Capítulo 20

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No cita

Sentía que el y Hyukjae habían estado dando vueltas sin parar sobre el mismo camino, avanzando en círculos sin poder avanzar. O se emborrachaba con Soju, con mimosas o quemaba la cena. A veces creía que lo echaba a perder a propósito, que se autosaboteaba para no seguir avanzando y traicionar a su difunto esposo. Pero se ponía a pensar, analizaba todo y no encontraba alguna acción que la hiciera a propósito. Quizá en el primer encuentro en el hotel, si hubo algo de autosabotaje, pero en el segundo no, el pidió su bebida sin alcohol, el no tenía idea de que al invitarlo a comer ramen, le estaba pidiendo que...

Por ello pensó que era momento de avanzar, de seguir adelante y tener algo un poco más sólido. Así que le presentaría a Jessica, Donghae conocía a Sora así que le pareció algo justo y necesario. Había pensado en Donghwa pero este estaba en una de sus convenciones o reuniones, algo así. Por lo que no lo pudo contactar.

No quería seguir en el circulo de cita y desastre, cita y desastre. Así que estaban el y su amiga en espera de Sora y Hyukjae. Creyó que un buen lugar sería una sala de juegos, eran divertidas y hasta tenían karaoke. Podrían jugar, platicar sin que fuese una cita donde sobrepensaron las cosas al punto en el que ocurre el dichoso desastre.

—Deja de moverte así, pensaran que quieres ir a hacer pipí.—La forma directa y descuidada de hablar de la pelinegra lo hizo sonrojar, con una mano ajusto cuidadosamente sus enormes lentes de sol mientras sonreía ampliamente.

Sin darse cuenta un puchero apareció en los delgados labios del castaño, Jess siempre fue así, decía las cosas y actuaba como su hablara del clima. A pesar de eso no decía cosas hirientes, no era desdeña o cruel, si sabía que algo lo lastimaría no iba a restregarselo, pero ella lo conocía. Era consciente de hasta donde llegaba su bsensibilidad. Sólo se había pasado una vez, apenas se recuperaba de la pérdida de su difunto esposo a un año de lo sucedido,, fue cuando su amiga sugirió que buscará a alguien más para "desempolvar su cama." Debe admitir que ni siquiera el sabe porque se desarmo en un llanto inconsolable pero desde entonces ella manejarnos las palabras. Siguen siendo directas e incluso una bofetada de verdad pero no de la forma en la que te duelen.

—Hey.—La voz, de Hyukjae tras el lo hizo saltar, se giro sorprendido para verlo a el y a Sora quien sonreía, bastante.

Se saludan con entusiasmo, el se siente algo extraño pero ni de una mala forma, simplemente llevaba demasiado tiempo son haber salido en un grupo tan grande.

—Por fin te conozco, el chico del ramen.—Jessica sonríe y Donghae siente que se atraganta con la saliva, ve las pálidas mejillas de su...de Hyukjae volverse de un tono rosa, hay una risitas nerviosa y una carcajada de parte de su hermana.

Después de ese pequeño momento todo transcurre con mayor normalidad, hablan de cosas triviales, Jessica bromea sobre su desorganizados y como es un milagro que no se pierda en su propia casa, Sora molesta a su hermano respecto a lo obsesionado que está con el orden, éste responde con un empujón, ella le da un puñetazo, el pelinegro le jala un mechón del cabello y terminan sacándose la lengua mutuamente. Es extraño pero le parece algo tierno.

—¡Son tan lindos! Yo no tuve hermanos pero Hae es casi uno.—Ella sonríe tomando del brazo al mencionado, después lo suelta dándole un empujón, avanza junto a Sora y ambas desaparecen misteriosamente en una de las cabinas de karaoke.

—Iba a traer a Donghwa pero suele tener sus retiros y cosas así.—Susurra un poco nervioso. Quería que Hyukjae supiera que realmente estaba interesado en que conociera a su familia, pero tampoco quería decirlo.

—Esta bien, Jessica parece una persona divertida.—Comenta el mayor con una amplia sonrisa, los ojos negros están fijos en Donghae y lo hermoso que se mira.

—Y eso que esta sobria, cuando toma es el alma de cualquier lugar.—Dice entusiasmado de solo recordarla en los bares, gritando y bailando, una de las veces en las que ambos se ahogaron en alcohol, Jess regalo casi doscientos mil dólares después de tirarlos al aire como si fueran confeti. El esposo de esta los regaño a ambos como si fueran niños pequeños.

—¿Son muy cercanos?—Pregunta Hyukjae mientras avanza hacia uno de los juegos, en lo alto ve una canasta de basquetbol y un par de pelotas acomodadas en hilera.

—Sí, la conozco desde el bachillerato. Siempre sabe como alegrarme.—Sonrie un poco tímido, ve el juego recordando cuando practicaba ese deporte.

Siwon también fue un buen jugador de basquetbol, solían ir a partidos dos o tres veces al mes, generalmente ganaban y así fue como se conocieron. En medio de un partido donde el balón casi le rompe la nariz a Donghae y este empezó a llorar, su ahora difunto esposo estuvo con el, cuidándolo hasta que se tranquilizo.

—Eso es bueno, me gusta tu sonrisa.—Una mano en la mejilla, una caricia suave y Hyukjae se inclina por un beso, uno que rápidamente es respondido con necesidad. Cualquier pensamiento sobre Choi Siwon desapareció de su mente, sólo podía pensar en los ojos negros, la pálida piel y lo dulce del beso. Se dejó llevar hasta que tuvieron que separarse solo un poco.

—¿Quieres que cantemos una canción?—Pregunta Hyukjae con los ojos brillantes de dobles intenciones.

—Sí es otra invitación para el sexo, no la pillo pero aun así la respuesta es afirmativa.—Murmura con una sonrisa.

—Casi.—Responde con simpleza, antes de que ambos desaparezcan en la cabina de karaoke, que estaban en uno de los pocos establecimientos sin cámaras de seguridad, que casualidad.

Stupid LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora