-Capitulo 19. Memorias de Okinawa (Parte 2). -

32 4 1
                                    

--Ser tocado por el agua salada, sentir la brisa rozar por mis mejillas mientras los rayos del sol iluminan este bello paisaje... Pero tomar tu mano rodeados de este, es un sueño hecho realidad. --

-Al fin llegamos.

-No exageres, Sting. Solo estuvimos en el avión dos horas.

-Jamás me volveré a subir a un avión.

- ¿Y cómo piensas regresar a Tokio? ¿Caminando o en la aleta del avión?

-No eres graciosa, Juvia.

-Tu maleta, Juvia.

-Gracias, Lucy.

-Clase tres, reúnase. Debemos tomar la furgoneta que nos llevará al hotel.

- (Al unisonó) ¡Si!

-Sting, camina o te perderás.

-Voy.

- ¿Te encuentras bien, Sting?

-Si, gracias por (Mira de reojo) Preguntar... ¿Yukino?

-...

- ¿Qué haces aquí?

-El profesor Natsu me invito al viaje, espero no te moleste.

-En absoluto.

-Este supo de mi ruptura con Luka y por ello.

- ¿Al fin terminaste con él?

-(Asiente) Si, tenías razón. Era una relación que ya no tenía un rumbo fijo.

-Lo bueno es que te diste cuenta y podrás darte el tiempo para trabajar en tu autoestima.

-Si.

- ¡Sting!

- ¡Ya voy August! ¿Gustas venir con nosotros?

-Si.

-Algunos minutos después-

-Ya todos tienen su habitación. Debido a que es el primer día, podrán disponer de su tiempo como deseen.

-Que bien, vayamos a la playa.

-A mí me gustaría visitar las tiendas que hay alrededor.

-Recuerden que tienen estrictamente prohibido ir a bares o lugares prohibidos.

- (Chasquido con los labios) Que aburrido.

-Si le parece aburrido joven Takeo, puede tomarse la libertad de regresar en el primer vuelo que salga a Tokio.

-Takeo, cállate.

-Creo que el profesor Natsu no necesita recordarles el castigo que se le dará a la persona que sorprenda en estado de ebriedad o con ciertas marcas en su cuerpo.

- (Al unisonó) ¡No profesora Erza!

-Bien, pueden retirarse a sus habitaciones. Diviértanse sanamente.

- (Al unisonó) ¡Si!

- ¿Creen que obedezcan?

-Te aseguro que más de alguno regresara a casa con un severo castigo.

-Son jóvenes, más de alguna imprudencia cometerán en esta semana.

-Si ustedes lo dicen. Por cierto, Gray, debemos vigilar que los hombres no vayan al piso de las mujeres.

-Tranquilo, de eso me encargo yo.

-Esto no es justo, me toco compartir habitación con Yukari, ¿Y a ti, Lucy?

En mi mundo... En tu mundo |Finalizada|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora