PRÓLOGO.

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--¡Connor date prisa!-- Se escucha cortado desde el walkietalkie.

--¡Estamos aterrizando, aguantad!

--¡No podemos con todos!

--¡Ir a la zona sur! ¡Acabamos de aterrizar, ya me encargo yo!

Corro y me introduzco dentro de la gran nube de humo ocasionada por las bombas y las granadas.

Miro a mi alrededor y solo veo cuerpos sin vida tirados en el suelo. Ningún niño ni ninguna mujer, solo soldados. Soldados que se han sacrificado.

--¡Aquí, hermano!-- Gritan a mi izquierda.

Me giro y por fin lo encuentro. Está bien, pero Kazajistán nos está derrotando.

Cargo mi arma y me aproximo dónde están todos. Cada vez veo más y más. Son demasiados.

--¡No os acerquéis, atacaremos a distancia!-- Informa el Comandante.

--¡Sí, señor!

--¡Os tenéis que dirigir a las ruinas!

--¡A la orden!

--Zack, cúbreme.-- Digo sin dejar de correr.

--Como siempre, hermano.

Derribo unos cuantos soldados hasta poder localizar a los nuestros.

Tenemos muchos heridos y pocos supervivientes.

--Soldados, antes de llegar a la ruinas tengo que deciros algo. No sabemos qué se avecina. No sabemos cuántos habrán ni cómo pelearán. Tenemos varios heridos que no pueden continuar, pero tampoco se pueden ir porque sino morirán desangrados. Lo que está claro es que pase lo que pase en esta batalla, quiero que vayáis con la cabeza bien alta. Si morimos, moriremos peleando, ¡¿queda claro!?

--¡Sí, señor!

--¡Pues en marcha!

--No te separes de mí.-- Me habla Zack a la espalda.

--Lo mismo te digo.

Nos ponemos en posición cuando por fin estamos donde el objetivo. Yo vigilo la zona norte.

--¡Enemigo a las ocho en punto, soldados!

Nos giramos a causa del aviso y lo vemos. Otro ejército entero.

--Empezamos juntos, acabamos juntos.

--Empezamos juntos, acabamos juntos.-- Le aprieto el brazo repitiendo nuestro lema.

En un instante a otro, centro toda mi atención en la mira de mi arma.

Disparo a tres hombres. Me giro un poco y continúo hasta que tengo que volver a recargar, no sin antes desplazarme rápidamente.

No sé como ocurrió, pero en un abrir y cerrar de ojos ya estaban en el suelo la mitad de los nuestros que quedaban en pié, heridos y hasta algunos ya fallecidos.

Yo tenía varias heridas, no muy graves, pero dolían.

A mi compañero de al lado le habían pegado un tiro en la pierna, y Zack solo le habían rozado en el hombro.

--¡Ethan!

--¡¿Qué pasa!?-- Digo alto para que me escuche.

Él empieza a negar con la cabeza y sé de sobra lo que eso significa.

--¡Tenemos que seguir!

--¡No aguantaremos!

--¡Hay posibilidad!

--¡No la hay!

--¡Sí que podemos...

Dejo de disparar sin importar que estoy desprotegido y corro hacia Zack. Éste había caído al suelo a causa de un disparo que le ha dado de lleno.

--Levanta. Vamos, Zack.-- Me arrodillo y hago fuerza para incorporarlo.-- ¡Levanta, maldición!

Él vuelve a negar y esta vez se desliza por su boca un hilo de sangre.

--Vas a estar bien, te lo prometo, pero necesito que pongas de tu parte.

Me pongo de pie y tiro de él para levantarlo. Rodeo mi cuello con uno de sus brazos y echo a correr con su peso encima.

--Todo va a estar bien.-- Repito esta vez para mí. --Ya verás.

Avanzo unos metros como puedo, con una mano en la pistola y otra en el brazo de mi amigo.

Cuando por fin consigo dejar la multitud atrás, noto de un ardor en el abdomen.

Recuesto a Zack con cuidado y me quito el chaleco antibalas tirándolo con impotencia al suelo. Al levantarme la camiseta, supe con seguridad que me había llegado un disparo.

Me siento difícilmente en el suelo, y agacho la cabeza vencido por la situación.

No quiero este final.

--Descansaremos un poco y seguiremos avanzando, ¿vale? Llegaremos al hospital y nos curarán.

Al no obtener respuesta, levanto la mirada.

--Eh, no te puedes dormir ahora. -- Lo zarandeo. --Despierta, Zack.

Me levanto rápidamente y sigo intentando en vano que reaccione.

Con el pánico invadiendo mi cuerpo, le tomo el pulso.

Nada. No había nada.

--¡Joder!-- Lanzo la pistola contra el árbol. --¡Joder, joder, joder!

Así no. Así no tenía que pasar.

Después de unos segundos, me arrodillo y apoyo mi frente contra la suya.

--Me da igual si tengo que ir con tu cadáver a cuestas. Vamos a llegar a ese puto hospital me cueste lo que me cueste.

De repente, el estruendo de una granada lanzada a pocos metros me descoloca, o más bien, me da un golpe de realidad.

Estamos en la guerra.

Intenté levantarme y seguir, de verdad que lo intenté, pero me sumergí en una oscuridad de la que no sabía si lograría salir nunca.

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{Nota autora}

DESPUÉS DE LEER EL PRÓLOGO, ID A DONDE PONE "ACLARACIÓN" QUE ESTÁ JUSTO DESPUÉS DEL CAPÍTULO 27. AHÍ OS EXPLICO UNA COSA MUY CORTITA. 

¡Hola, hola! ¿cómo estáis? Espero que estéis bien y todos vuestros seres queridos igual. Paso por aquí para decir que esta historia la tenía en borradores muuuucho tiempo.

Todo empezó por una simple meta, poder empezar y acabar una historia. Yo ya había escrito algunas historias, pero ninguna me apasionaba realmente.

Realmente, también empecé este "proyecto" con la idea en mente de entretener a alguien que no está teniendo un buen día, una buena semana, o simplemente una buena vida. Me ilusionaría saber que al menos alguien mientras está leyendo mi historia, está escapando un poco de su frustrada y difícil realidad. Con eso, mi cometido ya estaría hecho.

Finalmente, solo me queda dar las gracias a la gente que ha decidido entrar y darle una pequeña oportunidad a este pequeño relato.

Agradecer por supuesto, dando créditos, a mi querida loca y risueña amiga Hanae (Hanae_lokii_123), porque ella era la única que sabía esto. Cada vez que escribía un capítulo en borradores, se lo enviaba para que me diera su opinión, y no sabéis lo bien que me sentía al ver cómo se ilusionaba cuando alguien se besaba, cómo se sorprendía cuando habían peleas, o cómo de triste se ponía cuándo alguno salía herido. Es una gratificante satisfacción ver como alguien está disfrutando de tu imaginación.

Un fuerte abrazo para todos aquellos que lo necesiten.

Nerea E.C

🖤

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