08 parte 2

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Paro un taxi- Cuánto me cobra a la calle 15?

-Calle 15? -pregunta.

-Si al edificio "New York".

-Lo siento chico yo no llego a esos lugares, son muy peligrosos y no creo que a esta hora alguien quiera llevarte.

-... Ok... Gracias...

-Puedo llevarte un par de calles antes, pero no más.

-Esta bien -digo aliviado.
Creí que tendría que caminar hasta mi casa con este hombre! Me preocupaba que volviera a desmayarse.

Camino hasta el psicólogo de nuevo.

-Achu!!... Qué ocurre? -pregunta aún sobándose la cabeza.

-Ya está aquí el taxi, sube.

-Maldicion, mejor me voy a mi casa -camina al sentido contrario de dónde está mi casa pero puedo ver sus rodillas temblar y sin aviso se doblan haciéndolo casi caer sobre el piso, menos mal que reaccione rápido y lo lo sujeté.

-Tal vez puedes decirme por dónde vives.

-Nunca me aprendí el nombre de la calle...

-Al menos recuerdas dónde está tu casa??

-...

-Entonces sube al taxi!

Nos subimos, y el carro arranca.

Diablos, yo que no quería pasar más tiempo sentado...

El sonido de los dientes titiriteando del doctor me sacan de mi mente.

-Ten -le extiendo mi chamarra- Esa camisa debe ser muy delgada no? Mi playera no lo es tanto.

Acepta mi chamarra y se la pone sin reproches.

-Hasta aquí llego chicos -dice el conductor.

-Amm... Donatello, tendrás que me prestes para pagar el taxi? En mi casa te lo devuelvo.

-En mi cama querrás decir.

El doctor paga, y salimos del vehículo.

-Achu! Asi que una de estas casas oscuras y tenebrosas es tuya?

-Nop -empieso a caminar y el doctor al verme me sigue. Sus piernas siguen temblorosas, debe ser por lo débil que esta, le extiendo el brazo como lo hace un caballero a una dama y él no duda en sujetarse de mi.

Caminamos un par de cuadras y la calle parece cada vez más oscura.

-Hola señoritas -sale un pez mutante de entre las sombras.

-Rayos, creí que no habia pedido sushi a domicilio -susurro intentando rodearlo lo más rápido que puedo.

-A no? Entonces tendrás que pagar por el envío -pone a la luz su mano derecha, y el destello de la gran navaja que trae hace temblar a mi acompañante- Caiganse con la lana.

-Lo siento amigo, si trajeramos dinero no tendríamos que haber caminado hasta aquí -miento.

Se acerca al doctor y le muestra la navaja en forma de amenaza- Parece que el de morado esconde algo ¿No es cierto?

Intento ponerme frente al doctor, pero él lo agarra de la muñeca y lo jala quitándomelo de las manos.

-Oye sueltalo! -exijo.

-Lo dejare ir si me dan su dinero -se acerca a la cara del doctor y lo olfatea como un perro- Humm~ no eres tan fea tortuguita~ creo que vendrás conmigo -da media vuelta y emprende su camino a paso lento.

Broken BrainDonde viven las historias. Descúbrelo ahora