Capitulo 13

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Oportunidad

Donghae amablemente le había prestado ropa suya, junto a su ducha y hastaun cepillo de dientes. Hyukjae agradeció que el otro no lo echará de su casa, sabía que lo de anoche tal vez lo alteraba pero el menor solo dijo que ya sabía que se ponía cariñoso. Tomo un baño rápido, se cambió colocándose los boxers ajenos, el chándal blanco y una camiseta del mismo color que le quedaba algo grande. Tomo una bolsa que le dio el castaño y metió toda su ropa del día anterior, eso incluía calcetas y zapatos. Salió del baño y vio al joven cambiando la cama.

—Perdón por eso, yo quise resistirme pero eras insistente y también estaba algo borracho.- Se disculpo completamente apenado. Donghae termino de acomodar el edredón para girarse a el y Hyukjae se aguanto las ganas de ir a alinear las almohadas correctamente así como pasar las manos por el edredón hasta que estuviese liso.

—No, no es tu culpa y no te tomes personal lo de las sabanas es que tenia...fluidos.- Apretó los labios y sus mejillas se volvieron de un bonito rosa.

—Entiendo, la ropa te la puedo traer después.- Ofreció Hyukjae con una sonrisa amable, se sentía incómodo por la situación y no sabía que hacer así que creyó que lo más conveniente era despedirse e irse, para evitarle más vergüenzas a Donghae pero este no pensaba igual, en lo absoluto.

—¿Quieres quedarte a desayunar? Te daré aspirinas como aperitivo.- Sonríe algo nervioso y eso solo lo hace pensar en lo bonito que es, quería tomar sus mejillas y apretarselas con fuerza.

—Me encantaría, suena muy tentadora tu oferta. -Responde complacido, el hecho de que el otro aún quisiera estar con él a pesar de todo.

—En cuanto termine con la habitación iré a preparar algo, soy muy buen cocinero.- Dice con orgullo y una sonrisa encantadora que solo lo hace querer verlo y verlo aun más.

—Yo puedo terminar aquí si quieres, no soy bueno en la cocina y no podría ayudarte. Además yo también coopere en este desastre.- Dice el moreno con una sonrisa amable. Al principio Donghae se ve incómodo con la idea de que alguien mas limpie y ordene su cuarto pero tomando en cuenta lo cercano que estuvieron anoche, bueno no protesto mucho.

—Esta bien, solo termina la cama y ya...no es necesario que te esmeres.- Responde con esa sonrisa que hace a Hyukjae derretirse por el hombre, esa mañana noto lo precioso que era, incluso antes de que Donghae tomara una ducha se veía maravilloso, con el cabello despeinado y las ojeras que no lo desfavorecían en lo más mínimo.

—No me molestaría, ve. Esta será mi disculpa.- Después de pensarlo el castaño acepta y sale de la habitación para preparar el desayuno, en cuanto lo deja de ver corre a destender la cama completamente.

Pasa el forro y lo estira perfectamente hasta que no se vea ni una sola arruga. Pone la sabana encima y la mete bajo el colchón con cuidado. Toma las almohadas y sacude las fundas, las estira y acomoda, las pone en la cama, ocupando el largo. Después tiende una sábana, pasa la mano por el bajo de las almohadas para que se marque, cuida que caiga la misma altura de los dos lados, repite el procedimiento con las otras cuatro mantas para finalizar con edredón. Lo pone encima y pasa la mano por este hasta que queda sin un solo doblez, pone los cojines encima, la hilera de abajo es verde oliva y la de arriba son verde limón en combinación con los colores del edredón.

Sabe que se mete donde no lo llaman pero va al escritorio que es un desastre, no hay polvo pero si desorden. Quita una taza de café vacía, acomoda los libros uno sobre otro, toma las plumas y les coloca las tapas apoyándolos en hilera a su derecha, las hojas suelta las pone una arriba de otra sobre los libros, se agacha y sopla para que las migajas del borrador desaparezcan, alinea la lámpara con el resto de las cosas, acomoda dos fotografías para que queden en un ángulo de cuarenta y cinco grados. Hyukjae las ve, en una esta con un chico y una muchacha en la playa y la otra esta con una mujer que probablemente sea su madre.

Al terminar va por los platos en las mesitas de noche y sale para dejarlo en la cocina. El olor que proviene de ahí le encanta, hace mucho que no comía algo que se metiera al microondas por cinco minutos, y eso que Donghae cocinaba parecía oler a gloria.

—A veces suelo comer en la habitación, cuando trabajo por lo que...- Se excusa el castaño a ver a Hyukjae llegar con los trastes de su habitación, este sonríe y le resta importancia.

—Entiendo que estés muy ocupado, a veces Sora no se acuerda ni de comer.- Se encoge de hombros acercándose al más joven, este solo se sonroja y aparta la mirada.

—Lo siento es que cuando recuerdo lo que hicimos, bueno lo que hice.- Se cubre el rostro y niega, una risa nerviosa sale de sus labios.

—No te preocupes, no fue tan malo. Bueno no fue malo en ningún sentido. En realidad eres muy bueno.- Dijo más para sí mismo que para el otro, un quejido salió de sus labios completamente avergonzado.
—Discúlpame, no quise. Lo siento, mira se que hace mucho no lo hacías, desde que estabas...en una relación pero sino lo recuerdas no debe preocuparte o si te es desagradable la idea...- Trato de animar al otro pero este seguía lamentándose. Quito las manos de su cara con cuidado y lo vio aún tímido.

—No me parece desagradable, me gusta por eso lo hice. Es solo que fue hace mucho tiempo, desde antes de que me casara...- Hay una pausa como si tratara de digerir sus propias palabras.—Siwon era algo religioso así que eso no lo hacíamos, jamas le oraciones una felación. La última vez creo que iba en la universidad. Por eso me da vergüenza porque no es algo con lo que quiero iniciar una relación y decir, sabes en nuestra primera cita le hice una mamada cuando estaba ahogado en alcohol.- Murmura el castaño haciendo un puchero, alza sus labios como si fuese un adorable patito.

—¿Iniciar una relación?- Pregunta Hyukjae confuso, acaso se perdió una parte del discurso y no lo noto.

—Sí, eso quiero. Siento que eres el correcto, con quien debería darme otra oportunidad por eso te invite a desayunar para borrar el fiasco de cita que fue la de anoche.- Se cruzo de brazos, al parecer no le dio importancia al hecho de que le acababa de decir todo.

—Créeme que para mi no fue un fiasco, en absoluto.- Antes de que Donghae reaccionará lo tomó de las mejillas y lo beso. Esperaba no se empujado o bofeteado, afortunadamente después de que el otro se quedó quieto, por fin le respondió el beso. Fue dulce, suave, un ligero toque más que nada para sentirse el uno al otro. Y después de tres años de dolor, duelo y superación Lee Donghae había encontrado a alguien más a quien amar, quizá y con un poco de suerte, su siguiente "amor de su vida."

Stupid LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora