-Capitulo 16. Como si fuésemos pareja. -

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-- La importancia de la experiencia es lo que realmente nos hace vivir. Sólo en ésta podemos conocer el misterio de la vida. (Ref. Duna, Frank Herbert). --

-La película estuvo increíble.

-Si, ¿A dónde quieres que vayamos ahora?

-Me gustaría ir a la tienda de antigüedades que está en la estación.

-Vamos entonces.

- ¿Y August se quedó en casa?

-Fue a visitar a sus abuelos a la ciudad vecina. Por ello, me atreví a pedirte esta cita.

- (Leve sonrojo) Comprendo.

-Choca con alguien-

-Disculpe señorita, no era mi intención.

-No se preocupe.

- ¿Estás bien?

-(Apartándose) Si, gracias.

-Sigamos.

- (Me recargue en su pecho, Dios mío).

-Mientras Tanto...

-Abuela, ya estoy aquí.

-(Abrazándolo) August, hijo. No sabes la alegría que me da verte.

-A mi igual.

-Has crecido desde la última vez que nos vimos.

-Querida, lo viste hace medio año.

-Aun así, yo lo veo más grande y guapo.

-Pasa hijo, tu abuela ya tiene lista la comida.

-Muchas gracias, muero de hambre.

-Supe que Natsu se está encargando de tu tutela, así como de tus gastos escolares.

-Este cree que es su responsabilidad y de que cierta forma se disculpa con mis padres, por no haber estado en su funeral.

-(Exhala) Ese hijo nuestro.

-Lo educaste de tal manera que no puede negar su ayuda.

-Si. Me sorprendió su reacción cuando le dije que nos casaríamos.

-Si, como quisiera verlo.

-Cierto, ¿Por qué este no vino contigo?

-Me dijo que tenía algunos pendientes por atender; además de que, no tiene el valor de verlos de frente. Por la forma en que se fue de esta casa.

-Que hijo tan estúpido tengo.

-Natsu, razona. No puede tirar por la borda, todo el esfuerzo que hemos hecho por ti, Zeref y yo.

-Lo siento padre, amo a Lissana y como no están dispuestos a apoyarnos, yo...

-Natsu, nuestro padre tiene razón. No niego que debes irte a forjar tu camino, pero no así.

-...

-La familia de esa chica es muy peligrosa y si los llegan a encontrar, podrías...

-No me importa, con tal de estar a su lado.

-Si tu madre viviera, se le rompería el corazón al escucharte decir eso.

-Pero está muerta y no podemos hacer nada para cambiarlo. Me voy, Lissana me está esperando en el aeropuerto.

-Hermano...

En mi mundo... En tu mundo |Finalizada|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora