Capitulo 4

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Necesidades Básicas

Lee Donghae no tomaba por una simple y sencilla razón, no sabía hacerlo. Podía empinarse la botella, terminarla en unos segundos pero en ese mismo tiempo estaría caminando en zigzag hasta caer al suelo. No solía hacerlo, ya que a pesar de todo lo que le paso jamás lo sintió necesario, al menos que fuese para calmarse un poco. Como en esa ocasión.

Cuando Donghae despertó se sentía mareado, perdido y extremadamente acalorado. Se removió en la cama hasta quitarse la manta que tenía encima, se sacó los zapatos usando sus pies y se talló los ojos mientras se sentaba en la orilla de la cama, su mente estaba demasiado confundida como para notar que estaba en un lugar extraño.

Se puso de pie, o lo intentó porque cayó al piso de rodillas, terminó adolorido en el suelo mientras se levantaba torpemente, escuchaba voces y quería ir hacia estas, escuchaba palabras a medias y de pronto la necesidad de saber que decían lo invadió, solo simple curiosidad. Caminaba entre tropezones mientras se quitaba el saco, tenía demasiado calor y la habitación era muy cálida.

Donghae llegó a la conclusión de que estaba demasiado vestido y por eso tenía tanto calor, no porque estuviera ebrio y el alcohol era el que le provocaba esa sensación, pero el castaño no estaba demasiado concentrado para darse cuenta de ello. Se estiró en su lugar cuál gato perezoso y se desabrochó el pantalón, se lo bajo y en lo que trataba de sacárselo cayó una vez más contra el piso de madera pulida.

Gimió de dolor en lo que luchaba con su pantalón, se lo deshizo de el a patadas quedando en bóxers y jalando su camiseta hasta dejarla en el suelo junto a la demás ropa, ya se sentía más fresco y la sensación sofocante se iba poco a poco. Continuó su camino hasta la puerta de la habitación por la cual salió, avanzó por el estrecho pasillo siguiendo las voces hasta dar a la sala de estar donde su compañera de trabajo estaba junto al hombre del baño, el hermano de Sora. ¿Como sabía que era el hermano de Sora? También estaba una muchacha la cual lo volteó a ver con una expresión llena de sorpresa.

Sin embargo, Donghae solo ladea la cabeza en dirección al que sería el hermano de su compañera de trabajo, se relamió los labios resecos al notar lo atractivo que era mientras sonreía. De pronto su cerebro pareció funcionar. Probablemente el hombre fue quien lo llevó hasta la cama y lo arropó "¡Que lindo y considerado!" Pensó.

—Sora, tu hermano fue muy bueno conmigo en la cama.- Dice sin tratar de acomodar las palabras más adecuadamente, refiriéndose al hecho de que lo acostó en una y lo arropo pero parece que a la otra muchacha no le agrado la idea porque lo veía como si quisiera ahorcarlo. No entendía cual era la razón ¿Acaso había hecho algo malo?

—No me digas.- Responde Sora con diversión en la voz, sonríe tan ampliamente que asusta a Donghae. La otra chica resopla y alza la cabeza con los labios apretados.

—Lo llevaré a recostarse un poco.- Habla el hombre del baño, camina hasta el, estira los brazos para tomarlo de los hombros pero se queda quieto, dándose cuenta que lo tocaría directamente la suave y tersa piel.

Hyukjae traga en seco y con cuidado toma uno de los brazos del muchacho, trata de ignorar la sensación de los fuertes y musculosos bíceps contra sus dedos, además de no centrarse en el cuerpo casi desnudo y bastante tentador frente a él, por otro lado Lee Donghae estaba completamente ajeno a eso, su cerebro estaba en reposo en ese momento, no pensaba con claridad y mucho menos objetivamente.

El castaño siguió al otro hombre obedientemente, habían caminado hasta la mitad del pasillo en silencio hasta que una luce sita se iluminó en el cerebro del joven.

—¡Tú eres mi cita de esta noche!- Exclama Donghae al darse cuenta, o mejor dicho recordarlo. Se siente orgulloso de si mismo por haber llegado a esa conclusión.

Hyukjae gira sorprendido por la efusividad del otro, lo que no espera es que éste se le deje ir a los brazos. El moreno termina quieto, atrapado en los brazos de un hombre desnudó que se encuentra demasiado cerca, peligrosamente cerca. Carraspea pero el otro solo se acurruca en su hombro.

Donghae había evitado las citas porque su conciencia le decía que estaba mal, que de alguna forma aún debía de guardar luto pero justo ahora, estaba ebrio, la conciencia y su moral estaban tomando una siesta, solo sus necesidades básicas estaban presente y una necesidad básica que el castaño no había satisfecho en los últimos años estaba saliendo a flote esa noche y Lee Hyukjae podía sentirlo.

—¡Oh Dios!- Susurra mientras trataba de mantener la cabeza y el resto de su cuerpo frío, lo más frío que pudiera.

•••

Min-Si salió del departamento de su ex prometido hecho una furia, se suponía que Hyukjae debía estar dolido y lloriqueando por ella, que debía ser un desastre y que todos lo notaran. No que tuviera a un hombre medio desnudó en su cama.

En el momento que cruzo la puerta una luz blanca la encandiló, el sonido de las fotografías siendo tomadas la aturdió antes de darse cuenta de lo que sucedió y cuando pudo reaccionar fue demasiado tarde. Vio al chico con la cámara corriendo al ascensor, probablemente con una historia que mañana sería primera plana y la pelinegra empezaba a temer de lo que iba a decir.

Tomó su teléfono con las manos temblorosas y marcó el número de su dama de honor, espero tres tonos hasta que la voz de la otra le respondió.

—¿Como va la fiesta? No notaron que me fui ¿Cierto?- Pregunta algo nerviosa mientras camina en dirección a uno de los elevadores.

—Si que lo hicieron, deberías buscar toda la dignidad que tengas porque la gente solo habla de una cosa. Y esa eres tú corriendo tras tu ex después de que éste se fuera con una conquista.- Dice su amiga tratando de sonar sería pero con soberbia en la voz.

—¡Oh Dios!- Respondió Min-Si. "Oh Dios"

Stupid LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora