Capítulo 11

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Al despertar

Donghae despierta con el peor dolor de cabeza, el de hace unos días no fue nada en comparación. Su cara está contra la almohada y la baba cae por su mejilla, pasa una mano limpiándose tratando de recobrarse. Se incorpora lentamente, la mejilla y parte de su frente pulsan así como su cráneo, cree que la cabeza le va a explotar por el agudo dolor, cada músculo en su cuerpo se siente cansado, la garganta le duele y su aliento no es muy agradable.

Se levanta en cámara lenta, su espalda se queja pero la ignora avanzando hasta su baño donde hace sus necesidades y se da cuenta de que está desnudo, se enjuaga las manos, se echa agua en la cara para despertar y lava sus dientes hasta que su boca sabe a menta, limpia la pasta de su rostro y vuelve a su habitación. No entiende porque durmió desnudo, el prefería una camisa de algodón y un pantalón suave de lana, abrazarse a su oso de peluche que estaba en algún lugar del desastre que tenía y dormir como un bebé.

Iba de regreso a la cama cuando vio un cuerpo en esta, no traía sus lentes y no los veía cerca, pero su miopía no era tan mala como para no distinguir la espalda ancha de piel blanca, la línea de la columna se marcaba un poco en el medio. Sus sabana cubrían al desconocido hasta la cintura y le daba la espalda.

Camino con cuidado, tratando de ser silencioso mientras rodeaba la cama, poco a poco hasta ver a Lee Hyukjae durmiendo plácidamente. Ahogo un grito, se cubrió la boca con la mano a la vez que avanzaba hacia atrás chocando con su sofa y cayendo en este. ¿Ellos habían? ¡No...por supuesto de que no¡ ¿O si? La duda lo invadió al igual que la incertidumbre, su cabeza no lo dejaba pensar con claridad y el dolor ya se extendía hasta la mandíbula e incluso la nariz.

Se quedó ahí un buen rato sin saber que hacer, hasta que algo se le cruzo por la mente. Se incorporo una vez más, tambaleándose un poco mareado, extendió los brazos para equilibrarse y milagrosamente lo logró. Llegó hasta la cama donde su cita de anoche dormía, debía admitir que se veía bastante bien. Sus labios gruesos estaban de un lindo color rosa, en la parte inferior tenía una línea rojo como si lo hubiesen mordido, al darse cuenta de que pudo ser él quien lo hizo,, simplemente trató de no pensar en eso o no podría hacer lo que planeaba.

Vio unas líneas rosas en el bíceps de Hyukjae, su brazo caía por su estómago hasta colgar en la orilla de la cama, los dedos largos y delgados tenían manchas rosas como si los hubiesen presionado con fuerza. Trago saliva decidido y armandose de valor, tomo con cuidado la sabana que cubría el cuerpo y la levanto esperando ver los boxers del hombre. Sin embargo, lo que encontró fue mucha piel pálida, los huesos de la cadera sobresaliendo y su masculinidad más despierta que el.

Soltó la sabana como si esta le quemara, fue a la pila de ropa en su sofá para y vio un saco y una corbata que en definitiva no era de el, abrió un cajón tomando unos calzoncillos blancos e iba a recoger su suéter amarillo de la noche anterior para ponérselo hasta que vio que había algo blanco y pegajoso en el ¿Acaso era..? ¡Si era!

Lo dejo caer tomando unos pantalones del sofá, se los puso tan rápido antes de salir de su habitación, corrió y cerró la puerta dejándose caer en el sofá de la sala. Miraba la puerta como si dentro hubiera una catástrofe que en cualquier momento despertaría y destruiría todo. No podía creer que llevara años, años en abstinencia. Los cuales se fueron a la basura en una noche que no recordaba.

Vio el cuadro en la pared, la firma de Siwon en una esquina y ese sentimiento en su estómago apareció, le estrujaba las entrañas y el pecho en culpa. Se imagino a su esposo viéndolo, observando que tenía a un hombre desnudo en su habitación, que lo había engañado y traicionado. T
Rompiendo sus votos de amor eterno hasta que la muerte los separe.

Fue entonces que la verdad lo golpeó, como una sacudida que le hizo agitar el dolor en su cabeza y en su corazón. Siwon ya había muerto, ya no había votos que cumplir, ni traición o engaño. La muerte ya los había separado y el era libre, libre de seguir adelante y no estancarse en un recuerdo. De lo que debía preocuparse era de que no recordaba nada y no sabe que pasó, que el sexo fue en estado de ebriedad. Hasta ahí.

No tiene que sentir culpa por su esposo, no su...había enviudado. Alejo esos pensamientos de su mente, se esforzó en que la culpa se fuera junto con ellos, en evitar que entrará y echará a Hyukjae en medio del llanto para después ir a llorarle a la tumba. ¿Y que si había tenido sexo? Podía hacerlo, era soltero, joven y simpático. Respiro profundo, inhalo y exhalo casi por diez minutos, cada que el aire entraba a sus pulmones el cráneo palpitaba de dolor y al exhalar solo aumentaba.

Cuando logro calmarse, estar más tranquilo y alejar esos malos pensamientos miró el cuadro que Siwon le había regalado, no lo quería quitar y no lo haría. Su matrimonio fue algo hermoso y en tiempo pasado, no debía enterrarlo y deshacerse de todo, tampoco hacer como que no existiera sino recordarlo como lo que era, un hermoso recuerdo. A él jamás le hubiese gustado verlo solo, lamentándose y sufriendo.

Tomo el control de la televisión y la encendió cerró los ojos para distraerse con el ruido sin ponerle mucha atención, esperaría a que el hombre despertara...completamente y le preguntaría si se acuerda que hicieron en la noche, ambos estaban borrachos, o eso recuerda. Así que la balanza estaba equilibrada, quiso buscar tranquilidad pero el dolor de cabeza parecía aumentar.

Dejó el control a un lado, se puso de pie y fue a la cocina a buscar una aspirina o algo cuando una noticia llamó su atención. No se interesaba por ese tipo de notas, hasta ahora...que él estaba en una.

—Lee Hyukjae y su nuevo novio tuvieron una noche para festejar. El dueño del gran hotel Magic&Blue ha superado ha su ex prometida y de que forma.

"Oh Dios" pensó Donghae antes de sentir que se iba a desmayar, o así fue en realidad.

Stupid LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora