estoy haciendo? Su presencia está llenando el vacío de Leonard lo suficiente como para hacerme sentir tranquilo.
Sus brazos grandes me hacen sentir protegido y ya no siento la necesidad de seguir vigilando la puerta: como si ahora tuviera un arma lo suficientemente fuerte como para enfrentar a quien quiera que la cruce.
¡Esto no puede estar pasando! Necesito a Leonard no a Donatello!!!— N-necesito a Leonard —musito aún entrecortando las palabras por el llanto pasado.—Me estoy muriendo de sueño... —susurra. Me sujeta del cuello de la playera y se levanta, camina al costado de mi cama y se quita los zapatos— Acuéstate —ordena.
Hago caso a lo que dice ¿Qué puedo hacer? No tengo forma de agradecerle y pedirle perdón por estar aquí conmigo, lo mínimo que pudo hacer es hacer lo que dice y no más. ¿Qué pensará de mi? ¿Pensará que soy un tonto cobarde por haber querido lanzarme del ventanal? Y si lo piesa tiene razón, soy un tonto cobarde...
Se mete entre mis cobijas y sin haberme soltado antes: me jala para tenerme cerca y me abraza como a una almohada.
—Donatello yo...
—Shhhh... —me interrumpe— Mañana hablaremos... —susurra cerrando los ojos para caer dormido.
¿Porqué me siento tan cómodo con su cercanía? Ni con Raphael tolero los abrazos ¿Porqué con él si??
Su aroma a perfume mezclado con cigarrillo me hace sentir relajado, no es nada desagradable a como suena, y tampoco me asquea como el de Destructor.¿Porqué estos brazos me hacen sentir más protegido que los de Raphael?...
¿Porqué este hombre me genera tanta paz?
Siento que ni siquiera será necesario pensar tanto para lograr dormir, y eh llorado tanto que siento los ojos hinchados y se cierran por si solos sin necesidad de obligarlos...
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Broken Brain
FanfictionDespues de lo que para muchos, es poco tiempo existiendo, para Leonardo ha sido una eternidad. Una eternidad de tortura, que le ha dejado cicatrices profundas y daños casi irreparables. Por la culpa de personas de el lugar donde estudia buscara la...