- Es pequeña pero se puede vivir en ella.
- ¿Vacilas? Hasta el cuarto de baño es más grande qué la habitación qué tengo en la base ¡Y mira la decoración! Asquerosamente tengo que reconocer que tienes buen gusto.
- Ya lo sé hermanito, ya lo sé.
- Deja de alimentar ese ego y alimenta mi barriga qué estoy hambriento.
- ¿Por qué haría eso?
- ¿Por qué tengo la misma sangre tú?
- Nop. Levanta el culo de la silla ¿O es qué lo tienes pegado? Sonrío inconscientemente. - ¿De qué te ríes idiota?
- Me recordaste a alguien.
- Ya veo. Ahora levantate y coge lo qué quieras menos cervezas. No puede beber.
- Ya soy mayor de edad. Ruedo los ojos.
- Eres militar.
- Y tu mi hermano favorito por eso me dejarás beberme una.
- Soy tú único hermano zoquete.
- Está bieeen. Tu ganas. Sino me dejas cerveza déjame al menos helado.
- Eso sí.
Voy hacia la cocina, cojo el helado y me siento en la isla.
- O por dios, siempre estás sentado ¿Qué mierda de condición física requieren en el ejército? Para qué te hayan escogido a tí cómo tiene qué ser...
- Ja, ja, ja. Muy chistoso.
- ¿Qué tal papá y mamá?
- Cómo siempre, aunque en realidad ni lo sé ni me me importa. Mamá vino a verme ayer, me contó lo de siempre, todo lo que se había comprado y lo bien qué vivía.
- Qué simpática oye.
- ¿No has hablado con ellos?
- No.
- ¿Tú, su hijo favorito desde qué naciste?
- No he hablado con ellos pero no creo que les importe mucho.
- ¿Qué has echo ya?
- Puede qué alguien estampara uno de los coches de papá y lo tirara al barranco je, je.
- ¡Alec!
- ¡Fué un accidente lo juro!
- Qué te dijo.
- Qué no le volviera a hablar.
- Bienvenido al club, ya era hora hermanito.
- Un placer. Tu móvil está sonando.
- Será el Sargento, no importa.
- Yo creo qué deberías cogerlo.
- Bueno. Cojo el móvil y acepto la llamada. Tras un segundo suena du voz agitada.
- ¡Fué sin querer pero es qué él me provocó y yo pues le pegue y calló al barro y entonces...!
- Broke.
- ¡Yo no quise!
- ¡Broke!
- ¿¡Tu me entiendes cierto?!
- ¡No sé ni de lo que hablas por dios! Cállate hasta qué estés calmada y entonces ya me hablas.
- Idiota.
- Sigo en la llamada eh.
- Lo sé. Suspira. - La hemos cagado Ethan.
- Pon el altavoz. Dice mi hermano.
- No.
- Qué pongas el altavoz.
- ¡No!
- Hazme caso.
- Está bieeen. Pongo el altavoz.
- ¡Me estás escuchando! Grita Broke desde la otra línea.
- Que si, estoy aquí.
- Mira. Estaba jugando con Axel...
- ¡Qué estabas jugando con Axel!
- Sí, osea no. ¡No en ese sentido!
- ¿Entonces?
- Estábamos jugando al escondite, entonces él me encontró y me empujó, entonces yo me asusté y le pegué, él se calló al barro y tiró las porterías y...
- Ajam, ajam. Cuéntame más.
- Y vino el Sargento y m-. Cuelgo la llamada y la dejo hablando sola. Alec suelta una carcajada.
- Me encanta vuestra relación.
- Sí seguro.
- Llevas ya dos años sin ninguna relación.
- ¿Y?
- Pués qué necesitas una novia qué te aguante.
- La necesitas tú más qué yo.
- Escucha lo qué te digo, os doy cómo mucho dos meses.
- ¿Mm?
- De aquí a dos meses ya estáis saliendo, hazle caso a tu gemelo.
- Cállate ya imbécil.
- Ya te diré "Te lo dije" y tú me darás la razón una vez más en tu vida. Ríe y se dirige al jardín.
🎖️🎖️🎖️
- Bueno hermanito, ya nos veremos pronto.
- ¿Cuándo es pronto?
- Un día de estos qué vuelva a estar aburrido.
- Bien. Ten cuidado.
- Cuidado es mi segundo nombre.
- Ya claro, por eso has estrellado dos coches y te has lesionado por idiota.
- ¡Ey!
- Perdón, perdón.
- Ven aquí gran subnormal. Me engancha y me abraza. - Te he echado de menos. Estoy orgulloso de mí que lo sepas.
- Gracias.
- Te quiero.
- Yo también.
- Eso ya lo sé, ¿Quién no lo hace? Yo ruedo los ojos.
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Only You
Teen Fiction*EN EDICIÓN* Broke Stark: una chica qué ha dedicado toda su vida a estudiar y esforzarse para cumplir su mayor sueño que es ser psicóloga, pero no en una consulta normal y corriente, no, ella no es de esas de ir a lo fácil, sino que en el ejército...