-Capítulo 24. Dulces lágrimas. -

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--Amor y deseo son dos cosas diferentes; que no todo lo que se ama se desea, ni todo lo que se desea se ama (Ref. Don Quijote de la Mancha, Miguel de Cervantes). -- 

- (Abre la puerta) Ya vine...

-Bienvenido. La cena está casi lista, ve a lavarte las manos. 

- (Se sienta) …

-August, no te has lavado las manos.

-Tío... 

- (Toca sus mejillas) ¿Estuviste llorando? 

-Yo (Se levanta) Voy al baño para lavarme las manos.

-Si... Que extraño, Lucy no le dijo nada, ¿Se habrá dado cuenta por sí solo? 

- (Cierra la puerta) No debería juzgarlo sin antes indagar el cómo se dieron las cosas y eso solo lo podré conseguir con un poco de paciencia e ignorancia sobre el tema. Pero eso no significa que no me duela.

- ¿August? 

-Voy, tío. 

-Algunos días después- 

-Bien, entonces dejaré que usted se haga cargo del castigo de mi hijo, profesor. 

-Agradezco su comprensión, señor Eucliffe. Si bien es cierto su hijo no debió actuar de forma violenta, lo hizo para defender la integridad de una mujer que estaba siendo acosada. 

-Lo sé, eso es algo que no he sido capaz de corregir: Su imprudencia al intervenir. 

-Pienso que con una carta de disculpas y un mes limpiando el salón, será más que suficiente. 

-Disculpe que mi hijo lo ponga en estos predicamentos, profesor. 

-Entiendo a la juventud, no tiene por qué disculparse. 

-Me retiro y dejo a mi hijo en sus manos, profesor. 

-Gracias por la confianza. 

-Mientras Tanto... 

- ¿No falta nada, Lucy? 

-No, Yukino. Está todo listo para la clase de repostería que nos darás. 

-Estoy tan feliz, no pensé que el director me daría permiso de hacer esto como parte de mis prácticas. 

-El director suele ser muy condescendiente. (Me pregunto si lo sería al enterarse de mi relación con Natsu) Juvia fue por nuestras compañeras; se veían emocionadas.

-Que nervios. 

-Lo harás bien, Yukino. 

- (Abre la puerta) Ya estamos aquí, listas para aprender a cocinar. 

-Espero que haya un extintor en el aula; con Juvia aquí, seguro lo necesitaremos. 

-Yukina... 

-Tranquilas, por ser la primera clase, haremos algo sencillo. 

-…

-Laven sus manos y tomen un delantal, vamos a comenzar. 

- (Al unísono) ¡Si! -

-No logro entenderlo, ¿Cómo es que Lucy y Juvia están cocinando, mientras nosotros lavamos los baños? 

-Es algo inevitable, tenemos que cumplir con el castigo que nos impuso el profesor Natsu. 

-Ahora que recuerdo, ya ni me dijiste que tal estuvo tu cita con Lucy. 

En mi mundo... En tu mundo |Finalizada|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora