CAPÍTULO 39.

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~Pov Ethan~

2 de octubre

--Creo que deberías llamarla en vez de escribirle tanto.-- Sugiere Axel.

--Lo sé, pero también quiero qué tenga las cartas. En cuanto termine de escribir le marco, lo prometo.

--Bien.

--¿Has hablado con Stephen?

--Hablé los primeros días de este mes.

--Al igual qué tu me sugieres cosas, yo te digo a tí qué deberías almenos escribirle una vez al mes.

--Lo intento, ¿Pero y si voy muy rápido? No quiero qué se canse.

--Uff, típicos rollos de parejas.

--No te quejes qué tu estás en una.

--Con la mejor mujer.

--Qué empalagoso.

--Cállate. Cuándo soy soso porque soy soso y cuando no, pués soy empalagoso.

--¡Rima y todo!

--Chicos.

--Sam

--Tenemos que salir, ahora.

--¿Qué pasa Samatha?

--Preparaos y coger la munición, nos atacan.

--Me cago en la puta.

🎖️🎖️🎖️

Estamos en el campo de batalla. El sargento dice que puede ser qué esta sea la definitiva, un empujón más y a casa. Casa, qué bien suena la verdad.

--De esta salimos hermano.-- Nos abrazamos Axel y yo.

Me acerco a Sam, le cojo la mano y le doy un ligero apretón.

Cuándo escuchamos la alarma todos nos esparcimos por todo el lugar y esperamos en silencio sin bajar la guardia.

Derrepente, escuchamos el sonido de un tanque acompañado de gente armada en este. Echo para adelante el francotirador, miro por la mirilla, apunto y mato en un segundo a uno de los qué iban en la parte de arriba del vehículo

Avanzamos poco a poco hasta llegar a su territorio.

Noto un rasguño en la espalda sobre la tela de mi chaleco. Alguien está totalmente encima de mí. Le pego un codazo en las costillas haciendo qué se tambalee un poco pero con eso no basta. Rápidamente saco la pistola pequeña que es la más fácil de manejar y apuntando a la pierna, le doy una vez al gatillo haciendo qué el hombre caiga al suelo.

Veo a Samantha apurada, tres contra uno. Me agacho, apunto con el franco y tiro a uno. Vuelvo a apuntar al otro y hago exactamente lo mismo.

Pasan las horas y seguimos igual. Nos hemos dividido y aún no sabemos quién vencerá, pero de ambos lados han habido muchas bajas.

--Nos separamos.

--No creo qué sea buena idea Axel.

--Es mejor, cada uno a un lado. Sam recto, tú a la izquierda y yo a la derecha.

--Vale.-- Asiente Samantha.

--Como me vuelen los sesos te atormentaré en mi otra vida.-- No le puedo ver la cara con el casco pero sé qué está sonriendo.

--¡Vamos, movimiento!

-¡Sí, señor!

Avanzo sobre el oeste. Me encontré a gente pero fué fácil derribarlos.

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