Capitulo 6

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Hoy

Donghae se encontraba en el supermercado, empujaba el carrito sin mucho ánimo echando cosas que creía importantes. Había llegado a las frutas cuando su teléfono celular vibro, lo sacó dándose cuenta de que el mensaje era de Hyukjae, el hermano de Sora. Apenas había pasado un día y ya lo buscaba, cierta satisfacción subió directo a su ego. Una sonrisa de lado apareció en sus delgados labios.

Coloco el dedo en la parte baja de la pantalla y su teléfono se desbloqueo, deslizó la barra de tareas hacia abajo y abrió el mensaje con curiosidad.

"Buenos días, se que es fin de semana y probablemente te encuentres descansando pero quería saber si podemos vernos hoy. ¿Puedo llamarte? Ahora."

Sus ojos releyendo una y otra vez el mensaje, se recordó a sí mismo que a Sieon jamás le gustaría verlo solo así que respiro profundo respondió el mensaje.

"Estoy de compras, pero puedes llamar sino te molesta el ruido ☺"

Envío el mensaje Pregunta dose si el emoji no era demasiado. Se veía demasiado feliz y sonrosado ¿No parecía desesperado? El otro no había mandado eso, tal vez creía que era infantil o fuera de lugar. Apretó los labios dudosos cuando el teléfono sonó con fuerza. Respondió con rapidez con un "Hola" bastante agudo. Se mordió el labio sintiéndose nervioso.

-¿Donghae? Buenos días.- Saludo la voz animada al otro lado del teléfono.

-Hey, que tal.- Respondió con torpeza, se removió en su lugar en espera de que le contestaran.

-Bien, oye se que apenas ayer nos conocimos pero antes de que te olvides de mi ¿Te gustaría que fuéramos cenar? Puede ser un lugar pequeño, nada comprometedor solo para conocernos un poco mas.- Ofrece Hyukjae sin rodeos.

-Sí.- Responde sin pensar, saber qué si le da rodeos a las cosas va a terminar diciendo que no o que no es el momento pero después de tres años de guardar el luto tal vez ya es el momento. Hyukjae es agradable y fue muy amable con él, no se aprovecho de su embriaguez ni de que...

-Te parece hoy...- Comienza el moreno pero rápidamente es interrumpido.

-¡Me viste sin ropa!- Exclama asustado dándose cuenta de ese pequeño detalle. ¿Que tan reveladores fueron los boxers que uso? Siente la mirada de las personas que había a su alrededor y se encoge de hombros. Tal vez no debió hablar tan fuerte.

-Si...quiero que quede claro que tu te desnudarte solito. Yo solo te deje en la cama a descansar. Además no hay nada de lo que debas avergonzarte. - Responde el moreno por teléfono, una risa nerviosa se escucha.

-¡Oh Dios! ¿Cómo saldré contigo después de eso?- Donghae esta rojo, ve su reflejo en el espejo alto tras los betabeles. Sus orejas incluso están rosadas, agradece que Hyukjae no pueda verlo, sería tan vergonzoso.

-No te preocupes por eso. Imagina que fuimos a la playa y nos topamos en traje de baño ¿De acuerdo?- Ofrece el otro con cierto tono de desesperacion como si algo se le fuera.

-De acuerdo.- Responde mientras ve el piso blanco. Las manos le están sudando y el corazón retumba en sus oídos. Traga en seco algo confuso y temeroso.

-No te arrepentirás lo prometo. ¿Te parece el día de hoy a las siete? Puedo pasar por ti, no es necesario que me des tu dirección, dime un lugar y ahí estaré, no quiero presionarte.

-Esta bien, te enviare la dirección para que pases por mi.- Susurra Donghae, sintiendo un hormigueo en la piel, ese cosquilleo en el estómago y una sonrisa jalando la comisura de sus labios.

-Maravilloso, te veo en la tarde.- Se despide Hyukjae con esa suave voz.

-Adiós.- Dice el más joven embobado por la situación.

-Por cierto, el blanco se te ve muy bien y resalta tus grandes atributos. Adiós.- Dice Hyukjae antes de colgar. El castaño ve la pantalla confuso, guarda su teléfono y empuja el carrito sin prestar demasiada atención.

¿A que se refería Hyukjae con eso?- El no uso nada blanco ese día a excepción de sus...calzoncillos. Se paro en seco y un gratuito salio de sus labios, una niña y una señora lo vieron entre preocupados y asustados, el se disculpo y empujó sus compras con fuerza mientras en su mente las palabras se repetían.

¿Acaso le acababan de decir que tenía unos atributos...? ¿Estaría hablando de su...o de sus...o de ambos? Paro en seco y apretó los ojos cubriéndose el rostro con las manos. Si Hyukjae dice que se desnudo solito...¿Le haría un baile? No, claro que no el no haría algo tan...¿Y si? La duda y la curiosidad lo absorbiendo totalmente, quería llamar al mayor y salir de dudas pero su vergüenza no lo dejaba.

Saco una vez más su teléfono y busco el número de su hermano pero se arrepintió. No podía hablarle a Donghwa sobre esas cosas, bueno si podía pero hasta cierto punto. Repaso los nuneros hasta dar con el de ella, la llamo esperando que respondiera.

-Buenos días pequeño pimpollo ¿Quieres...?- La voz de Jesica sonaba algo entusiasmada probablemente había iniciado la hora feliz, cuando su esposo estaba de viaje solía tomar muchas mimosas para aminorar el sentimiento de añoranza o eso decía ella.

-¿Cuándo he ido a tu casa y me haces tomar...?

-Yo no te hago tomar cariño, tu solito te enpinas la botella de champán y de la cara.- La risa divertida de su amiga solo lo pone más nervioso en ese momento.

-¡Jes! Eso fue una sola vez y no me acuerdo, así que no paso. Pero existe la posibilidad de que cuando bebo mucho haga cosas muuuuy vergonzosas ¿como un streaptease?- Pregunta algo nervioso. No es que le guste tomar ni que lo haga, esas solo fueron ocasiones contadas y aisladas.

-Bueno...mmm. Te da calor y te desnudas así que yo diría que si. Me diste muy buenos espectáculos pimpollo.- Ella ríe y el quiere evitar hacerlo pero recuerda la vez que despertó desnudo en una flamenco gigante de aire, en ese momento no era divertido y cuando llego de marido tampoco. De las que se ha salvado con ese hombre por ser gay, pero Sica no lo era y sabía que él era atractivo. No le molestaba pero si cuando do ella lo usaba en su contra.

-Voy a morir de verguenza.- Se queja angustiado, como lo verá a la cara ahora que es consciente de lo que pudo haber sido. ¿Y si lo vio desnudo? ¿Y si tuvo que ponerle los calzoncillos porque se negaba a cubrirse con las mantas. Depende del alcohol era lo terco que se volvía, o lo cariñoso.

-¿No quieres morir a mi lado con un Martini mientras lloras viendo a Rose y Jack en el Titanic?- Ofrece Jessica con entusiasmo. Jamas ha podido negarse a ese entusiasmo, es de las pequeñas cosas que lo mantienen a flote y ahora vería a las siete de la tarde otra de esas pequeñas cosas.

Stupid LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora