Broken Brain

06

Mi reloj de mano marca las 18:00 horas.
Estoy haciendo unos apuntes importantes sobre el paciente anterior antes de...

"Tok tok"

—Adelante —contesto. 

De la puerta se asoma un chico mutatante— Buenas tardes —saluda educadamente.

—Buenas tardes, toma asiento por favor.

Es una tortuga de aspecto joven, y su atuendo trae colores bastante llamativos.
Pocas personas usan el amarillo como el color predominante del look, solo las personas que no tienen miedo a llamar la atención lo llevarían así.

Su mirada es tranquila, un tanto profunda y observadora: pues parece estar analizando el consultorio. Su forma de caminar se ve relajada, pero sus manos están entrelazadas como si estuviera nervioso.

Se sienta en el sillón frente a mi, y su postura es bastante rígida: cruza las piernas de forma varonil, dejando las puntas de ambos pies apuntando hacia la puerta, y sus manos sobre sus piernas haciendo poco espacio, parece no estar muy cómodo en este lugar.

—Bueno, tu debes ser Leonardo, no es cierto? —pregunto.

—Si soy yo.

—Puedo llamarte Leo?

—Si.

—Muy bien Leo, yo soy Donatello —me presento, pero aquel mira hacia la puerta y la ventana— Esperamos a alguien más o vienes solo? —pregunto porque normalmente niños y adolescentes vienen acompañados de sus padres, tal vez él está esperando a alguien.

—Vengo solo —contesta.

—Bien, entonces podemos empezar. Puedes decirme tu nombre completo? —me acomodo los anteojos, y fijo la vista en mi libreta de apuntes, para comenzar a escribir.

—Leonardo Jitsu.

—Tu apellido materno?

—Ammmm... Solo así.

Un punto importante.

—Edad?

—17 años, pronto cumpliré los 18.

Después de medirlo y pesarlo parece saludable: no es gordo, ni demasiado delgado, pero tampoco tiene el peso que debería con su estatura.

—Es la primera vez que vienes a una terapia Leo?

—No, mi padre adoptivo me llevó a varios lugares hace tiempo.

Adoptivo?

—Y qué te ha hecho volver a esto? Tu padre? Algún maestro?

—Es la directora de mi preparatoria y mis amigos. Mi amigo Miguel Ángel me hizo una cita con usted.

—A, Miguel Ángel. Es tu amigo?

—Si, lo conoce?

—Es mi hermano menor.

—Oh vaya, ahora entiendo porque la directora se lo pidió a él.

Nos dedicamos un rato a hablar sobre mi hermanito: de cómo se conocieron, qué tanta cercanía tienen, y descubro que él es el chico del que Mikey tanto me habla.
Trato de hacerle más platica para que se relaje y se sienta cómodo, es mi trabajo.
Después de un largo rato su postura se vuelve más relajada, dándome a entender que ya puedo continuar con la sesión.

—Entonces tienes problemas en la escuela Leo?

—Solo con mis calificaciones, pero creo que es porque soy flojo, es algo que la directora no entiende.