Hibou. Cap. 9

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Al día siguiente despertó gracias a la iluminación del sol posarse en su rostro, se escuchaba el lindo canto de los pájaros, ya había llegado la primavera y el hielo comenzaba a derretirse despacio en Corea.

Sintió unos fuertes brazos abrazarle, aún más cuando intentó levantarse, gracias a eso el pequeño omega se quedó quieto para luego abrir sus ojos de golpe, giró lentamente su cabeza hacia la derecha dándose cuenta que alguien de verdad estaba atrás de él pues su respiración la acababa de sentir en la nuca.

—¡Idiota!.—Jimin gritó con fuerza y dió una patada con todo el impulso que tuvo logrando hacer rodar el otro cuerpo hasta dejarlo caer en el suelo.

Un jadeo y gruñido de parte de ese alguien se escuchó resonando en toda la habitación, el rubio cubrió su cuerpo dándose cuenta que estaba desnudo completamente y entonces recordó todo. Desde lo que él había propuesto hasta las últimas palabras que había escuchado del Señor Conejo.

—Tú...—Ardió en furia el pequeño omega, se acercó hasta Jungkook y se abalanzó sobre él.

—¡Quítate!.—Estuvieron forcejeando hasta que el alfa se colocó arriba de Jimin.

—¡¿Por qué me anudaste?!.—Hizo su cabeza al frente dispuesto a darle un golpe con ella y marear al alfa pero no lo logró.

—¡Yo jamás te...—Aunque quisiera que fuera un sueño no lo era.

Finalmente le soltó y miró a todos lados comprendiendo que no estaba en su habitación si no en una de las tantas que había en la mansión, lo último que recordaba es que había estado arreglando un problema por un escándalo en la cocina... había regresado a Corea porque su celo estaba presente pero al tener a ese omega rubio cerca su vista se nubló y bueno ahora mismo se encontraba aquí.

—Escucha. Yo... no sé qué sucedió ayer, estaba... dios, estaba cegado porque mi lobo quería tener atención ¿comprendes?.—¿Explicar? ¿Jungkook le intentaba dar explicaciones sobre sus actos?

—Me partiste el trasero ¡Y luego fuiste brusco!... dolió mucho.—Apretó sus labios al igual que sus mantas en el pecho.

Jeon, quien tenía aún su máscara puesta y seguía desnudo todavía, se colocó solamente su bóxer al igual que su ropa, comenzó a alistarse para poder irse de allí.

En primer lugar si no hubiera llegado a donde se encontraba el omega esto jamás habría pasado y que tú digas "qué bonito omega con el que me acosté" pues no. Cuando se colocó sus zapatos y abrochó su camiseta salió sin dar explicación alguna, jamás las había dado y el hacerlo ahora sin pensarlo era raro.

—¡O-Oye!.—El omega se vistió lo más rápido que pudo saliendo de la habitación.

Sin embargo cuando buscó al Señor Conejo no había absolutamente nada... le había dolido pero ya estaba acostumbrado a que lo trataran de esa forma, en Black Blood las cosas eran peor así que con una expresión triste fue en dirección a su recámara. Cuando llegó estaba afortunadamente sola así que pudo entrar al baño a tomar una ducha, luego buscó en sus cajones pastillas anticonceptivas las cuales encontró de pura suerte, tomó una para poder evitar que saliera embarazado o algo, de tomas formas consumiría otra después por si las dudas.

—Es un idiota como todos.—Volvió a dejar las cosas en su lugar.

Como si nada hubiera pasado salió de la habitación yendo hacia afuera comprobando que no hubiera absolutamente nadie otra vez, fue caminando por el ahora verde pasto el cual estaba algo húmedo gracias a que el hielo se había derretido anteriormente, llegó al poco tiempo a una especie de bosque que se encontraba en el interior de la mansión, atravesó las grandes ramas hasta llegar a un sitio muy tranquilo y había sombra gracias a los pinos.

•.'🥀𝒯𝑒𝓃𝓉𝒶𝒸𝒾ó𝓃;; [ᴋᴏᴏᴋᴍɪɴ] [ᴏᴍᴇɢᴀᴠᴇʀꜱᴇ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora