Algunos hombres usan trajes caros porque quieren actuar como si tuvieran dinero, aun cuando no lo tengan. Otros los usan porque quieren mostrar a las personas cuánto dinero de verdad tienen. En mi caso, todo tiene que ver con la actitud. La actitud. Nunca tuve problemas de confianza, pero para aquellos que lo tienen, un traje hecho a medida te hace caminar como si fueras más alto y pararte más erguido. Hace tus pelotas más grandes y desprende la idea de “no jodas conmigo”.
Desabotono mi chaqueta de mi traje negro oscuro de Ermenegildo Zegna y me sirvo tres dedos de whisky del mueble bar en el living. Choji, Naruto y Sai comparten mi gusto por un traje bien hecho y están vestidos con sus Gucci, Newman y Armani respectivamente. Nuestra auto-concepción de macho es alta, cualquier mujer en un radio de 20 grados seguramente sería atrapada.
Luego, Gaara sale de su habitación. Lleva puesta una camiseta azul arrugada, shorts de carpintero tostados y sandalias. Sí, unas malditas sandalias.
Tomo un sorbo de mi bebida y lo miro.—Si hubiera sabido que iríamos al parque de skate, habría traído mi patineta.
Está sorprendido. Luego mira al resto de los chicos y de vuelta a su propio atuendo. Se encoge de hombros.
—Me gusta estar cómodo. Ustedes, chicos, se ven como si fueran a un funeral. Yo me veo relajado.
—Luces como un perdedor —le digo—. Y eso es inaceptable esta noche. Sólo mi guía te ayudará a llegar lejos. ¿Quieres atraer un coño de calidad? Necesitas salirte de tu juego. Eso significa un traje medianamente decente, o por lo menos, un par de pantalones planchados, preferentemente unos no hechos del mismo material que los trajes de prisioneros. —Me tomo el resto de mi bebida—. ¿Y qué rayos sucede con tu cabello?
Los ligeros cabellos rojizos de Gaara están más salvajes de lo habitual. Están crispados, como de una anciana recién salida de la peluquería. Se palmea la cabeza a propósito.
—Me olvidé el gel. Pero está bien; a las chicas les gustan.—Sí, si estuviéramos en el año 1998 y fueras Justin Timberlake.
Naruto interviene.
—Te arreglaré, amigo. Siempre traigo mi cortadora de cabello conmigo. Recortaremos el mechón de arriba y engominaremos el pelo hacia atrás. Ni siquiera tu propia madre te reconocerá.Sai asienta su whisky en el posavasos. Luego, se da golpecitos en el mentón pensativamente.
—Y yo llamaré al encargado del edifico. Haré que le envíen algo desde la boutique Armani. —Mira a Gaara de arriba a abajo—. Debes ser un 30, quizá un 32 de cintura, para usar un saco con mangas. Una corbata celeste definitivamente hará resaltar tus ojos.Bienvenidos, damas y caballeros, a otra edición de Consejos homosexuales para Chicos Heterosexuales. Y Choji empeora las cosas. Une las puntas de sus dedos delicadamente y exclama en un tono de voz alto:
—¡Hora de cambio de look!Entrecierro mis ojos en su dirección.
—No vuelvas a hacer eso nunca más.—¿Es demasiado?
—Definitivamente.
Veinte minutos después, Gaara está vestido con un traje negro, camisa negra y zapatos brillantes de Prada. Su cabello tiene un prolijo aspecto mojado, corto en la parte de arriba, peinado en los costados. Se ve… pasable. Extremadamente extraño e incómodo, pero pasable.
Me paro enfrente de él, limpio sus hombros, inspeccionándolo como si estuviera en un campo de entrenamiento. Mientras, él gimotea como una perra.
—Me pica.Hace rodar su cuello y se balancea de un pie a otro.
—¡Deja de moverte!Se tira del cuello.
—Está duro.
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Enredados -ShikaSaku-
FanfictionENREDADOS... No es la novela romántica de tu madre. Es una escandalosa, apasionada e ingeniosa historia de un hombre que sabe mucho de mujeres... sólo que no tanto como él cree que sabe. Conforme cuenta su historia, Shikamaru aprende que la única...