-Capitulo 26.Una pesadilla hecha realidad. -

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--Por mucho tiempo trate de juntar los pedazos de tu roto corazón; sin importarme que el mío estuviese padeciendo de amor. Tarde me di cuenta de que por más que quisiera tu corazón no podía sanar en mis manos y decidí alejarme, aunque tus lágrimas me demandaban otra cosa. Ahora que mi corazón está tratando de recobrar el sendero, llegas a mi pidiéndome lo que, en un principio, te negabas a darme. --

-Yukino, retrocede.

-Sting, no vale la pena. Por favor, suéltalo.

-(Lo suelta) Lo hago solo porque tú me lo pides.

-Que cobarde, dejándote doblegar por las palabras de una zorra.

-Yo no lo veo de esa forma. Solo escucho sus palabras porque no quiero meterme en problemas y causarle un disgusto a la mujer que me interesa.

- (Leve sonrojo) ¿Eh?

-No seas ingenuo, el amor no es como lo describen los cuentos.

-De eso estoy consciente. Pero también sé que el amor puede ser mucho mejor que dichos cuentos.

-...

-Depende la perspectiva de cada quien.

-Imbécil.

-Puede que lo sea, pero tú lo eres más. Perseguir a una mujer que te dejo en claro que debían seguir por caminos separados, a tal punto de humillarse... Eso si es de imbéciles, de gente que carece de honor y amor propio.

-...

-No puedes amar a alguien sino te amas a ti mismo primero.

-Hablas como si supieras mucho.

-Para algo estamos aquí, ¿No? Para aprender de la vida a través de los demás.

-...

-Tal vez cuando aprendas de alguien, sabrás tratar a las mujeres como tratas a tu madre (Toma su mano) Vamos, Yukino; tu madre debe estar preocupada por ti.

-Si.

-Yukino, espera...

-Adiós, Luka.

-(Llorando) Yukino...

-Lo siento, creo que hable de más.

- (Niega con la cabeza) Solo le dijiste lo que quería decirle desde hace mucho tiempo.

-Entonces fue bueno no callarme.

-Lo que, si no esperaba, era esa confesión tuya.

-(Sonrojado) Yo...

-Dejemos ver como se dan las cosas, ¿Sí?

-Me parece bien.

- (Besa su mejilla) Nos vemos mañana.

-(Sonrojado) Hasta mañana.

-Mientras Tanto...

- ¿Abuela? ¿Abuelo?

-August, al fin llegaste.

- (Baja la mirada) Yo...

- (Lo abrazan) Tranquilo, estamos al tanto de todo.

-(Llorando) ¿Por qué? ¿Por qué él y no yo, abuelos?

-Mi niño, todo estará bien.

-El tiempo será tu mejor guía.

-Eso espero.

-Deja tus cosas y comamos helado.

-Que sea de limón. -

En mi mundo... En tu mundo |Finalizada|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora