•.'🥀𝒯𝑒𝓃𝓉𝒶𝒸𝒾ó𝓃;; [ᴋᴏᴏᴋᴍɪɴ] [ᴏᴍᴇɢᴀᴠᴇʀꜱᴇ]

Pobre bandido. Cap 33

Al día siguiente las cosas comenzaron a transcurrir con normalidad, Jeon había decidido de nueva cuenta ir a Red, ya iban tres dias que lo hacía sin embargo... esas malditas nauseas no se le quitaban, se sentía tan jodido, aunque eso no le iba a impedir trabajar.

Abrió sus ojos y se levantó, antes de hacerlo completamente observó a su omega quien dormía plácidamente a su lado, sonrió acercándose a él logrando besarle parte de su espalda y cuello, respiró su embriagante aroma de vainilla con chocolate antes de alejarse, en respuesta el rubio simplemente sonrió feliz haciéndose bolita en la cama.

—Tierno...—Mencionó el alfa no pudiendo despegar la vista de su rostro.

Negó con su cabeza, solamente se puso su máscara y así en pijama bajó, se estaba muriendo del hambre, al bajar se encontró con todos los alfas quienes al notar su gran e imponente presencia hicieron una reverencia mostrando respeto.

—Buenos días Señor Jeon.—Saludó Jackson y Jungkook simplemente lo ignoró.

Se dirigió a la cocina en donde estaba Jinha y todos los cocineros haciendo el desayuno.

—¡S-Señor Jeon! Aún la comida no está lista...—Mencionó la beta acercándose al pelinegro quien levantó su mano haciendo que se callara.

—Desayunaré cuando la comida esté lista, vengo por una leche de ban...—Jungkook se quedó con las palabras en la boca cuando vio el refrigerador vacío.

La beta pelinegra abrió sus ojos perpleja, Jeon estaba de la misma forma, ¿dónde habían quedado sus leches de banana?... hizo puño sus manos y giró su rostro viendo a la omega, o si, estaba totalmente cabreado.

—¡¿Dónde mierda está lo que es mío?!.—Gritó con su voz de mando haciendo que todos los que estaban en la cocina agacharan la cabeza sumisos, Jinha comenzó a temblar y nerviosa negó con su cabeza.

—N-No lo sé señor, m-mis ayudantes saben que no deben tocar ese refrigerador.—Llevó sus manos hacia adelante y las comenzó a frotar entre si pidiendo por su vida y suplicando.—P-Por favor n-no me mate l-le juro que yo no sé nada.—Titubeando miró hacia abajo cerrando sus ojos con fuerza.—De pronto su jefe dio un fuerte golpe que se escuchó en toda la cocina.