Capitulo 5

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Tal vez

Donghae despertó con la peor resaca de su vida, cada centímetro de su cuerpo dolía, su cabeza iba a explotar y sus ojos picaban. Necesitaba que lo llevaran al hospital o moriría ahí, en...¿en donde estaba? No podía recordar, sabía que salió de su casa, que fue a un lugar por una cita.

Sus ojos se abrieron de par en par, se irguió asustado al darse cuenta que estaba desnudó, solo traía sus bóxers y nada más. Estaba bajo las sábanas de una cama extraña y en lo que parecía un hotel, al menos lucía caro. Si cabeza solo estaba adolorida, palpitaba mientras el intentaba recordar algo de la noche anterior, rememoró un día antes y otro antes de ese tratando de que las respuestas acudieran a el y lo hicieron pero no como esperaba.

—Buenos días ¿Estas mejor?- Pregunta un hombre en el marco de la puerta, iba vestido de forma casual con pantalones deportivos y una camiseta blanca unas cuantas tallas más grandes. Le sonrió con unos gruesos labios y ladeó la cabeza en espera de una respuesta.

—¿Yo?- Pregunta atolondradamente, aprieta las piernas tratando de concentrarse.

—Si, ¿Donghae, cierto?- La voz del hombre es melódica y fuerte. La piel blanca, casi pálida, hay pequeños lunares esparcidos en la piel visible y uno bastante notorio en el brazo.

—Si, tu y yo...anoche...- Deja la frase a medias, ni siquiera puede preguntar. Traga en seco y siente como su rostro se vuelve rojo de vergüenza, hay un sentimiento de culpa en la boca del estómago que decide ignorar lo mejor que pueda, no es momento para esas cosas, hay demasiado con que lidiar en ese instante.

—No, no. Estabas algo tomado y...terminamos aquí. Pero no pasó nada, lo prometo y Sora te lo puede afirmar.- Explica el pelinegro, quien se sienta en una silla a cierta distancia de la cama.

—¿Sora? ¿Conoces a Sora?- Pregunta más confundido, ve al hombre con más atención y su cerebro se da cuenta de todo, lentamente.

—Es mi hermana.- Responde con simpleza Hyukjae, quien le sonríe, juega con sus dedos denotando nerviosismo por la situación.

—Entonces...eras mi cita y terminé borracho.- Donghae aparta la mirada del hombre, se siente tan mal consigo mismo por lo que sucedió, se muerde el labio algo impaciente y nervioso, no sabe que hacer, como actuar o en que pensar.

—Te deje algo de ropa por si quieres tomar un baño, o la tuya está doblada en la mesilla. Te espero para desayunar.- El hombre se pone de pie y sale por la puerta donde entró, dejando al castaño confundido y sin saber que hacer.

Donghae opta por las únicas opciones que tiene, levantarse, bañarse e ir a disculparse con el desconocido mientras se muere de vergüenza en el proceso. Hace todo tan rápido como puede y la jaqueca se lo permite, afortunadamente el sentimiento de culpa ya no estaba pero lo demás si, la vergüenza, el miedo, el pánico, estaba asustado. Con que cara vería otra vez a Sora después de andar borracho haciendo un desastre, por que sabía que con un par de copas encima termina muy, muy mal.

Cuando sale del cuarto de baño, con la ropa del otro, absteniéndose de la ropa interior, va hasta la sala de estar donde puede ver al chico sentado en la isla de la cocina. Camina hacia allá con las manos temblorosas y sin fuerza en las piernas.

—Buenos días.- Saluda sin saber que más decir, no ve a Sora por ningún lado y eso solo lo inquieta, no es que desconfiara del hombre, era un retrato en masculino de su compañera, sino que no lo conocía y eso solo lo ponía incómodo.

—Lee Hyukjae, es un gusto.- Le saluda el pelinegro, lo invita a tomar asiento mientras Donghae obedece, no sabe que más hacer. La sensación de salir huyendo y no volver le cosquillea en la piel.

—Lee Donghae.- Sonríe lo mejor que puede, dirige su vista a los ojos negros y se siente intimidado.

Hyukjae se pone de pie y va a la cocina, regresa con un vaso de agua y una aspirina, se las ofrece siempre con esa sonrisa amable.

—Gracias.- Murmura el castaño, tomándolo algo avergonzado. Se bebe todo el vaso y se quedan en silencio. Donghae no sabe que hacer, a donde voltear o de que hablar, quiere ir por su calzado y huir de ahí, llegar a su apartamento para hundirse en sus reconfortantes sábanas.

—Nuestra cita de anoche, evidentemente no salió como lo deseábamos ¿Te gustaría que nos viéramos después? En circunstancias diferentes, claro.- Hyukjae espera la respuesta del otro, lo ve con atención y sonríe esperando un si.

—De acuerdo, puede ser en un café, algo menos formal y alejado de las bebidas.- Ofrece el castaño tratando de sonreír, mete esa sensación de culpa que nuevamente lo invade en lo más profundo de su ser y trata de sentirse bien, de aferrarse a esa sensación agradable que el hombre frente a él le da.

—Debería irme...- Susurra Donghae poniéndose de pie, Hyukjae le da unos zapatos antes de intercambiar los números de teléfonos. El joven castaños sale del cuarto de la habitación con calma, avanza por el pasillo con una pequeña sonrisa en sus delgados labios, jamás creyó que pudiera tener una buena sensación mezclada con el nerviosismo, pero la tuvo.

Por otro lado Hyukjae sonríe triunfante, realmente le agradaba el chico y era muy guapo, no había creído en las citas a ciegas de su hermana hasta esa, realmente quedó prendado de Lee Donghae, toma un vaso y se sirve un poco de agua, enciende la televisión mientras toma un trago refrescante y cuando ve las noticias en el canal de celebridades o mejor dicho, chismes, casi se ahoga.

"¿Quien es el chico que hizo olvidar a su ex al empresario Lee Hyukjae?"

Oh-Oh

Stupid LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora