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Las mil muertes

—Asi le llamas? —pregunta el doctor.

—Si... Jeje sé que suena raro.

—En que consisten las mil muertes leo?

—Es algo un poco difícil de explicar... pero normalmente cada vez que dejó de pensar o me distraigo, no importa lo que esté haciendo o con quien me encuentre: se forma una especie de película en mi cabeza, una dónde mis manos atentan contra mi, y siento un impulso enorme por dejarlas hacerme daño...

—Película? Dame más detalles, y ejemplos.

—Okey... —como se lo explico?— Aveces estoy con mi padre, comiendo tranquilamente frente a la mesa, y ese impulso llega, y empieza la película... Es como si lo viera ocurriendo. Mis manos agarran el cuchillo, lo plantan sobre la mesa y azoto la cabeza contra el una y otra ves. Mi padre solo me mira, pero sigue comiendo, como si no le importara...
Y luego regreso a la realidad y me quedo pensando en que si lo hiciera sería una buena idea, ya sabes, descansar, al fin de cuentas a mi padre no le interesaría.

—... Porque no le interesaría?

—Pues en la película no le causó ninguna impresión, quisa así reaccionaría...

—Y que te ha detenido a controlar tus impulsos?

—... Eso mismo, la pregunta de si mi padre reaccionaría así, creo que es más seguro que no le agradaría que lo hiciera, y menos frente a él...

—Yo pienso lo mismo —contesta el doctor levantándose los anteojos— Cuéntame más de esas películas.

—Aveces solo voy por la calle y me veo lanzandome contra un carro grande, y la gente solo me mira, pero continúa como si nada importante hubiera pasado.
Incluso cuando estoy solo ocurren. Ayer me metí en la bañera, estaba tan tranquilo y relajado. Leonard empezó a hablar del cepillo de dientes que estaba conectado a la luz, y la película comenzó a mostrarme la calma con la que metí el cepillo al agua y moría electrocutado... Y cuando reaccioné Leonard no paraba de decir que lo hiciera...

—Alguna vez has echo algo de lo que vez? O lo que te dice Leonard??

—... Mmmm... Hace tiempo, una vez estaba muy enojado, me sentía horrible y mire la puerta de metal anhelando seguir el impulso de meter la mano y machacarla con fuerza... Leonard no se callaba. Cuando parpadie me ardía la mano, la mire y estaba morada y azul: las venas estaban reventadas y la puerta estaba más abierta...

—Crees que aya sido Leonard?

—No lo sé... El nunca se presenta... Más que en mi cabeza.

—... Leo, tu te haces daño? —pregunta.

—... A qué te refieres?

—Alguna vez te has echo daño a propósito, como cortadas, golpes etc?

—... Cortadas no... Golpes si, antes lo hacía mucho, odiaba a Leonard, y él a mi.

—Aun te lastimas?

—No, muy rara vez ocurre, no me doy cuenta cuando estoy muy molesto y me llegó a golpear las piernas, pero es más inconscientemente, aún intento controlarlo.

—A eso se deben los moretones en tu brazo?

—En mi brazo?...

Señala con el dedo y se prepara para anotar en su libreta.

—Aaaa... No, eso no lo hice yo... —vaya, que mal sonó eso de todas formas...— me refiero a que fue un accidente, soy muy distraído y me pasó a pegar con muebles o cosas sin darme cuenta... —miento.

—Seguro que es así?

—Si.

—Porque te pones nervioso si no estás mintiendo?

—Es que no sé cómo explicarlo sin que me creas sospechoso, pero digo la verdad.

—Okey... Bueno, te creo. No cambiemos de tema, cuéntame más de tus muertes mentales.

—Ammm... Pues ya te conté como son. Mi cabeza es muy creativa y quiere matarme con cualquier cosa que se ponga frente a mi —empiezo a enumerar con los dedos— sobredosis de mis pastillas para dormir.

—Espera, tomas pastillas para dormir?!

—Si, normalmente si, cuando duermo solo Leonard no me deja dormir, entonces me tomo una pastilla.

—Cuando duermes solo? Eres muy social, o aveces duermes con tu padre?

Cómo le digo que duermo con mi novio después de coger?... Además, también él ha dormido en mi cama conmigo, y hasta con mi ropa puesta...

—Hermosos recuerdos he~

—No.

—No? —pregunta.

—Jeje... quise decir que soy muy social... Jeje

—Hummm... —se rasca el mentón— Okey, continúa, luego hablaremos de las pastillas para dormir.

—Jaja por chismoso te quitarán tus pastillas y tendrás que escucharme si o si toda la noche.

—Ah... Okey... Si veo un cuchillo o algún objeto de metal, puedo hasta sentir e imaginar cómo sería meterlo al enchufe de luz y morir carbonizado.
Veo agua y la película me muestra ahogado en un bote no muy profundo.
Veo vidrios y Leonard pregunta que se sentirá masticarlos y tragarlos...

—Tu crees que Leonard es quien crea esa especie de películas??

—... Probablemente, casi siempre vienen acompañadas de sus típicas preguntas "¿Que se sentirá?" "¿Te daría miedo si pasara esto?" "¿Y si hacemos esto otro?" "¿Que pensarían si murieras así?" Etc etc...

—¿Crees que tú doctor se sentiría culpable si te atropellara con su auto?

...?

—Eres su último paciente hoy ¿no? Hay que esperarlo y cuando arranque el coche te pones enfrente, no te matará. Solo dolerá un poco, pero puedes aguantarlo no? O eres un llorón?

...

—Estoy seguro de que también te interesaría saber cómo reaccionaría tú doctor ¿Que tal que al verte medio muerto, vuelve a arrollarte para terminar de matarte y huir sin que nadie se entere quien te atropelló?

Ha, mierda, estaba tan bien cuando estabas callado...

—Leo?! Me oyes? —mueve la mano para llamar mi atención.

—Perdón, que decías? —pregunto intentando volver a concentrarme.

—Mmm... Te notas cansado, quisa debamos dejar la seción hasta aquí hoy. A menos que tengas más cosas que agregar.

—Si. ¿Cómo callo a Leonard?

—ah... No puedo imaginar lo molesto que debe ser tener una voz tan fastidiosa hablándome todo el tiempo.

—Voz fastidiosa? Yo no soy fastidioso, dicelo Leo!

—Pero necesito más información sobre ti, y sobre Leonard. Además, ya estuviste un pequeño periodo de tiempo sin él, y si mal no recuerdo, no fueron buenos momentos.

—Ja!

—Si... Tienes razón... —bajo la cabeza.
Entonces de qué sirve lo que haga ¿Nunca podré librarme de tí?

—Aun así, llegará el momento en el que descubra alguna forma de aniquilar tu dependencia hacía él, en algún momento serás libre Leo, no pierdas la esperanza, solo confía en mí.

Puedo jurar que un aura luminosa resplandece de tras de él, como si fuera un ser milagroso —Gracias Donatello!

Broken BrainDonde viven las historias. Descúbrelo ahora