Capítulo 19

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Llamada

—No te rías, no es divertido.—Se queja Donghae con un puchero en los labios. Esta sentado a la orilla de la alberca con una piña colada sin alcohol. Jessica está a su lado con un Martini en la mano mientras ríe lo más disimulada que puede sobre el flamenco inflable de color rosa.

—Lo siento, pero es que realmente lo invitaste a tener sexo cuando solo querías comer con el y ni siquiera comieron porque la comida se quemo y en base a eso, no tuvieron sexo. Es divertido y triste.—Dice mientras patalea en el agua tratando de tomar un nuevo rumbo en la piscina. El enorme sombrero de color blanco le cubre la mitad del rostro pero el castaño un ve su brillante sonrisa.

—Después de eso, me puse nervioso y entre pánico.—Se queja Donghae dejándose su bebida en la orilla, cubre su rostro con ambas manos negando con la cabeza.

—Sí, y le pediste que se fuera.—Dice su amiga con una voz más comprensiva y resignada de cierta forma.

—No quería hacerlo, pero estuve en un punto donde sentía que si seguía hablando lo arruinaría más, entonces lo tome de los hombros y los aque del departamento.—Donghae se deja caer sobre el césped, el sol le da en la piel y el rostro, mantiene los ojos cerrados mientras se siente miserable consigo mismo ¿Acaso era muy difícil solo seguir adelante? Volverlo a besar y dejar que todo avanzará.

—Pero le dijiste que lo llamarías ¿No?—La voz de Jess ya suena preocupada cuando lo ve negar aún en el suelo, puede oír el suspiro salir de sus labios.

—Por qué crees que estoy aquí ¿Qué debo hacer?—Pregunta irguiendose de pronto, mueve las manos con exasperación en espera de una solución milagrosa. Le había dicho a Hyuk que se tenia que ir, que había sido una cena maravillosa y terminó con un "Adiós" No hubo un "luego nos vemos" o "yo te llamo" y si lo había perdido. No es como que fueran algo pero aun así le gustaría que eso pasara.

—¡Llamarlo! —Responde con evidente obviedad la morena, quien niega por la actitud de Hae.

—Pero el no me ha llamado ¿Y si ya no quiere saber de mi porque lo eche de mi departamento?—Tiene una durable puchero lleno de ternura como de tristeza. Realmente estaba decaído por como fue la velada.

—Tal vez no te ha llamado porque quiere darte tu espacio después de que lo echaste de tu departamento y en realidad lo comen las ansias de llamarte pero no te quiere presionar.—Se empina la copa para recargarse en el cuello rosa del flamenco lleno de aire.

Donghae cree que las palabras de su amiga tienen cierta lógica, era bastante posible de que Hyukjae solo quería ser amable y no presionarlo, además de que estaba bastante de acuerdo con la idea de "comer ramen" pero aun así el pelinegro sentía cierto miedo de que lo rechazarán a pesar de que ya le había dicho que quería que lo intentaran. Su cerebro no estaba pensando con nada de lógica y todo por ser preso de los nervios.

—De acuerdo, iré adentro a...—Menciona algo inquieto, se pone de pie y camina hacia el interior de la casa, Jessica lo ve con una sonrisa enorme esperando que realmente haga la llamada.

El castaño camina por la casa con el corazón empezando a latir aun más fuerte, se queda de pie en la sala se estar y toma el teléfono de su mochila, con los dedos temblorosos y empezando a sentirse algo nervioso. Busca el contacto de Hyukjae hasta que da con el, ve el nombre brillante en color verde con el fondo blanco. Respira profundo intentando calmarse, se aclara la garganta para que al hablar no le tiemble la voz. Esta listo cuando entra una llamada.

El mismo nombre sigue en la pantalla, pero esta vez le está marcando, lo escucha sonar y responde sin pensar, deslizando el dedo para llevarse el celular al oído.

—¿Hyukjae? Lamento lo de anoche, realmente quería que te quedaras y estaba decidido a tener sexo pero entre en pánico. No se que me paso, sentía que si hablaba más lo echaría a perder y no quiero echarlo a perder. Enserió me gustas y haberte pedido que te fueras fue una grosería, no debí hacerlo pero yo...—Su voz se extinguió cuando escucho que se aclaraba la garganta.

—Entonces, por eso mi hermano ha estado sentado en su escritorio viendo a la nada con ojos de cachorro abandonado. Tiene sentido.—La voz de Sora lo asusto, se cubrió la boca como si de esa forma lo que había dicho se estuviera cancelando pero no había vuelta atrás.

—Yo...—Trato de decir algo pero su tono era delgado, agudo y débil. Que se extinguió inmediatamente.

—Perdón, mi celular está muerto y tome prestado el de el para llamarte, no le dije pero no creo que le moleste.—La castaña sonaba animada, debía estar trabajando, este fue el día libre de Donghae así que se fue a lamentar con Jess.—Te hablaba para ajustar algunos detalles con la transición de las secciones en el catálogo, parecen desentonar demasiado. Te mandare los ejemplos y me dices que tal ¿De acuerdo?—Explica su casi cuñada con lo que parecía alegría.

—Por supuesto, estaré esperando.—Confirma algo inquieto.—¿Y Hyukjae...?—En cuanto comienza la pregunta se arrepiente, ni siquiera sabe que es lo que desea pedirle pero parece que Sora si.

—Él esta en una junta, al parecer remodelara el hotel. Le diré que te llame en cuanto salga, estaba ansioso por hacerlo pero dijo que no te quería molestar.—Casi ve la sonrisa enorme y malévola en el dulce rostro de su compañera de trabajo, imaginaba aquel que ponía cuando se robaba los cafés de sus compañeros o los asustaba en halloween. Adoraba hacer lo último.

—Muchas gracias, y por lo último...realmente lo siento. No quise decirte todo eso, es demasiado y...—Las mejillas de Donghae se sienten arder, el calor inunda su cuerpo de vergüenza.

—No te preocupes, haré como que no se nada.—El castaño lo agradece, sonríe para expresarlo verbalmente pero no alcanza a hacerlo.— Adios, y usen condon.—Le cuelga dejándolo confuso y avergonzado.

—Estoy de acuerdo con la desconocida.—Salta del susto por la voz a su espalda, con el sombrero chorreando y empapada, Jess le sonría, pasa a su lado revolviendo su cabello con un gesto orgulloso, el solo puede dejarse caer en el sofá en espera de que Hyukjae lo llame, porque realmente quería que lo llamara, no puede evitar que una sonrisa crezca en sus labios así como la esperanza. Le gusta esa nueva sensación de emoción y...felicidad.

Stupid LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora