•.'🥀𝒯𝑒𝓃𝓉𝒶𝒸𝒾ó𝓃;; [ᴋᴏᴏᴋᴍɪɴ] [ᴏᴍᴇɢᴀᴠᴇʀꜱᴇ]

Luna. Cap. 30

El viento sopló logrando traer consigo una brisa fresca que se estampó suavemente en su rostro, la omega mantenía cerrados sus ojos disfrutando del agradable clima fresco de la noche, abrió lentamente sus ojos viendo como los árboles se movían de un lado a otro, suspiró abrazándose así misma, sus labios se curvearon formando una linda sonrisa.

Ella conocía con perfección a Jungkook por eso había dejado ir a Jimin con él y confiaba en que no le haría nada malo porque Kook no era un villano, simplemente creció en un ambiente lleno de violencia y esa era la única forma que conocía para convivir, además lo había abrazado, el alfa nunca hacía eso, era raro pues odiaba el contacto físico pero con su hijo incluso le había tomado la mano.

—Solo espero que las cosas vayan bien de ahora en más para mis dos cachorros.—Tronó sus dedos suave, su lobo en el pecho se removió algo inquieto.

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¿Qué eran en realidad? Sí, eran destinados, por supuesto, follaban y se besaban, incluso se trataban como una pareja pero... ¿en realidad eran una? Jimin negó con su cabeza, la curiosidad le estaba carcomiendo los malditos huesos y a este paso el mismo se haría ideas erróneas.

Caminó hacia Jungkook quien estaba frente a él, abrió su boca dispuesto a decírselo, el alfa antes de eso le solicitó un baile el cual por supuesto que cumpliría pero antes...

—Me gustas.—Afirmó el menor mirándolo sintiendo como su palpitar se aceleraba más

Park no iba a callarse, sabía que Jeon no se podía expresar como él así que esperaba que no le incomodara lo que le había dicho.

—¿Por qué te gusto? Soy una maldita escoria que ni siquiera merece ser feliz—Respondió Jeon soltando una risa.

Hubo un gran silencio luego de eso, la tensión se sintió. Ni siquiera Jeon recordaba cuántas veces había matado inocentes, para él esto ya era el pan de cada día, además ¿cómo un omega tierno y lindo podía fijarse en el capo que mató frente a él un niño y omega en cinta?

Jimin se acercó más sintiendo el retumbar de su corazón hasta en su cerebro, lo abrazó lentamente y liberó su aroma, el pelinegro se quedó quieto sin saber qué hacer pero al sentir ese aroma se agachó suavemente buscando más.