Capitulo 7

545 101 19
                                    

Noche

—No se porque te esmeras tanto en el como te vez, ya te miro casi desnudo, si algo no le hubiera gustado no te habría pedido una cita.- La voz de Jessica al otro lado se escuchaba bastante alegre. El solo sintió su rostro enrojecer y las ganas de no ir apoderándose de su cuerpo.

—Deja de recordarme eso o me arrepentiré.- Réplica Donghae mordiéndose los labios, se ve al espejo de cuerpo completo escaneando por quinta vez su atuendo. Un suéter de lana amarillo, un pantalón blanco y unos zapatos de cuero color café. Tomó un abrigo color miel y su bufanda del mismo color por sí le daba más frío lo cual era probable.

—Ambos sabemos que quieres salir con él, jamas me habías llamado antes de una cita para preguntarme como te vez.- Dice Sica a través de la bocina del teléfono.

Donghae pasa los dedos por sus cabellos castaños peinandolos hacia atrás, toma sus anteojos y los coloca con cuidado, el marco era plateado y delgado. Generalmente trataba de usar pupilentes pero le solían cansar bastante o le dolían los ojos. Prefería los anteojos al menos que fuese un evento muy importante. Trago saliva y paso las manos por sus mejillas.

—Es que el es...ya sabes.- Dice Donghae con timidez, toma un poco de crema y la pasa por su rostro y sus manos. Toma un brillo para los labios y se lo aplica con cuidado, trata de autoconvencerse de que solo es para que el frío no le parta la piel. Lo guarda en su bolsillo y vuelve a escanear su reflejo.

–Sí, ya se. Como lo conozco tanto.- Resopla su amiga. El castaño la puede imaginar negando con la cabeza, su coleta alta agitandose para después verlo con incredulidad.

—Me refiero a...el punto es que debo seguir adelante. Ya he tenido muchas citas así que quizá esta sea la oportunidad.- Donghae se gira hacia el teléfono que estaba en reposo sobre el buro. Siempre que esa sensación de culpabilidad lo invade, recuerda que a Siwon lo le hubiese gustado verle solo.

—Lo se pimpollo, por ello me despido o me usaras de excusa para retrasar tu salida. ¿Llevas condones?- Cuestiona ella sin tapujos, la escucha sorber y el está seguro que hay una piña colada en sus delgadas manos.

—¡No! Es demasiado pronto.- Enrojece hasta las orejas de solo pensar en...eso. Traga en seco mientras se balancea de un pie a otro.

—La primera vez, osea ayer, terminaste desnudo, ahí que prevenir. ¡Llévalos!- Anima la castaña antes de sorber nuevamente, parecía que estaba bebiendo algo desde un popote. —Adiós.- Se despide ella colgándose de pronto.

—Adios.- Bufa sin mucho ánimo. Esta a punto de guardar su móvil en el pantalón cuando esté vuelve a sonar asustándolo. Ve el nombre y siente que el corazón casi se le sale. Desliza el dedo y se lleva el teléfono al oído.

—Hey.- Dice Hyukjae con voz alegre.

—Estoy afuera de los departamentos, estacionado justo en el edificio del frente. ¿Estas listo? Se que llegue masivo media hora antes.- La voz del mayor se escucha algo nerviosa y eso lo alegra. Al menos sabe que no es el único.

—No...Sí, estoy listo pero.- Aprieta los ojos y se deja caer en la cama, su espalda cae en el suave colchón y respira profundo esperando calmarse. Sabe que necesita dar ese paso, solo será en lo que es hora de la reservación. Le dijo que la había podido hacerla hasta las ocho pero ahí estaban a hora y media. —...quieres subir, a mi departamento...en lo que da la hora.- Se cubre el rostro avergonzado y son saber de donde saco las agallas de hacer eso.

—Claro, podrías venir por mi. ¿No se cuál es tu puerta?- La voz ajena tiene un tono divertido. A Donghae le gusta como suena.

—Voy.- Sin más cuelga y sale de la habitación, le da una hojeado a su departamento esperando que sea lo suficientemente limpio. Las almohadas están en los sillones, la mesa de centro está vacía, no hay nada tirado en el piso, sus libros están sobre la repisa y su habitación, bueno esa es otra historia. Cierra la puerta de esta y ve la pequeña cocina, hace una mueca esperando que a Hyukjae no le importen algunos trastos sucios.

Respira profundo y vuelve a pasar sus dedos por los cabellos castaños, abre la puerta y sale hacia las escaleras, baja casi de dos en dos hasta llegar al piso de abajo. Pasa por recepción done el hombre encargado de esta duerme plácidamente sobre el mostrador. Abre la puerta principal y se sorprende a ver el auto pero este vacío o eso distinguía en los vidrios oscuros.

Se agacho un poco avanzando hasta que sintió un toque en su brazo, salto en su lugar girándose con brusquedad. De pie a su lado estaba Hyukjae sonriéndome divertido, las mejillas del más joven se calientan sintiéndose algo avergonzado.

—Hola.- Murmura bajo, juega con sus dedos cambiando el peso de un pie a otro. Realmente es un hombre atractivo.

—Te traje unos chocolates, para el postre. Pero debido a las circunstancias tendrán que ser el aperitivo.- Dice el moreno extendiendo un paquete cuadrado, demasiado elegante para ser un dulce, pero lo es.

—¿Quieres ir adentro?- Pregunta, incluso sabiendo que el otro ya le había dicho que si hace un par de minutos. Hyukjae asiente y entran al interior del edificio.

Donghae agradece el haberse mudado cuando falleció Siwon, no podría ni pensar en entrar a esa casa con una cita. Habían vivido ahí por el tiempo que estuvieron juntos, cuando el se fue y todo se vino abajo. Luego de un desastre terminó ahí, en ese pequeño departamento. No le gustaban los lugares grandes debido a que se sentiría solo, no necesitaba trabajar gracias a lo que le dejo su difunto esposo pero no se atrevía a gastar el dinero de este. Hacia donaciones a la caída ocasionalmente porque sentía que era una buena forma de rendirse honor.

Así que cuando entro a ese departamento acompañado de Hyukjae, cierta culpa se fue al darse cuenta que nada de ahí era de Siwon, ni el lugar, las cosas o dinero de este. Sabía que debía ser feliz y seguir adelante, su esposo jamás lo querría ver solo y tenia el presentimiento de que tal vez acababa de encontrar a alguien que le hiciese compañía.

Stupid LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora