•.'🥀𝒯𝑒𝓃𝓉𝒶𝒸𝒾ó𝓃;; [ᴋᴏᴏᴋᴍɪɴ] [ᴏᴍᴇɢᴀᴠᴇʀꜱᴇ]

Monarca. Cap. 20

Ya había pasado todo el día rápido, ahora eran las 9 de la noche. Por la mañana fue todo totalmente ajetreado, ver a Jeon Jungkook enojado no era nada lindo de presenciar. Con el tiempo se convirtió en una persona totalmente cerrada, se enojaba por cualquier cosa que no estuviera como él lo había pedido, si volvías a cometer el mismo error entonces simplemente terminaba con tu vida.

Por primera vez se sentía bien, había dormido tan tranquilamente, sufría de insomnio así que tenía problemas para conciliar el sueño hasta ahora, pues un olor agradable a vainilla y chocolate blanco le llegó a sus fosas nasales logrando relajarle, ese aroma y el suyo se mezclaron. Sin embargo, a pesar de ese encantador momento las pesadillas seguían creándose en su cabeza.

—Basta, basta...—Murmuró mientras apretaba con fuerza algo que estaba ahí, no sabía con certeza de qué se trataba pero solo anégala el que concluyera.

Era difícil, esas imágenes azotaba su mente una y otra vez. Las manos de ellos, los gritos de ayuda, cada vez que le hacían algo en el cuerpo e incluso el maldito e insoportable día rojo.

—¡Mierda ya!.—Gritó levantándose de golpe con la respiración agitada, sus ojos estaban totalmente desorbitados mientras apretaba su mandíbula.

Estuvo parpadeando notando que no se encontraba en su habitación, ahora estaba en una muy particular, las que siempre se les era dadas a personas que trabajaban para él.

A un lado se encontraba un omega rubio con un pañuelo en manos, su cara era de absoluta preocupación pero poco le interesó al alfa, no le importaba nada ahora, solo quería regresar a su recámara porque sabía que su lobo hizo la ridiculez de meterse con Hibou. Se levantó dispuesto a irse aunque una mano en su pecho hizo que se detuviera.

—No te vayas, no estás bien.—El rubio escuchó todo. Hizo su mano hacia adelante logrando que el cuerpo del alfa se quedara en la cama.

—¿A ti que te importa?.—Bufó levantándose de nueva cuenta pero esta vez el omega colocó ambas manos en su pecho sentándolo de golpe.

—Solo siéntate ¿quieres?.—Frunció su ceño mientras mojaba el pañuelo y después lo colocaba en la frente del alfa, movió sus cabellos negros y empezó a quitar el sudor que tenía.

Jeon miró cada movimiento que hacía el omega frente a él, no tenía muchas ganas de discutir así que lo dejaría y después se iría. Por otro lado, Jimin estaba preocupado.

Luego de haberse despertado se dió cuenta de la barbaridad que hizo, no se acordaba de nada pero admitía que su lobo finalmente estaba satisfecho. Cuando se levantó se dió una ducha dejando al alfa que aún dormía, estaba a punto de despertarlo y gritarle que se fuera cuando escuchó que se empezó a quejar, de pronto empezó a sudar así que suponía que era parte del celo hasta que murmuró cosas como: "Déjame en paz" "Estoy harto" hasta finalizar con un "Mierda ya".

No sabía cuales eran las cosas que pasaban por la cabeza de ese hombre pero de algo estaba seguro, no estaba bien, aparte de quejarse había llorado lo cual le estuvo sorprendiendo muchísimo, ahora comprendía el por qué su recámara estaba totalmente vigilada y lejos de las demás.

—Jeon ¿te sientes bien?.—Preguntó pasando el pañuelo húmedo por las mejillas de su jefe.

—No trates de preocuparte, no me muestres cuan hipócrita puedes ser.—Soltó mirando un punto fijo en la habitación, algo que caracterizaba mucho a Jeon es que siempre diría la verdad, todo sin pelos en la lengua.