CAPITULO 23.

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~Pov Broke~

- Buenos díaaaas. Saludo al entrar en la habitación de Axel.

- Oh, virutas.

- ¿Qué haces?

- Nada, me pongo bien la parte baja del pantalón, se dobla en la zona de los tobillos.

- A ver.

- ¡No!

- ¿Qué?

- No necesito ayuda, gracias.

- Pero solo quiero ver.

- Broke no seas testaruda.

- Estás raro desde que llegaste.

- Ya sabes, los traumas de la guerra. Necesitaré una sesión pronto.

- Vale ¿Solo eso seguro?

- Seguro.

- Bien... Me acerco disimuladamente. - Axel.

- ¡Te dije que no te acercaras!

- Estás sangrando.

- Lo sé y no es nada.

- ¿Es una herida de bala?

- Me rozó nada más.

- Se ve mal.

- Puede qué esté infectado.

- ¡Pués ve a qué te la saquen!

- Entonces me echarán de la base nada más curarme.

- Eres coronel, no te van ha echar.

- Por una herida de este tipo si pueden.

- Pero te recuperarás.

- Lo sé.

- ¿Entonces?

- Así no funcionan las cosas Broke. Cuándo alguien se lesiona o se hace una herida con un grado un poco alto de gravedad sí, te curan pero luego no te quieren de vuelta por qué has perdido agilidad y condición física en todo el tiempo qué estás en reposo.

- ¡Chorradas!

- Es así.

- Pués no lo veo bien.

- Ni yo pero ¿Y qué hago?

- No lo sé.

- Da igual ¿Te vienes a desayunar?

- Sí, ahora voy. Primero cojo unas cosas de mi oficina.

- Vale. Ahora nos vemos.

Le doy un beso en la mejilla y salgo de la habitación en busca de Ethan. Entro en la suya pero no está en esta así qué lo llamo.

- ¿Dónde estás?

- Hola Broke cuánto tiempo ¿Has amanecido igual de amarga que siempre? Hay qué ser educados ¿No te enseñaron modales en la cueva dónde vivías?

- Ethan dónde estás.

- Alguien hoy no tiene sentido del humor. En el jardín trasero, entrenando.

- Voy para ayá.

- ¿Vale?

- Tengo qué hablar contigo.

- ¿Estás bien?

- Yo si.

- Pués ahora me cuentas bicho.

- Adiós loco.

Abro la puerta cristalera y ahí está Ethan haciendo abdominales con una camiseta de tirantes gris y unos pantalones negros de deporte. Tiene el pelo mojado y despeinado, en la frente le caen finas gotas de sudor.

- ¿Has terminado de analizarme? Me das miedo.

- ¿Mmh? Ah sí.

Me pongo con las piernas cruzadas en posición indio enfrente de él.

- ¿Y bien?

- Axel.

- Maldición.

- ¡Tú lo sabías! Abro los ojos incrédula.

- Sí.

- ¡Cómo te atreves a negarlo...! Espera ¿Has dicho qué sí?

- Sí.

- Qué rápido lo admites.

- ¿Para qué te iba a mentir?

- Me has ocultado lo de Axel, no lo sé, dímelo tú.

- Me pidió qué no te dijera nada, no quería alarmarte.

- ¡Tiene una puta bala en la pierna, como quieres qué no me alarme!

- Por eso mismo no te lo he dicho.

- Ethan esto es serio.

- Lo sé y se lo he dicho pero le importa más el puesto de trabajo que su salud.

- Es coronel, no lo pueden echar así cómo así ¡El general está casi tuerto y nadie dice nada! Ethan suelta una carcajada.

- Pero eso no le impide caminar. Cuando le extraigan los restos de bala va ha estar meses sin poder moverse y eso le va ha dificultar las cosas.

- Joder.

- No es decisión nuestra.

- Podemos hacer qué él general hable con él.

- Que hablemos con el general no significa qué deje a Axel en su misma posición.

- No para eso idiota, para qué lo convenza de extraer la bala y estar en reposo hasta que se encuentre bien.

- Hay qué hacerlo pronto. La primera vez que estoy de acuerdo contigo.

- ¿Cómo lo ha ocultado en este tiempo?

- Calmantes, cinco veces al día.

- Es cómo si fuese droga.

- Exactamente, estaba dormido, no sentía absolutamente nada, pero al tomar tantos el efecto se reduce y ya casi ni le hacían nada.

- ¿Cómo no lo pude haber notado? Estaba demasiado raro y aún así no le di importancia.

- Será mejor qué hablemos ahora con el general. Me coge de la mano y me ayuda a levantarme.

🎖️🎖️🎖️

- Por favor.

- Puedo hacerlo chicos pero no es seguro que me obedezca.

- Sino lo hace puede sufrir daños peores hasta la muerte ¿Va ha dejar qué siga drogándose con calmantes solo por qué no quiere dejar de ser coronel? Póngase en su lugar, cómo ya usted es general no le importa ¿verdad?

- Os entiendo.

- No, no lo hace, si lo hiciera ya estaría en su habitación amenazándolo o haciendo cualquier cosa para qué se vaya directo a enfermería. Interviene Ethan.

- Si lo hago va ha perder su puesto de trabajo y-

- Prefiero que se quede sin trabajo antes que quedarme sin mi mejor amigo se lo aseguro. Interrumpo.

- Vale.

- Gracias.

- Retírense, yo iré a verlo.

- Sí, señor.

- ¿En donde está?

- En la cafetería desayunando.

- Bien. Ethan tu sigue entrenando y tú Broke, haz lo que tengas qué hacer por tu oficina.

- ¿Cuando volveré con las sesiones?

- Cuando pasen unos días y los chicos estén un poco mas hubicados.

- Está bien.

- Y Broke.

- ¿Si?

- Lee no volverá a ser tu paciente. Me giro a Ethan y este asiente con la cabeza dirección al general.

- Gracias.

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