Three

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Dos días después, estamos desayunando en la mesa de la cocina.

A Shikamaru le gusta hacer ejercicio en la tarde después del trabajo, para descomprimir y liberar el estrés del día. Yo, sin embargo, soy una de esas altamente molestas personas que ama ir a correr a las cinco de la mañana. El desayuno es donde nos encontramos en el medio. Después de lo cual, Shikamaru va a la oficina y yo voy a la ducha.

—¿Sabes que es lo que amo del cereal Cookie Crips? —Está mirando fijamente su cuchara.

Nunca he viso a una persona ingerir tanto cereal. Lo juro, si yo no cocino, eso es todo lo que él comería.

Engullo un bocado de yogurt Dannon Light & Fit. Los comerciales no mienten, de verdad son deliciosos. Fresa-banana es lo mejor.

—¿Qué?

—Es la forma como galletas. Es decir, no solo son impresionantes, sino que me hacen sentir como si me estuviera vengando de mis padres por hacerme comer cada jodido copo de avena la primera mitad de mi vida.

Un poeta y un filósofo, Shikamaru es realmente un hombre del renacimiento.
Abro mi boca para provocarlo, pero la cierro con fuerza cuando una ola de nausea me golpea como un rayo. Aclaro mi garganta y llevo el revés de mi mano a mis labios.

—¿Sakura?¿Estás bien?

Cuando trato de responder, mi estómago hace una voltereta que pondría celosa a una gimnasta.

Voy a vomitar. Odio vomitar.

Me hace sentir claustrofobia. Sofocada.
Hasta este día, cuando tengo un virus estomacal, me siento con mi teléfono con mi mami mientras ella me habla a través de arcadas.


No voy a alcanzar a llegar al baño, así que me dirijo al fregadero de la cocina. Mientras salpico mi desayuno ahí, Shikamaru sostiene los mechones de mi cabello que han escapado de mi cola de caballo.
Quiero decirle que se aleje, pero otra ronda de arcadas me sobrepasa. Algunas mujeres no tienen problemas con ir al baño, tirarse un gas, o vomitar en frente de sus novios.

Yo no soy una de ellas.

Tal vez es estúpido, pero si muero de repente, no quiero que la última imagen que Shikamaru tenga de mi sea donde estoy sentada en el baño.
O en este caso, vomitando en el fregadero.
Su voz es gentil. Reconfortante

—Está bien...relájate. Estás bien.

Cuando parece que lo peor ha terminado, Shikamaru me entrega una toalla de papel húmeda. Entonces echa un vistazo hacia el drenaje—.Bueno, eso fue colorido.

— Ugh, sabía que me iba a dar gripe.

—Parece que sí.

Sacudo mi cabeza
—.No tengo tiempo para enfermarme. Tengo la reunión con Robinson hoy — Anne Robinson es un cliente que he cortejado por meses. Dinero viejo, y enfatizo en la palabra viejo. Tiene como noventa y cinco años. Si no firmo con ella hoy, podría literalmente ser demasiado tarde para firmar con ella en absoluto.

—Estas enferma, nena. Y no creo que la señora Robinson se impresione si haces eso sobre su antiguo broche. Por suerte para ti, tienes un genio de novio que actúa extremadamente bien en las situaciones más críticas. Dame el archivo, voy a manejar la reunión de Annie tan bien como tú.

Me alza en sus brazos.
—Shikamaru , no...

Me interrumpe—. Nope. Sin refunfuñar. No quiero oírlo. Voy a llevarte a la cama.

Sonrió débilmente.
Shikamaru me arropa y deja un vaso de tonica en la mesa de noche.
Creo que besa mi frente, pero no puedo asegurarlo. Porque ya estoy dejándome llevar por el sueño.

***


Tres horas después, salgo del elevador en el piso cuarenta de nuestro edificio de oficinas.
Mi estómago está vacío, pero después de un buen sueño, me desperté sintiéndome mejor. Refrescada. Lista para tomar el mundo de Anne Robinson. Camino por la pequeña sala de conferencias y echo un vistazo por el vidrio.

¿Puedes ver a Shikamaru ? ¿Sentado junto a la pequeña señora de cabello gris en la silla de ruedas? Mientras él está hablando de la representación legal ubicadas alrededor de la mesa las manos de la señora Robinson desaparecen debajo.
Un segundo después Shikamaru salta, como si acabara de ser electrocutado. Las mujeres adultas tienen una cosa por Shikamaru .

Es completamente chistoso.
Él le da a la señora Robinson una severa mirada. Ella solo menea sus cejas.
Entonces rueda sus ojos antes de alejar la mirada, pillándome en el proceso.
Shikamaru se excusa y sale al pasillo, alivio brillando en su cara como un farol
—.Por el amor de todo lo que es sagrado, gracias a Dios estas aquí.

Mis labios se separan en una sonrisa
—. No lo sé, la señora Robinson parece estar disfrutando de tu compañía.

—Ajá, si ella trata de disfrutar algo más, voy a tener que grapar sus manos a la mesa de conferencias.

Entonces me observa de cerca, preocupado—. No pienses que no disfruto verte, porque lo hago. Pero, ¿qué estás haciendo aquí? Se supone debes estar en cama.

Me encojo de hombros—. Debe de ser un bicho de tres horas. Me siento bien ahora.
Shikamaru ahueca mi mejilla y palpa mi frente, buscando algún síntoma de fiebre.

—¿Estás segura?

—Sip. Fresca como una lechuga.

Asiente con la cabeza, pero sus ojos son sospechosos, sin estar completamente convencido
—Todo bien. Oh, se supone que tenemos una cena con mis padres está noche. ¿Crees que vas a estar bien, o quieres que lo cancele?

Cena con los Nara siempre es una velada interesante.

—Debería estar bien para ir.

Me entrega el archivo Robinson
—Está bien. Tus estrategias de inversión la tienen toda temblorosa. Está húmeda y extendida, solo esperando por que le des en el clavo.

—Eso es asqueroso, Shikamaru .

Está imperturbable
—Tú dices tomate, yo digo tomahto. —Entonces me besa rápidamente—. Ve y acábala.

Se aleja y yo me dirijo a la sala de conferencias a sellar un trato.


***


Estas empezando a entenderlo ahora, ¿cierto? El problema, ¿la gran imagen?
Sé que está tomando tiempo, pero ya estamos llegando ahí.

Disfruta los buenos tiempos mientras puedes ... no van a durar mucho más tiempo.

La razón por la que te estoy enseñando todo esto es para que entiendas porque estaba tan sorprendida. Como de accidental "involuntario" fue en realidad.
Supongo que la vida es así.

Piensas que lo tienes todo bajo control. Que tu camino está perfectamente definido. Y entonces un día cuando vas conduciendo a lo largo y ¡bam! Eres embestido con fuerza por detrás en la autopista.

Y nunca lo viste venir.

Las personas también son así. Impredecibles..

No importa como de bien creas que conoces a alguien, como de confiado estés en sus sentimientos, en sus reacciones. Ellos todavía pueden sorprenderte.
Y de la forma más devastadoramente posible.

Enredados -ShikaSaku-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora