-Capitulo 29.Believe in you. -

81 6 6
                                    

--Por estos últimos años camine sin rumbo fijo, recogiendo los fragmentos que conformaban mis sentimientos humanos, las lágrimas que derrame a lo largo de este y los deseos de seguir respirando, en completa soledad. Fue un oscuro y largo camino, hasta que una luz dorada me condujo a la salida, llevándome como destino final a tus cálidos y reconfortantes brazos. Quiero seguir refugiándome en ellos; si es posible, hasta el último día de mi vida. --

- ¿Sabes, Lissana? Quisiera volver a dar clases.

-Es una fantástica idea, Natsu.

- ¿Lo crees?

-(Asiente) Por mi causa tuviste que renunciar a la universidad. No me sentiría feliz si dejas tu sueño a la deriva.

- (La besa) Te amo, ¿Sabes?

-Yo también te amo, Natsu. Nunca lo olvides.

- ¡Lucy! ¡Reacciona! ¡Lucy!

- (Abre los ojos) ¿Juvia?

-Ven, debemos ayudar al profesor.

- (Es verdad, Natsu) ¡Natsu!

-¡Mirajane! ¡Mirajane!

- ¡Natsu! ¿Estás bien?

-Solo me rozo la bala en el brazo, tranquila.

-Ya llamé a una ambulancia. No debe tardar.

-Gracias, Sting. Solo resiste un poco, Mirajane.

-Veo que no has cambiando en nada, Natsu. Me alegra verlo.

-No hables, estas perdiendo mucha sangre.

-Mirajane...

- ¿Ves lo que puede provocar el rencor, Elfman?

-Yo (Cae de rodillas) No debiste interponerte.

-Lo hizo porque no quería que usted llevara más peso en su corazón.

-Lucy...

-Presiona bien la herida, Juvia.

-Eso estoy haciendo, August.

- (En cuclillas) ¿Sabe? No creo que Lissana hubiese querido que usted matara al hombre que amo, solo porque no eran de la misma clase social.

-Usted que sabe.

-Yo perdí a mis padres y desde entonces he peleado sola contra el mundo... Hasta ahora.

-...

-Gracias a Natsu esa soledad se fue y, pienso que es hora de que usted también le diga adiós a esa soledad. Si bien es cierto, perdió a una hermana, tiene otra que lo necesita en estos momentos.

-...

-Una que necesita de un hermano más que de un padre en usted.

-(Llorando) Yo...

-Señor, los paramédicos.

- ¡Rápido! Por aquí...

-Está perdiendo mucha sangre. Debemos llevarla de inmediato.

-Usted también venga, joven. Deben tratarle esa herida.

-Si.

-Meses después-

-Al fin nos graduamos.

-Pareces muy aliviada, Juvia,

- ¿Y cómo no? Han sido meses llenos de tensión, eso no fue bueno para mi cutis.

En mi mundo... En tu mundo |Finalizada|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora