-Capitulo 22. Memorias de Okinawa (Parte 5). -

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--Mientras el corazón late, mientras el cuerpo y alma siguen juntos, no puedo admitir que cualquier criatura dotada de voluntad tiene necesidad de perder la esperanza en la vida (Ref. Viaje al centro de la tierra de Julio Verne). --

- ¿Sucede algo malo, Natsu?

-No, no pasa nada. Sigamos. (Hacía tiempo que no tenía esta sensación de intranquilidad). 

- (Suelta su mano) … 

- ¿Lucy?

-Estamos en la entrada del hotel, no sería conveniente que alguien nos viese tomados de las manos.

-Es verdad, ¿Te divertiste? 

-Si, gracias por la cita de hoy. 

-… 

-Iré con Juvia, quiere saber qué le dijo el médico. Nos vemos en la cena.

-Está bien... Se ve un poco molesta, seguro piensa que no le tengo la suficiente confianza. Lucy, espera...

-Profesor Natsu, que bueno que lo bueno. 

-(Voltea) Profesora Erza, ¿Sucedió algo en mi ausencia? 

-De hecho, sí. Jóvenes, vengan aquí. 

- (Al unisonó) Si. 

-Sting, August, ¿Qué hicieron ahora?

- (Se ve molesto. Estoy en problemas) Tío, en realidad... 

-En estos momentos soy tu profesor, August. 

-Si, profesor. 

- ¿Y bien? 

-Profesor Natsu, lo que pasó... 

-Mientras Tanto... 

- (Abre la puerta) ¿Juvia? Soy Lucy, te traje algo de tomar. 

- (Se levanta) Oh, Lucy. Pensé que estarías con el profesor Natsu en una cita. 

-Acabamos de llegar. 

-No te ves muy feliz.

-Yo...

- ¿Te ofendió o algo parecido? 

- (Niega con la cabeza) … 

- ¿Entonces? 

-En esta cita me di cuenta de que aún no me tiene la confianza suficiente. 

- ¿Y por qué crees eso? 

-No me hagas caso, seguro son solo ideas mías.

- ¿Segura?

-Si. 

-Deberías hablar con él, tal vez solo se trate de un insignificante malentendido. 

-Lo hará, gracias, ¿Y cómo te sientes? 

-Como pollo a las brasas, me arde todo y cuando digo todo, es todo. 

-Auch... 

-El médico del hotel ya vino a verme. Me receto algunas cremas para el ardor, pero por el momento debo evitar exponerme al sol. 

-Será una odisea para ti salir del hotel. 

-Ni que lo digas, pero tengo más miedo del regaño que recibiré, apenas aterrice el avión. 

-Es verdad, tu madre te dijo que no te expusieras tanto al sol.

-Lucy, sálvame. 

-Quisiera, pero tu madre no escucha razones cuando se enoja. 

En mi mundo... En tu mundo |Finalizada|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora