Médiums.
Por lo general, un médium es aquella persona capaz de contactar con los espíritus o las energías que ya no viven en nuestro plano terrestre ni en nuestro espacio temporal. Ellos son capaces de comunicarse con los seres del más allá gracias a la canalización energética, por tanto, su propio cuerpo actúa como si fuera un intermediario entre el mundo terrenal y el espiritual. Pueden escuchar los pensamientos, las voces y sentir la presencia de otros espíritus que no forman parte de nuestra realidad. Pueden sentir las frecuencias más altas donde vibran los espíritus y, por eso, su contacto con esa "otra" realidad es factible. Algunos solo llegan a contactar con personas fallecidas, pero los más poderosos pueden contactar con entidades inhumanas, los demonios.
Sam era uno de esos médiums poderosos, pues desde muy pequeña ha llegado a estar a la altura de los mejores, capaz de rastrear demonios con tan solo oír los rumores entre fantasmas, o detectar el aura diabólica de sus objetivos. Ha entrenado varios métodos, ya fuera mediante cartas, bolas de cristal, amuletos o, el método que estaba usando en ese momento, un trozo de papel y tinta negra. A pesar de su don, ella jamás lo ha deseado, pues es sabido que aquellos que son capaces de ver la muerte siempre serán perseguidos por ella.
Mantenía sus manos en la mesa, donde se encontraba el papel blanco, concentrada y escuchando las infinitas voces de los muertos. Buscaba algo, una noticia, una muerte, un rumor... algo que explicara la presencia diabólica de Londres. Sin embargo no captaba nada.
Para demostrar su apoyo, Duncan se mantuvo sentado a su lado con una mano encima de la de ella. No le gustaba que se excediera, pues a veces la habilidad de los médiums puede pasarles factura física y mentalmente. Quería estar a su lado para que viera que le tendría siempre. Desde que perdió a su mejor amiga, se hizo la promesa de no volver a fallar a sus amigos.
—¿Nada nuevo?
—No... —dijo aún concentrada. —Nada fuera de lo común.
—Bueno tampoco te sobreesfuerces. —ella abrió los ojos, algo triste por no poder ayudarles. Por una vez que la habían llamado, no quería ser una humana inútil. —Borra esa cara de asco que tienes. Estás más guapa cuando sonríes.
La chica notó como sus mejillas se tornaban de rojo, pero no quiso mirar al pagano por lo tímida que era. —Sonreiré cuando haya logrado averiguar lo que necesitáis.
Will y Ross observaban a los dos jóvenes desde la cocina. Adán no tardó mucho en acercarse hasta ellos y sacar otra botella para él.
—¿Cómo va?
—Nada nuevo. —respondió la bruja mordiendo una manzana. —La pobre se siente frustrada, quiere ayudarnos en todo lo posible y se está impacientando.
Will observaba como los ojos de la chica se movían bajo los párpados, como si estuviera soñando.
—Yo no podría dormir con esos fantasmas reventándome los oídos.
Normalmente la presencia de los médiums no activa la presencia de espíritus sino que, simplemente, ellos pueden conectarse con estos espíritus que ya están aquí pero que para la mayoría de nosotros no son perceptibles. Sin embargo, con Sam no era el caso, pues desde siempre ella ha sido un foco para los fantasmas hasta el punto de atosigarla día y noche. Al no poder controlar su energía, muchas veces le era imposible conciliar el sueño. Esa ha sido su tortura durante años.
—Al principio tenía que tomar pastillas o dormir con los cascos puestos. —explicaba Adán mientras se sumía en los recuerdos de Sam. —No había forma de que se quedara dormida, pero Arthur comenzó a cantarle nanas para que se durmiera. La voz de un caído puede noquear hasta un elefante.
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(1) El Lilim #Saga Guardianes de lo Oculto
Action"Tener cuidado demonios, porque voy a por vosotros. Puede que acabéis vivos, puede que muertos, pero por mí, podéis iros todos al Infierno." ~⛤~ Adán Fawley e...