•.'🥀𝒯𝑒𝓃𝓉𝒶𝒸𝒾ó𝓃;; [ᴋᴏᴏᴋᴍɪɴ] [ᴏᴍᴇɢᴀᴠᴇʀꜱᴇ]

Tentación Cap.10

La aún fría madrugada estaba presente en el nuevo día y Jeon se había levantado temprano como de costumbre, ya una semana había pasado en un abrir y cerrar de ojos.

Luego de haberse cambiado y ponerse su máscara se estuvo dirigiendo hacia la gran ventana que estaba en su habitación, las abrió dejando ver un increíble paisaje. El sol comenzaba a salir despacio de entre las grandes montañas que rodeaban a su mansión logrando iluminar los árboles e incluso pequeñas aves salían de ellos mismos.

Inhaló despacio el dulce aroma de la naturaleza y la brisa fresca de inmediato se pasó por su rostro logrando mover un poco su cabellera negra, se había metido tanto en sus negocios que se olvidó completamente de este tipo de situaciones y como su lobo ya no se sentía tan presionado por estar metido en una oficina todo lo que restaba del día.

Hace justamente 6 años que logró haber tomado el mando del Cartel del sur, 6 largos años en donde se había dedicado a matar y torturar personas inocentes o a las que solo quería ver muertas por alguna falta de respeto que hicieron en contra de él.

Estuvo creando grandes extensiones y conexiones con miles de países haciendo que se convirtiera en el hombre más multimillonario y poderoso de absolutamente todo el mundo. No había cosa que no tuviera o... tal vez solo excepto una, libertad, no podía salir a las calles de Seúl como un chico de 24 años normal, no podía convivir como los demás alfas porque siempre que lo quería hacer otras personas temblaban del miedo con solo escuchar su apellido o le terminaban dando su amistad para sacarle provecho en todo lo que se pudiera, si se daba el caso pues podrían llegar a manipularle.

Pero siendo sinceros no se encontraba como otros narcotraficantes pues no tenía debilidad alguna como familia importante que perder o un hijo, hace ya tiempo había enterrado los sentimientos que tuvo alguna vez en el pasado, hoy en día no existiría nadie que le hiciera ver cuán bonito era tener una familia.

Luego de haber pensado un poco las cosas decidió salir, eran alrededor de las 6 de la mañana y no tardaría demasiado en empezar con los problemas diarios que surgían en el negocio.

—Buenos días Señor.—Sus subordinados saludaron a Jeon como de costumbre.

Siempre todos se dirigían a él con respeto pero simplemente los ignoraba, lo que le llamase la atención correspondería y lo que no pues solamente se quedaría sin decir nada terminándole por ignorar.
El alfa pelinegro abrió las puertas de par en par dejando a su vista a las personas que ya estaban presentes en la sala de reunión.

—Señor Jeon.—Los 5 alfas que se encontraban en la sala hicieron una reverencia.

Jeon se estuvo introduciendo al interior de la sala, después de eso se colocó al frente de su silla para luego tomar asiento, entrelazó sus dedos y levantó su vista hacia las personas que se encontraban a sus costados aún parados mientras se mantenían en total silencio.

Por otro lado los señores alfas ajustaron un poco sus corbatas, el estar en un silencio profundo mientras el Señor Diablo entraba era tan tenso e incómodo, claro que no le podían decir nada porque tenían miedo de se fuera contra sus familias pero aún más, que pudieran quitarles la vida con solo jalar el gatillo de su arma.

—Siéntense.—Ordenó Jeon estando quieto en su silla, inmediatamente le hicieron caso.

—Señor Jeon yo... quería ver si me podía ofrecer más dinero para hacer...—El alfa fue interrumpido

—Shh shh... aún... no ordeno que hablen presidente.—Jeon colocó su dedo debajo de la nariz de la máscara de conejo que traía puesta, justamente donde simulaba la boca.

De nuevo el silencio volvió a caer en ese gran lugar, Jungkook movió su cabeza de un lado a otro haciendo tronar su cuello, era cansado que simplemente no le obedecieran de esa forma, era algo insignificante y ni eso podían hacer.