•.'🥀𝒯𝑒𝓃𝓉𝒶𝒸𝒾ó𝓃;; [ᴋᴏᴏᴋᴍɪɴ] [ᴏᴍᴇɢᴀᴠᴇʀꜱᴇ]

El hubiera no existe. Cap. 16

•Horas antes•

—¿Cómo va el cargamento hacia Alemania?.—Sus ojos se movían de arriba hacia abajo observando cada detalle, cada número que había en la pantalla.

—No hay ningún problema. Iré a entregarle esto personalmente como ordenó.—Avisó el alfa castaño antes de salir de su despacho.

Movió lentamente sus dedos por el escritorio que estaba al frente a él, también estuvo moviendo su pie derecho de lado a lado.
No había nada nuevo. Números, cargamentos, un sin fin de cosas más del negocio que estaban bajo control, esto lentamente comenzaba a aburrirle, quería divertirse con algo o con alguien.

De pronto se escuchó que alguien tocaba suavemente la puerta logrando llamar la atención del alfa, conocía ese olor... le era muy familiar, tanto que ya había identificado de quién se trataba así que guardó todo despejando su escritorio dejándolo totalmente limpio.

—Adelante.—Mencionó apoyando ambos de sus codos en el escritorio, luego colocó su barbilla suavemente en los nudillos de ambas manos.

El sonido de la puerta rechinar cuando se abría se hizo presente, una omega de cabello rubio corto entró al despacho, sus ojos eran color celeste y el tono de piel blanco, su olor de chocolate amargo se desprendía mientras caminaba moviendo sus caderas de un lado a otro marcando su figura perfecta, llegó hasta posicionarse al frente y ser mirada por Jeon.

—Aquí tiene.—Le entregó una pequeña botella con un líquido rosado adentro al igual que una jeringa.—Hice mi mayor esfuerzo, solo dura dos horas el efecto.—Explicó mirando hacia abajo sin agachar su cabeza.

—Algo es algo.—Tomó el pequeño frasco entre sus grandes y largos dedos, luego lo estuvo moviendo de derecha a izquierda viendo como salían pequeñas burbujas.

—¿Ordena algo más?.—Preguntó manteniendo sus manos hacia el frente en una posición recta.

El Señor Jeon se levantó tomando consigo unas hojas, suspiró yendo hacia la pequeña omega. Luego le estuvo mostrando los papeles.
Hace mucho tiempo, justamente cuando había tomado el mando del Cartel del Sur hizo varias promesas con sus trabajadores, cualquiera que le sirviera y concluyera su trabajo sería libre, solo si lo hacían pulcro como le gustaba a Jeon. Así todos se esforzarían al máximo con tal de salir de ese lugar.

—Ninguna otra cosa más.—Luego estuvo rompiendo los papeles cortándolos a la mitad, después en varias partes más pequeñas.

—Señor Jeon...—La omega no pudo contener las lágrimas que salieron de sus ojos hasta resbalarse por sus mejillas.

—Eres libre. Finalmente concluiste todos tus trabajos.—Jeon vió el recorrido de las lágrimas de la omega que no tardaron en bajar por sus mejillas hasta perderse en su mandíbula.

—Muchas gracias Jungkookie... gracias.—Cerró sus ojos con fuerza y se abalanzó sobre el alfa abrazándolo.

—Antes de que te vayas ven a despedirte, te irás con Hoseok quien te llevará a un lugar seguro.—Y sinceramente la omega se merecía muchas cosas más, por siempre estar a su lado.—Seguiré buscándolo también, si algún día tengo noticias serás la primera en saberlo.

Sintió como las lágrimas de aquella bella dama humedecían la camiseta de su pecho pero no le importaba en lo absoluto, él pasó sus brazos por la cintura de la omega correspondiendo al abrazo.

La lealtad no se podía esperar de personas baratas, el jamás pensó que alguien llegaría haciéndole ver que estaba equivocado, Soyeon le había demostrado todo lo contrario a lo largo de tanto tiempo que había transcurrido, le dolía un poco separarse de ella pues fue una pequeña estrella en su galaxia pero debes de hacerlo... debes comprender que no siempre las personas se quedarán a tu lado aún por mucho que llores y pidas que se queden, ellos tienen otra vida, ella solamente fue una persona casual con la tendría lindos recuerdos.