CAPÍTULO 32.

138 10 14
                                    

Estoy fulminando con la mirada a Max. Está sentado en una de las mesas del Coffe's life fumando y mirando a la nada. El sol no le afecta por qué lleva unas gafas de sol negras.

Ruedo los ojos con pesadez y me acerco.

--Buenos días-- Mascullo. --¿Cómo te ha tratado la vida esta mañana?

--De maravilla, la vida me ha traído a una mujer con un sobre en el qué dentro hay dinero, ¿Qué más puedo pedir?-- Se quita las gafas para qué nuestros ojos hagan contacto y se revuelve su rizado y voluminoso pelo. --Camarera, toménos nota por favor.

--Claro.

--Las damas primero.-- Su intento por sonar educado me está poniendo de los nervios.

--Un descafeinado, por favor.

--¿Descafeinado? Puaj, que asco.-- Hace una mueca de desagrado. --No pidas café si no va ha ser muy cargado.

-- No estamos hablando de alcohol. Tu opinión me importa una mierda.

--Bien, ¿Y usted caballero?-- Ríe la camarera.

--Un café bien cargado-- Me mira burlón levantando las cejas. --Y una empanada, por favor.

--Enseguida.-- Desaparece por las escaleras y Max se aclara la garganta.

--Acabemos con esto. Dame el dinero, nos comemos esto y cada uno a seguir sus caminos.

--Me parece bien.

--¿Cuánto hay?

--Estuve viendo por internet qué arreglar la bolladura no va ha costar más de cuarenta.

--¿Y?

--Dentro hay cincuenta, por si acaso.

--Perfecto. Podríamos habernos ahorrado este teatro si me lo hubieras traído a mí casa.

--¿Y qué me secuestres? No gracias.

--No todo el mundo es un criminal.

--Ya, pero tú tienes pinta de ser uno.

--Como digas.

--Los cafés por aquí... Y la empanada.-- Lo deja encima de la mesa y le guiña un ojo a Max. Este gruñe y le aparta la mirada.

--No seas tan grosero.

--¿Por?

--Solo te guiñó un ojo, no la desprecies así.

--Pues que no me mire.

--¿Pero quién te crees? Ni qué fueses un Dios.

--Algo así.

--Patético. En fin, qué aproveche.

--Igualmente.

Comimos en silencio. Fué un momento incómodo. De echo, se volvió a poner las oscuras gafas para no mirarme.

--Todo queda arreglado.

--Espero qué no nos tengamos qué encontrar.

--Vaya, creo qué te caigo muy bien.

--Todo lo contrario.

--No me conoces, no te puedo caer mal.-- Cruzo los brazos sobre mi pecho.

--Eso es lo qué crees.

--¿Me conoces?

--La gente habla sobre los demás, sabes.

--Lo sé, Ro.-- Quise llamarlo por el apodo de mi mejor amigo para ver su reacción. "Ro" un acortamiento de Ross.

Only YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora